1 Timoteo 1:14
Guarda, mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros, el tesoro que te ha sido encomendado.
En 1 Timoteo, Pablo
escribe una carta íntima a su hermano, discípulo, amigo y mejor amigo - Timoteo. En la
carta, Pablo enumera las cosas que Timoteo debe hacer. Uno de los asuntos
importantes para Pablo y para Dios es proteger el tesoro que él tiene dentro de él (y nosotros tenemos dentro de nosotros). (Esto es la aplicación de este versículo.)
Nos esforzamos y luchamos por obtener lo que “pensamos” que son tesoros
en esta vida. Dinero, casa, coche, muebles: “cosas” que podemos ver y medir.
“Cosas” que las personas que nos rodean (¡incluidos otros cristianos!)
consideran importantes y valiosas.
Pablo le dice a Timoteo que proteja el “tesoro” (buen depósito) puesto
en él con la ayuda del Espíritu Santo. El “tesoro” consiste en el hecho que
hemos “renacido”. No podemos vernos renacer. No podemos ver la vida eterna. No
podemos medirlo. La mayoría de los otros cristianos que conocemos ignoran este
“tesoro” en sí mismos. ¿Por qué deberíamos intentar centrarnos en lo que no
podemos discernir? Y así seguimos los patrones que otros “creyentes” han vivido.
Pero Pablo no se equivoca. Debemos entender que “renacer” es un acto
increíble de Dios. Nuestra “salvación” merece ser respetada eternamente. En
esta vida caída, debemos buscar la ayuda del Espíritu Santo para nutrir nuestro
crecimiento espiritual. Estudiar la palabra de Dios. Meditar sobre ella.
Debemos esforzarnos diariamente por “orar sin cesar”. Debemos pedirle
constantemente a Dios “ser llenos (y seguir siendo llenos) del Espíritu Santo”.
Estas metas y deseos nos ayudarán a CRECER en nuestra comprensión del “tesoro”
que tenemos dentro de nosotros mismos.
Y es un TESORO.
Es vida eterna con Jesucristo nuestro Señor en el cielo
para siempre.
No hay nada ofrecido en la creación de Dios que sea más
importante y más especial que este tesoro. Y fue “dado” – repito “dado” a
nosotros – no porque seamos especiales sino porque Él eligió amarnos. Cuando
comprendemos este “tesoro” y lo respetamos, nuestra autoestima mejora. Mucho.
No por quiénes somos o lo que hemos hecho, sino por quién es Él y lo que Él nos
ha hecho.
¡Alabado sea Dios por el tesoro que tenemos dentro de nosotros!
Favor de escribir sus comentarios o preguntas aquí.
ReplyDelete