Tuesday, June 4, 2024

El Señor de Todo

1 Crónicas 29:11
Tuyo es, oh Señor, 
la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, 
en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; 
Tuyo es el dominio, 
oh Señor
y te exaltas como soberano sobre todo.

Nuestro Señor es El Señor de todo.  Él hizo el universo.  Puede llamar las estrellas por nombre. (Sal. 147:4) ¿Por qué nombraría las estrellas?  Él los disfruta.  Tenemos fotografías de hermosas formaciones de galaxias y estrellas.  Él es un Señor que disfruta de Su creatividad.  Disfruta de la complejidad del ADN.  Almacenó toda la información para hacerte exactamente como eres en una sola cadena de aminoácidos dentro de tus células.  Él es un Dios asombroso y creativo.

El universo entero no puede contener a nuestro Señor.  Esta es una de las razones por las que Él lo creó.  Entonces, nosotros, Sus criaturas, podríamos comenzar a “comprender” un poco acerca de “con Quién tenemos que tratar”.  Él es inmenso.  Él es eterno.  TODO poder y autoridad Le pertenecen a Él.  (Mt. 28:18) (Esta es otra razón por la que NUNCA debemos tomarnos a nosotros mismos muy en serio. Cualquier autoridad que tengamos en esta vida pertenece completamente a Jesucristo. TODA la autoridad.)

Nuestro Señor será glorificado.  Podemos “evitar” glorificarLo en esta vida porque estamos convencidos de que nuestras prioridades son más importantes.  Esto es un error.  Todos Lo glorificaremos.  Merece nuestros elogios constantes.  Pablo explicó “por qué” glorificaremos a nuestro Señor de esta manera en Filipenses 2:6-11 - 
“el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a Sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.  Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre." 

La victoria le pertenece a Él.  Jesucristo, en la cruz terrible, venció el pecado, la muerte y aplastó a Sus adversarios.  Él es el vencedor.  Y Lo adoraremos por el Conquistador que es.  Estamos en el equipo "bueno".  Los “buenos” ganan en esta historia (de la humanidad) porque nuestro Señor es BUENO.

Entenderemos Su majestad.  Cuando Lo encontremos.  Juan, el discípulo amado, pasó tres años (en el polvo de esta vida) cerca de Jesucristo.  Apoyó su cabeza sobre el pecho de Jesús en la última cena.  Y Juan casi se desmaya cuando Jesucristo apareció en la cueva de Patmos.  (Apocalipsis 1) Jesucristo es Rey de reyes.  Y entenderemos este hecho cuando Lo encontremos.  Él define majestad.

Nuestro Señor es el Señor de todo.  La creación existe porque Él quiso que así fuera.  No hay nada – ni un átomo en la estrella más lejana – ni una persona en el cielo más alto o en el infierno más profundo – que no exista sin el propósito de nuestro Señor.  Él es SEÑOR de todo.  Y nuestro Señor tiene un plan.  Su gloria y nuestro bien (los escogidos).

Y Él es exaltado sobre todo porque es soberano.  Es interesante cuánto tropiezan los humanos (y los teólogos) respecto de Su soberanía.  El orgullo humano no se detiene porque somos “salvos”.  Los teólogos debaten “cuán” soberano es nuestro Señor.  Idean “ideas” sutiles y no tan sutiles para debatir Su soberanía.  El “debate” se basa en el orgullo y la necedad humanos.  Él es soberano sobre cada persona y todo lo que creó.  Él logrará lo que Él ha planeado.  Y Su plan nunca dependió de la “elección” humana.  Él usa (y usó) decisiones pecaminosas para promover Su plan.  Él justamente responsabiliza a cada criatura pecadora por sus decisiones pecaminosas.  Porque “eligieron” pecar en su estado limitado y creado.  Pero Él sabía lo que harían desde Su perspectiva eterna.  Y Su conocimiento es soberano.  Él está por encima de todo.  Y Él merece ser adorado hoy por todo lo que hará hoy y todo lo que Él ha hecho por nuestro futuro eterno.

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