¿Por qué haces lo que
haces? ¿En quién piensas al comenzar la mañana y pasar el día? ¿Son tus deseos?
¿Te preocupas y te estresas por conseguir lo que definiste como importante? ¿Y
cómo definiste lo que era importante? ¿Cosas? ¿Dinero? ¿Aceptación por otros?
Es interesante observar a Jesús en Mateo 6. Él está enseñando a una gran
multitud acerca de ideas espirituales. Él quiere que ellos (y nosotros)
entendamos que nuestro Creador vive en la vida diaria. No necesitamos
“espiritualizar” lo que hacemos para honrarLo.
Por otro lado, debemos ponerlo a Él en primer lugar. Y Él sabe cuándo lo hacemos.
Miremos Mateo 6:16-21 –
“Cuando ayunéis, no
pongáis cara sombría como lo hacen los hipócritas, que descuidan su apariencia
para ser notados por los hombres cuando ayunan. En verdad os digo que ya tienen
su recompensa completa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu
rostro, para que tu ayuno no sea notado por los hombres, sino por tu Padre que
está en secreto; y vuestro Padre que ve lo que se hace en secreto os recompensará.
No acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín destruyen, y
donde ladrones minan y hurtan. Sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la
polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan; porque donde
esté tu tesoro, allí estará también tu corazón."
Jesús comienza esta parte de su enseñanza con "cuando ayunes".
Es obvio que Jesús cree que debemos ayunar. Pero el ayuno no debe hacerse para
llamar la atención sobre nosotros mismos o para que la gente piense que somos
“espirituales”. El ayuno, según Jesús, debe hacerse para honrarLo. Y según
Mateo 6:18-20, el ayuno realizado correctamente tiene más valor que el oro, la
plata o las piedras preciosas. El ayuno hecho para honrar al Padre es precioso
para el Padre. Él nos recompensará en Su tiempo. Sus recompensas son eternas.
Duran para siempre.
Esto nos lleva al aspecto de “motivación” de la enseñanza de Jesús. ¿Por
qué haces lo que haces? Si no ayuna con regularidad, será necesario pensar más.
Porque cuando hacemos cosas para honrar al Padre, como negarnos la comida (y el
agua, para algunas personas) durante un período prolongado de tiempo (ayuno), y
lo hacemos sabiamente, Dios lo recordará. “Acumulamos nuestros tesoros en el
cielo."
Necesitamos pensar en esto. Necesitamos preguntarnos nuevamente: ¿por
qué hago lo que hago? Si mis acciones hoy se basan en lo que quiero lograr en
esta vida caída, necesito pedirle a Dios que me ayude a poner Su reino y Su
justicia en primer lugar. Cuando hago eso, mis motivaciones para hacer lo que
hago cambian. Busco honrarLo. Ayunaré y cuando ayune, lo haré con la actitud
correcta - muéstraLe a mi Padre que entiendo algo de lo que Él está tratando de enseñarme. Mis motivaciones pueden, y deben, alinearse con Su plan.
Favor de poner sus preguntas o comentarios aquí.
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