Galatas 5:16
Digo, pues:
anden por el Espíritu,
y no
cumplirán el deseo de la carne.
La
iglesia en Galacia comenzó bien.
¡Estaban preparados para “sacarse los ojos si era necesario” por Pablo!
(Gál. 4:15) Estaban comprometidos a “hacer una diferencia” para el reino de
Dios. Y la vida cotidiana se metió con ellos. Las reglas eran más fáciles de
seguir que la dependencia del Espíritu Santo.
Entonces, pusieron “algunas” reglas convenientes y las cumplieron. Pablo les recordó – con mucha audacia – que
nunca ganarían su salvación con reglas.
La salvación se da por gracia. Es
un regalo inmerecido.
Muchas
personas en nuestra pequeña iglesia comenzaron con deseos apasionados de honrar
a Jesucristo con sus vidas. Entonces
intervino la vida cotidiana. Nuestra carne no descansa en su deseo de “dictar”
a Dios y a nosotros lo que “haremos”.
(Somos mucho más traicioneros con nosotros mismos de lo que creemos, la
mayor parte del tiempo). Y – día tras día – en nuestra pequeña iglesia – vemos
que otros cometen errores o confunden prioridades. Y nos sentimos “cómodos” permitiendo a
nuestra “carne” más libertad – más control sobre nuestras decisiones. Y perdemos nuestra pasión por servir a
Jesucristo. Nos volvemos “tibios”. Perdemos nuestro primer amor. Esto es m-u-u-u-u-y fácil de hacer en un país
donde hay tanto dinero disponible.
Nuestra "carne" ama el dinero y las "cosas". La mayoría (casi TODOS) de los cristianos que
conocemos en los Estados Unidos viven para “conseguir dinero” y “comprar más
cosas”. Fácilmente nos
"deslizamos" hacia la misma perspectiva sin siquiera darnos
cuenta. Nos volvemos “carnales” porque
vemos a tantos “cristianos” viviendo una existencia “tibia” – queremos creer
que esta es la vida cristiana “correcta”.
¡¡NO LO ES!!
El
“verdadero” andar / caminar cristiano pone el reino de Dios en primer lugar. No pueden (y no quieren) dejar de hablar de
Jesucristo con quienquiera que esté en la habitación. Él es el primero en sus pensamientos. Y las personas con las que trabajan, viven y
caminan por la vida lo saben.
Rápidamente. El Señor debe ser
mencionado, buscado y glorificado con nuestros pensamientos y vidas. TODO el tiempo. Nuestro Señor no es un versículo que podamos
citar “en el momento oportuno”. ÉL creó
el “momento adecuado” y el “momento adecuado” es AHORA. Continuamente Le pedimos permiso para tener
sabiduría para hablar de ÉL todo el tiempo.
Le pedimos a Dios que nos ayude a DEJAR de hablar de ÉL. Jesucristo es lo primero que viene a la
mente. Implacablemente. Porque estamos rotos. Entendemos que no sabemos “cómo” vivir hoy
sabiamente. Entendemos que nuestra
“carne” es orgullosa, egocéntrica, egoísta y muy buena para confundirnos.
Entonces,
Pablo, después de dar muchas instrucciones sobre la necedad de seguir reglas o
“buscar una manera conveniente” de vivir la vida, llega a una aplicación clara
(típica de Pablo) en el Capítulo 5, versículo 16. “Andar” (“hacer” vida diaria)
por el Espíritu. Una pregunta razonable
y buena para esta declaración es: “¿CÓMO?”
“¿Cómo ‘andamos’ según (o “en”) el Espíritu?” La única manera en que podemos “caminar”
(hacer la vida diaria) por el Espíritu es por la fe. El Espíritu SANTO es SANTO. ÉL no quiere “seguir” nuestras decisiones
carnales. ÉL quiere que nos “negamos a
nosotros mismos”. "Morir a nosotros
mismos". Si vamos a “andar en el
Espíritu” tenemos que entender que NO sabemos cómo vivir hoy. No desde una perspectiva espiritual. No sabemos “cómo”. Entonces – debemos PARAR y pensar – OK –
Espíritu Santo – hoy debo “caminar” ('hacer' la vida) conTigo y por Ti. NO sé cómo hacer esto. Estoy perdido. ¡¡¡AYUDA!!!
Y nos
levantamos de la cama por la mañana – rotos internamente. NO sabemos lo que significa caminar por
fe. No tenemos la capacidad de percibir
las cosas espirituales. PERO QUEREMOS honrar a nuestro Señor. Nos “sentimos” perdidos. Pensamos – OK – Espíritu Santo – Me estoy
poniendo los zapatos. La Biblia dice que
necesito trabajar. Entonces me estoy
preparando para ir a trabajar. Me doy
cuenta de que NO sé “cómo” vivir hoy.
Pero voy a “caminar” durante este día – quebrantadamente. “Sintiéndome perdido – casi cada segundo –
durante todo el día. Porque SABES que no
sé “cómo” vivir un camino “espiritual”.
Pero “intentaré” preguntarTe – TODO EL DÍA – segundo a segundo – “¿Qué
quieres que ‘hago’?”. Y ESO es lo que
haré.
A
medida que vivimos así – día tras día – completamente inseguros de QUÉ el
ESPÍRITU SANTO quiere que “hacemos” (vivimos) – nuestro deseo de hablar acerca de
Jesucristo crece. Crece nuestro deseo de
que los demás SEPAN lo que se está volviendo (aumentando) en nuestro interior (pensamientos
de Jesucristo) - en nuestro corazón. Y “aprendemos” a caminar
por (en) el Espíritu. Y aprendemos a
“orar sin cesar”.
A
medida que vivimos esto – nuestra carne continúa disminuyendo – “se hace más
pequeña”. El ESPÍRITU SANTO toma cada
vez más control de nuestras “vidas”. Nos
volvemos más como ÉL y menos como nosotros.
Y DIOS sonríe ante nuestros débiles esfuerzos por crecer en
sabiduría. Y ÉL nos ayuda con amor. Por SU gracia.
Digo, pues:
anden por el Espíritu,
y no cumplirán el deseo de la carne.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
ReplyDelete“El nos ayuda con amor. Por su gracia” Que bendición que podemos tener su ayuda, su ayuda llena de amor.
ReplyDeleteAmén. Nuestro Señor ES amor.
ReplyDelete