Wednesday, March 13, 2024

La Actitud Sabia

Filipenses 2:3
No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, 
sino que con actitud humilde cada uno de ustedes 
considere al otro como más importante que a sí mismo. 

Este es un versículo desafiante. La cultura de los Estados Unidos ha pasado los últimos sesenta años definiendo el egoísmo y la vanidad. Para los ciudadanos estadounidenses, el egoísmo y la vanidad deben ser respetados y adquiridos. Como resultado, la cultura en los Estados Unidos no ha hecho más que volverse más “dura”.

Miremos un poco más de cerca estos dos atributos que Pablo nos instruye a evitar...

1) Egoísmo: ¿qué “poseemos” que realmente podamos llamar nuestro? Pero trabajamos duro y “compramos” cosas como si valiera la pena poseerlas. La iglesia necesita apoyo financiero para hacer cosas que sostengan el reino. Muchas veces no somos “sabios” con los fondos que Dios ha provisto. Debe quedar claro, si realmente lo pensamos, nunca “poseeremos” nada ni les daremos nada a nuestros hijos que ellos puedan conservar.
Pero no sólo somos egoístas con nuestro “dinero”. Somos egoístas con nuestro tiempo y talentos. Hay hermanos y hermanas en Cristo a quienes podemos visitar, compartir comida y pequeños obsequios que podemos hacer y dar a otros. Himnos y canciones cristianas que se pueden compartir con los miembros del Cuerpo de Cristo. Hay muchas cosas que podemos hacer para animar a otros que nos “costarán” tiempo. Deberíamos estar ocupados tratando de descubrir los dones espirituales que el Señor ha provisto y ponerlos en práctica. Estas cosas requieren tiempo y esfuerzo. Son BUENAS cosas que hacer.

2) Vanidad vacía (vanagloria): es otra forma de describir el “orgullo”. La vanidad vacía es una frase interesante. La vanidad es la convicción, la creencia firme, de que uno mismo es mejor que otro. Pablo añade el adjetivo “vacío” a esta creencia. ¿Por qué llamaría vacía la vanidad? Respondamos a esta pregunta con otra: ¿Qué has hecho, pensado, logrado, ganado o por lo que te has esforzado alguna vez que puedas decir honestamente que hiciste “por tu cuenta”? La respuesta correcta a esta pregunta es nada, nunca. Todos somos seres creados. No hay talento, habilidad, intelecto, o capacidad que podamos reclamar como nuestra. Quienes seamos – si es bueno – el Señor nos lo dio – si es pecaminoso – somos responsables de ello. Piénsalo durante unos días. No es un cuadro bonito, pero es una verdad bíblica. En Su gracia, Él nos salvó. Literalmente no tenemos nada de qué enorgullecernos. Por eso es una presunción “vacía”.

Entonces, después de pensar en cómo se supone que NO debemos actuar, Pablo nos da algo que “hacer”. Una aplicación para vivir el día a día. “Con actitud humilde, piensa en los demás como más que tú mismo”. Oh, eso suena "cristiano". Entonces, aplicamos esto en pequeñas formas en momentos socialmente apropiados para que otros puedan ver nuestra “bondad”. Pero, ¿alguna vez has entrado en un cuarto y has sentido literalmente que todos los presentes estaban “mejor”? No porque sean algo especial sino porque comprendes la profundidad de tu pecaminosidad. Entiendes que, sin la gracia de Dios, realmente eres una persona miserable. Esta es una experiencia continua e incómoda. Si somos verdaderamente honestos acerca de “quiénes” somos, no requiere mucho esfuerzo considerar a los demás como mejores que nosotros mismos. Nuestra batalla continua con nuestra “carne” debería mantenernos humildes. No somos quienes nos gustaría ser. En este versículo, Pablo nos anima a mantener una actitud de “quebrantamiento” hacia los demás. Y la mejor manera de demostrar que entendemos quiénes somos es tratar a los demás como si fueran mejores que nosotros.

Entonces – pasemos hoy – todo el día – pidiéndole a nuestro Señor que nos ayude a recordar considerar a los demás como mejores que nosotros mismos. El resultado de esta actitud será que seremos más generosos, más considerados con los sentimientos de los demás, más amables. “Es mejor dar que recibir”. Y nuestro Señor, que nos trató mejor de lo que se trató a Sí Mismo al envolverse en carne, caminar entre nosotros durante unos treinta y tres años y luego morir en una cruz terrible en nuestro lugar, se sentirá honrado. Y eso es algo BUENO que hacer. HonrarLo.

1 comment:

Cambios Profundos

2 Corintios 7:1  Por tanto,  amados,  teniendo estas promesas,  limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la...