Romanos 12:10
amándose los unos a los otros
con amor fraternal;
en cuanto a honra,
prefiriéndose los unos a los otros;
En
caso de duda (lo que ocurre con más frecuencia en la confusa vida actual),
sirva a los demás. Cuando no esté seguro
de qué hacer a continuación – en lugar de llenar el tiempo “libre” con una
aplicación social o mirar un video en tiempo real (streaming) – prepare algo
para sus hermanos y hermanas en Cristo.
Dales preferencia. “Haz” algo por
ellos. Piensa en su comodidad y placer
más que en el tuyo.
¡Y TÚ
serás bendecido! No podemos dar más que
Jesucristo. No es posible. Cuando escogemos honrar a los demás y
bendecirlos – especialmente a nuestros hermanos y hermanas en Cristo –
recibimos más honor y placer. Quizás
aquí – recibamos paz y gozo – quizás no.
Pero nuestro Señor vivió este precepto con Su vida y Él ES exaltado por
haberlo vivido de una manera que nadie “creado” puede duplicar. ÉL murió – siendo Dios – porque nos amó. Y Su amor por nosotros quiso honrarnos. Entonces Él “imputó” (puso en nosotros) Su
justicia. Tenemos Su perfección. Y ÉL será siempre alabado por habernos “dado”
la eternidad con Él. (Efesios 1; Hebreos
2)
El
amor anhela dar. El amor no busca lo
suyo. (1 Cor. 13:5) Cuando “seguimos” el
ejemplo de Cristo, Él hará lo mismo por nosotros. En Su tiempo.
Pero la recompensa por “amar” es inevitable. Es parte del carácter de Dios. Necesitamos amar sinceramente. No “hacer” cosas para que podamos ser
recompensados o vistos.
Simplemente “ámense
unos a otros”. ¿Y qué le
dijo Jesucristo al apóstol
Pablo? “Es más bienaventurado dar que recibir”. (Hechos 20:35) Porque el amor verdadero – amor lleno de gracia – ágape – amor inmerecido – es parte del
carácter de nuestro Dios. Y este amor –
que “brota” de un corazón lleno del Espíritu Santo – amará generosamente a los
demás. (ej. buen samaritano – Lucas
10:25-37) Y el “deseo” de amar y dar brota
libremente – abiertamente. Y “actuamos”
en base a nuestro deseo de honrarLo a Él y a nuestros hermanos y hermanas. Les damos preferencia cuando los “amamos”.
Así
que hoy sigue al Señor. Ama a los
demás. No con palabras. Con hechos.
Ámalos. Generosamente. Y nuestro Señor será alabado por seguirLo. Y Él disfruta de nuestra alabanza. Él merece nuestros elogios. Porque ÉL nos ha dado la
eternidad con Él. 😊
amándose los unos a los otros
con amor fraternal;
en cuanto a honra,
prefiriéndose los unos a los otros;
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
ReplyDelete