Juan 1:29
Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía hacia él, y dijo:
“Ahí está
el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Juan en este versículo
es Juan “el bautista”. El hombre que llegó rompiendo el silencio de 400 años.
Dios no había hablado con Su pueblo, Israel, en 400 años. La “última vez” que
un profeta habló previamente a Israel ocurrió alrededor del 433 a.C. Las palabras
de Malaquías: “He aquí, yo os envío el profeta Elías antes que venga el día de
Jehová, grande y terrible. Él restaurará el corazón de los padres a sus hijos y
el corazón de los hijos a sus padres, para que yo no venga y hiera la tierra
con maldición” (Malaquías 4:5-6) predijo la llegada de Juan “el bautista".
Juan llamó a Jesucristo el “Cordero de Dios” porque así se presentó
nuestro Señor en Su primera Venida. Un cordero. Un cordero inmaculado, perfecto
y humilde. Isaías 53:7 profetizó el comportamiento de Jesucristo de esta manera:
Fue oprimido y afligido,
Sin embargo, no abrió su boca
como cordero que es llevado al matadero
y como oveja que calla ante sus trasquiladores,
Por eso no abrió su boca.
Humildad. Nuestro Señor – Jesucristo – fue “enviado” por Su Padre (Jn.
3:16) para salvarnos. Jesucristo, a quien se le ha dado TODA autoridad (Mt.
28:18) es – por ahora – humilde. Él no tiene ningún problema en someterse a Su
Padre. (La Trinidad disfruta del servicio mutuo en Sus roles eternos.) Se
acerca un “día” – quizás no muy lejano – en el que Jesucristo demostrará a este
“mundo” malvado y orgulloso que ha sido humilde – pero nunca perdió el control.
Él puede hacer lo que quiera, a quien quiera, cuando quiera. Él creó todo lo
que vemos y somos. Pero por “ahora” – por hoy – Él espera pacientemente. Él
espera pacientemente que todos aquellos que serían salvos en esta
“dispensación” sean salvos.
Porque nuestro Señor (El Cordero) nació de una mujer para quitar “el pecado
del mundo”. Es importante notar aquí que Juan afirmó que Jesucristo hace más
que salvar a los pecadores. Él quita el pecado del mundo. Él restauró la
creación en la cruz. El mundo está activamente en contra de Dios hoy. El mundo
quiere confundir a los cristianos. Romanos 8:18-23 explica que la creación (el
mundo) y todo lo que hay en él espera angustiado ser restaurado. La cruz
restauró más que los humanos. Quitó los pecados de los escogidos y el pecado
del mundo.
Jesucristo es humilde. Él también es muy poderoso. Cuando te sientas
perdido, inseguro, asustado, amenazado, dañado, deprimido o cualquier otra cosa
negativa que nuestra vida caída te depare, recuerda, nuestro Señor lo ha
superado todo. Él es un Cordero – por ahora. Un día veremos con nuestros
propios ojos sobrenaturales lo que Él ha hecho y Lo alabaremos por permitirnos
ser parte de ello. Hasta entonces – recuerden Quién vino como Cordero. Recuerda
quién es Él. El León de Judá (Apocalipsis 5:5). Él que tiene autoridad sobre
todo.
Favor de escibir tus comentarios o preguntas aquí. Gracias.
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