Filipenses 2:3
No hagan nada por egoísmo o por vanagloria,
sino que con actitud humilde
cada uno de ustedes
considere al otro como más importante que a sí mismo.
Este es un versículo
desafiante. La cultura de los Estados Unidos ha pasado los últimos sesenta años
definiendo el egoísmo y la vanidad. Para los ciudadanos estadounidenses, el
egoísmo y la vanidad deben ser respetados y adquiridos. Como resultado, la
cultura en los Estados Unidos no ha hecho más que volverse más “dura”.
Miremos un poco más de cerca estos dos atributos que Pablo nos instruye
a evitar...
1) Egoísmo: ¿qué “poseemos” que realmente podamos llamar nuestro? Pero
trabajamos duro y “compramos” cosas como si valiera la pena poseerlas. La
iglesia necesita apoyo financiero para hacer cosas que sostengan el reino.
Muchas veces no somos “sabios” con los fondos que Dios ha provisto. Debe quedar
claro, si realmente lo pensamos, nunca “poseeremos” nada ni les daremos nada a
nuestros hijos que ellos puedan conservar.
Pero no sólo somos egoístas con nuestro “dinero”. Somos egoístas con
nuestro tiempo y talentos. Hay hermanos y hermanas en Cristo a quienes podemos
visitar, compartir comida y pequeños obsequios que podemos hacer y dar a otros.
Himnos y canciones cristianas que se pueden compartir con los miembros del
Cuerpo de Cristo. Hay muchas cosas que podemos hacer para animar a otros que
nos “costarán” tiempo. Deberíamos estar ocupados tratando de descubrir los
dones espirituales que el Señor ha provisto y ponerlos en práctica. Estas cosas
requieren tiempo y esfuerzo. Son BUENAS cosas que hacer.
2) Vanidad vacía (vanagloria): es otra forma de describir el “orgullo”. La vanidad vacía es una frase interesante. La vanidad es la
convicción, la creencia firme, de que uno mismo es mejor que otro. Pablo añade
el adjetivo “vacío” a esta creencia. ¿Por qué llamaría vacía la vanidad?
Respondamos a esta pregunta con otra: ¿Qué has hecho, pensado, logrado, ganado
o por lo que te has esforzado alguna vez que puedas decir honestamente que
hiciste “por tu cuenta”? La respuesta correcta a esta pregunta es nada, nunca.
Todos somos seres creados. No hay talento, habilidad, intelecto, o capacidad
que podamos reclamar como nuestra. Quienes seamos – si es bueno – el Señor nos
lo dio – si es pecaminoso – somos responsables de
ello. Piénsalo durante unos días. No es un cuadro bonito, pero es una verdad
bíblica. En Su gracia, Él nos salvó. Literalmente no tenemos nada de qué
enorgullecernos. Por eso es una presunción “vacía”.
Entonces, después de pensar en cómo se supone que NO debemos actuar,
Pablo nos da algo que “hacer”. Una aplicación para vivir el día a día. “Con
actitud humilde, piensa en los demás como más que tú mismo”. Oh, eso suena
"cristiano". Entonces, aplicamos esto en pequeñas formas en momentos
socialmente apropiados para que otros puedan ver nuestra “bondad”. Pero,
¿alguna vez has entrado en un cuarto y has sentido literalmente que todos los presentes estaban “mejor”? No
porque sean algo especial sino porque comprendes la profundidad de tu
pecaminosidad. Entiendes que, sin la gracia de Dios, realmente eres una persona miserable. Esta es
una experiencia continua e incómoda. Si somos verdaderamente honestos acerca de
“quiénes” somos, no requiere mucho esfuerzo considerar a los demás como mejores
que nosotros mismos. Nuestra batalla continua con nuestra “carne” debería
mantenernos humildes. No somos quienes nos gustaría ser. En este versículo,
Pablo nos anima a mantener una actitud de “quebrantamiento” hacia los demás. Y
la mejor manera de demostrar que entendemos quiénes somos es tratar a los demás
como si fueran mejores que nosotros.
Entonces – pasemos hoy – todo el día – pidiéndole a nuestro Señor que
nos ayude a recordar considerar a los demás como mejores que nosotros mismos.
El resultado de esta actitud será que seremos más generosos, más considerados
con los sentimientos de los demás, más amables. “Es mejor dar que recibir”. Y
nuestro Señor, que nos trató mejor de lo que se trató a Sí Mismo al envolverse en carne, caminar entre nosotros durante unos treinta
y tres años y luego morir en una cruz terrible en nuestro lugar, se sentirá honrado. Y eso es algo BUENO que hacer. HonrarLo.
Comentarios aquí, por favor. Gracias.
ReplyDelete