Proverbios 21
Por favor lea Capítulo 21 de Proverbios
3 Hacer justicia y juicio es para Jehová
más agradable que el sacrificio.
Sencillez.
Sinceridad. Transparencia - calidades de Dios y de Sus hijos que están entregados a Él.
A menudo nos presentamos en la iglesia, en reuniones
"cristianas", o con nuestras propias familias con el deseo de mostrar "quiénes" somos. "Trabajamos" para parecer "buenas" personas. Dios
dice: "No, gracias". Preferiría que decidiéramos hacer lo
"correcto" y practicar la "integridad" si alguien nos está
mirando o no. "Quienes" somos para Dios no requiere nuestro
"esfuerzo" o "sacrificio". Se logra mediante nuestra
"confianza" a través del "quebrantamiento" en el Espíritu
Santo. Esto nos hace "bien" con Dios y nos permite ser el
"sacrificio" que Él anhela. No “lo que hacemos”, sino “quiénes somos”
al morir a nosotros mismos (Ro. 12:2) y llegar a ser como Él en nuestra muerte.
La mayoría de las veces ofrecemos el sacrificio incorrecto a Dios.
Pensamos que al "tratar de ser una buena persona" o "hacer lo
correcto" ofrecemos un esfuerzo agradable a Dios. Esto es confusión. Él quiere que "tengamos razón" y
"hagamos justicia" perteneciendo a Él a través del Espíritu Santo. Un
"sacrificio" completamente diferente. Un sacrificio que me cuesta
todo - hasta mi vida.
Y cuando practicamos el método de vida “la muerte a uno mismo” (Lucas
9:23-24), nuestras vidas se vuelven más simples. No hacemos esfuerzos “sacrificiales” para convencer a los demás de que
somos “buenos” o “justos”.
Simplemente “somos” estas cosas mientras el Espíritu
Santo nos guía – simples / sinceras / transparentes – cualidades que fluyen del
Dios vivo - y hacemos justicia y juicio sin pensarlo.
31 Se prepara al caballo para el día de la batalla,
Pero la victoria es del Señor.
En esta vida, todas las personas, independientemente de cómo las
percibamos, son débiles. Todos nosotros. El Señor hará con nosotros lo que quiera. Los caballos solían ser los
"tanques" de la guerra. Hicieron que el general se sintiera fuerte.
Independientemente de cuántos soldados o caballos ponga un ejército en el campo
de batalla, la victoria pertenece al Señor.
Estados Unidos ha sido un país bendecido. Ganó muchas batallas
importantes. Parece que esos días han terminado. El juicio de Dios está aquí.
El caos moral en el que vivimos demuestra que este país ya no cuenta con el
favor de Dios. Búscalo y sé consciente de dónde vivimos: un país bajo juicio.
El Señor decide lo que sucederá.
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