Salmos 103:19
El Señor ha establecido
Su trono en los cielos,
Y Su reino domina sobre todo.
El Señor ha establecido
Su trono en los cielos. Él creó todo lo que vemos y somos. No hay nada que
exista que Él no haya creado. (Juan 1:2-3 – literalmente Jesucristo creó y el
Padre y el Espíritu Santo estaban junto a Él. – pronombre plural en Génesis 1:26
– “hagamos al hombre”). Así que tú y yo, los muebles que vemos, las ventanas,
el piso, el techo, la comida, los carros, las mulas, las vacas, las gallinas,
el cielo, el sol, las estrellas – todo LE PERTENECE. Él lo creó. Esto incluye
todo el dinero, el oro, la plata, los diamantes – todas las “cosas” que
perseguimos en esta vida con el deseo de tener “más”. TODO Le pertenece a Él. Y
Él está sentado en Su trono en el cielo, observando aquello por lo que nos
esforzamos. Observando lo que colocamos como nuestra prioridad. Le pertenecemos
a Él y Él quiere ser PRIMERO en nuestros pensamientos y acciones. Él quiere
llenar nuestra mente y nuestro corazón con pensamientos acerca de Él para que
seamos bendecidos. (Salmo 1:2-3)
Jesucristo está sentado ahora mismo, mientras lees estas palabras, en Su
trono a la diestra de Su Padre. (Lu. 22:69) Él espera allí, mirándonos
movernos, pensar y vivir en Él. (Hechos 17:28). Si bien TODO Le pertenece a
Él. Todo ello. Tú, yo, los autos, el dinero, la comida, todo es SUYO. Se siente
honrado y apreciado cuando recordamos a quién pertenece todo esto. Nunca
será nuestro. Nunca seremos dueños de un coche, de una casa, ni siquiera
nuestros cuerpos nos pertenecen. Somos peregrinos. Estamos de paso. Estamos
hechos de polvo y al polvo volvemos. Somos débiles y frágiles. Jesucristo está
sentado en Su trono. Esperando y observando – pacientemente. Aquel que pasó 9
meses en el vientre de María – siendo muy Dios – puede esperar siglos para que
Su plan se desarrolle. El mal ha sido vencido. El pecado ha sido aplastado. La
muerte ha sido superada. En la cruz. Pero no todavía. Aún no.
Su reino está sobre
todo… Un día – viviremos en Su reino. Él reinará sobre esta tierra durante
1.000 años. Y el león comerá paja (Isaías 11). Y el lobo se acostará con el
cordero. Él reinará. Y todos entenderemos que TODO Le pertenecía a Él.
Todo el tiempo. Nunca ha dejado de pertenecerLe. Él nos permitió vivir en
cuerpos débiles y egocéntricos para que pudiéramos conocer la profundidad de Su
amor. El amor es paciente (Él espera que entendamos lo obvio – TODO Le
pertenece a Él), el amor es bondadoso (murió por nuestros pecados – para
quitar el castigo que merecemos). Jesucristo nos AMA. Su Padre y el Espíritu
Santo también nos aman. Somos AMADOS por el Dios vivo, nuestro Creador. Este
pensamiento debería definir QUIÉNES somos. Porque, literalmente, es mucho más
cierto que nos ama que TODAS las ideas equivocadas y egocéntricas que tenemos
sobre cuántas “cosas” necesitamos comprar y la “vida mejor” que debemos tener.
Nuestros deseos pecaminosos están mal. Especialmente frente a un Señor vivo que
está sentado en Su trono y espera pacientemente. Espera mostrar a TODA la
creación que TODO esto Le pertenece a Él y que Él creó TODO para Su
buena complacencia. (Filipenses 2:13; Col. 1:19)
Favor de escribir tus comentarios o preguntas aquí. Gracias.
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