Juan 3:17
Porque Dios no envió Su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El.
Dios, el Padre, envió al
Hijo. La humildad es una de las increíbles características del Creador de todo
lo que somos, vemos y conocemos. ¿Cómo
puede ser que Aquel que tiene todo el poder sea humilde? Pero la pregunta misma enmarca la
respuesta. Cuando Uno es omnipotente, no
hay necesidad de estar "orgulloso" de lo obvio. Él es humilde porque no necesita ser
diferente en Su creación. Entonces, Él
“envió” a Su Hijo. Y el Hijo obedeció. Él vino a esta vida
caída de polvo y muerte (nuestra existencia) para “buscar y salvar lo que se había perdido”. (Lc.
19:10)
El Hijo no fue enviado para juzgar al mundo. Los “no salvos” ya están condenados. Romanos 1:20 afirma que “todos ellos son sin
excusa”. A cada ser humano se le
“mostrará” cómo y cuándo entendió que su Creador era y es el Dios vivo. Su comprensión y rechazo de Él es su
juicio. Él es perfectamente santo. No puede equivocarse. Las personas que no son “salvas” ya son
juzgadas.
Es IMPORTANTE definir el término “mundo” en el
capítulo 3 de Juan. El “mundo” no es
toda la gente para siempre. El “mundo”
en este pasaje son todos aquellos a quienes Jesucristo vino a salvar. El “mundo” son todas las naciones, tribus,
lenguas, pueblos que Él escogió antes de que el sol comenzara a brillar.
(Efesios 1)
Dios es amor. Él nos ama a
nosotros, a Sus elegidos. Y, en Su amor por nosotros, es compasivo.
Se humilló y “se hizo como nosotros” – para “salvarnos” de lo que
justamente merecemos – una eternidad en angustia y llamas. Y usamos el término “salvo”. Porque, literalmente, esto es lo que
Jesucristo hizo por nosotros en la cruz.
Él nos sacó del lago de fuego
eterno. Y, a través de Su muerte vicaria
y sustitutiva, nos colocó con Él en el cielo nuevo y la tierra nueva. (Apocalipsis 21) Para siempre. El “mundo” de personas que Él eligió (porque
quería elegirlos) estará con Él para siempre en una nueva creación. Y lo alabaremos por siempre por la eterna amabilidad y bondad que derramó sobre nosotros. Él es un Dios muy bueno. Y estaremos
eternamente agradecidos por todo lo que ha hecho por nosotros.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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