Romanos
1:16
Porque no
me avergüenzo del evangelio,
pues es el poder de Dios para la salvación de todo
el que cree,
del judío primeramente y también del griego.
Es
bueno ser hijo del Dios vivo que “piensa”.
Todos deberíamos ser personas "reflexivas". La Biblia es una colección de cartas y
“libros” que requieren pensamiento y reflexión.
Salmo 1:2-3 nos dice que somos “bienaventurados” cuando “meditamos” /
“consideramos” la palabra de Dios. Y un
cristiano "reflexivo" "pensará" en las ideas y conceptos
que se encuentran en el "evangelio".
Pablo,
en la introducción a su obra teológica más profunda, el libro de Romanos, hace
una declaración clara y decidida: “No me avergüenzo del evangelio”. “Pensemos” / “consideremos” su
declaración. En primer lugar, ¿cómo
llegamos a existir? ¿Cómo llegamos todos
(cada ser humano) a este mundo? Génesis
1 – “Hagamos al hombre a nuestra imagen”.
TODOS somos creados por Dios.
TODOS nosotros vinimos a existir porque Él quería que TODOS estuviéramos
aquí – los salvos y los no salvos son TODOS creados por Él. No ha nacido ningún bebé, en ningún lugar,
que no haya sido parte del plan providencial de Dios. Entonces, como cristianos “reflexivos”,
debemos entender que cuando compartimos el amor de Jesucristo con CUALQUIER
persona en la creación de Dios, no debemos avergonzarnos. La persona con la que compartimos el amor de
Cristo fue creada por este mismo Jesucristo. (Juan 1:3) Teniendo presente esta
verdad básica, no tenemos nada de qué avergonzarnos. Sólo compartimos Su amor con aquellos que no
entienden Quién los creó. Sus corazones
confundidos y caídos los tienen atrapados en un infierno eterno – si nuestro
Señor decide no “actuar” sobre ellos. Es
Su gracia la que les permitirá comprender Quién los creó. (Y no fueron sus padres. Hay muchas parejas
que quieren ser “padres” y nuestro Señor no lo permite.)
El siguiente tema
para considerar en este versículo: ¿Qué es el “evangelio”? El “evangelio” son las BUENAS NUEVAS de
Jesucristo. Las BUENAS NUEVAS consisten
en tres temas principales que deben comunicarse claramente:
1) Todos somos
pecadores. (Rom. 3:23) Todos nosotros
hemos fracasado. Todos hemos “errado el
blanco”. Nuestros pecados nos separaron
de nuestro santo Creador. Nuestra
relación con nuestro Creador está rota.
No podemos arreglarlo.
2) Jesucristo, en
Su amor y gracia abrumadores, vino y reparó eternamente nuestra relación con
Dios mientras lo odiábamos. (Juan 3:16)
Si creemos en el perdón de nuestros pecados que recibimos a través de Su muerte
en la cruz, somos eternamente “salvos”.
Vamos al cielo y no al infierno – para siempre.
3) La persona con
quien compartimos el “evangelio” debe “pedir” con sus propias palabras el
perdón de Jesucristo. No tienen que
hacer esto en nuestra presencia. Pueden
pedir este perdón eterno cuando y donde quieran. Deben pedirLe perdón con un corazón sincero,
reconociendo el daño que han causado con sus propios pecados. En el momento en que piden Su perdón, son
eterna y completamente perdonados. Y son
hechos perfectamente justos.
Este es el “evangelio” de Jesucristo. El Creador de todos tiene el perfecto derecho
de explicar a Sus seres creados “cómo” ha elegido salvar a algunos de
ellos. Y lo ha hecho a través de la
increíble historia de Su muerte en la cruz.
Su amor venció la muerte, el pecado y Satanás. Su amor es muy profundo y fuerte. Y estas verdades no deberían hacernos sentir
vergüenzaAl
contrario, estas verdades son hechos poderosos.
Nuestro santo Creador podría habernos dejado a TODOS en nuestros pecados
y transgresiones. Podría habernos dejado
en nuestro deseo de tener todo lo que podamos en esta vida. Pero Él no lo hizo. Él vino y nos restauró a Él con poder. Poder que no empezamos a entender. Pero algún día lo haremos. Entenderemos completamente lo que significa
“nacer de nuevo”. Y el acto de hacernos
“nacer de nuevo” se inicia en el “evangelio”.
Comenzamos nuestro camino hacia la perfección cuando el Espíritu Santo
toma los pensamientos que se encuentran en las palabras del “evangelio” y
transforma nuestra existencia. Algo
eternamente espiritual ocurre en nosotros cuando escuchamos las poderosas
palabras del “evangelio”. La transacción
de nuestra salvación está contenida en los pensamientos plantados en las
palabras del “evangelio”. El evangelio
es el método de Dios para salvar a los pecadores perdidos. Los pensamientos en Sus palabras y Su plan
son poderosos. Cambian la eternidad para Sus escogidos.
Y nos
pide que compartamos estas poderosas palabras con los demás. De modo que ellos también pueden ser
transformados eternamente, si Él así lo desea.
Es un privilegio compartir el “evangelio”. Para participar en Su plan eterno de “salvar”
eternamente del infierno a aquellos que Él quisiera. TODOS deberíamos disfrutar de compartir el
amor de Jesucristo con un mundo caído.
Como cristianos “reflexivos”, sabemos antes de abrir la boca para
compartir el “evangelio” que la persona que está en nuestra presencia fue
creada por Aquel a quien estamos a punto de compartir. Y esta verdad nos da confianza. Seamos valientes. Anhelamos honrar a Aquel que nos salvó. Y compartimos Su plan de salvación. Amor – demostrado por Su muerte en una cruz. La santidad de Dios queda satisfecha con el
ofrecimiento de Su único Hijo en nuestro lugar.
Para permitirnos vivir con Él eternamente. Y compartimos esto todos los días con
alguien, en algún lugar. Porque no hay
NADA en este mundo caído más importante que la muerte de Jesucristo en la
cruz. Es el punto de partida para TODOS
los que somos salvos. Sin la cruz, todos
estamos condenados. Con la cruz
esperamos calles de oro.
El
último punto de este versículo – “al judío primero”. Interesante.
Como gentil, estoy celoso. Dios
no ha abandonado ni olvidado a Su pueblo escogido. La muerte de Cristo por Su nación – los
judíos – les será aclarada en el futuro.
El “evangelio” es primero para los judíos. En esto nosotros, los gentiles, podemos
comprender más clara y profundamente Su gracia.
Hoy, los judíos (la MAYORÍA de ellos) no entienden QUIÉN es
Jesucristo. Hasta el día de hoy casi
todos los judíos rechazan el "evangelio". Pero un día (Apoc. 19; Zac. 12:10), Lo
mirarán y entenderán. Ellos
creerán. Como creemos hoy los gentiles,
por Su gracia. Entonces, mis queridos
hermanos y hermanas, comprendan que en Su plan eterno, nosotros somos los
“extras”, la parte secundaria de Su plan.
Pero lo realmente bueno (cool) de nuestro Señor es que el segundo lugar muchas
veces se convierte en el primero… 😊 Él es humilde.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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