Wednesday, October 16, 2024

Honrar a Nuestro Señor en Los Detalles Diarios

Salmos 19:14
Sean gratas las palabras de mi boca 
y la meditación de mi corazón delante de Ti, 
Oh Señor, 
roca mía y Redentor mío.

Que las palabras de mi boca sean gratas.  Este concepto requiere MUCHA atención.  TODO el “tiempo”.  Somos muy propensos a “hablar primero – pensar después”.  Nuestro SEÑOR quiere que "anticipemos" QUIÉNES somos y meditemos en "pensar primero" y hablar despacio – pensativamente.  Nuestra lengua es un arma poderosa.  Deberíamos “ejercerlo” sabiamente.  Pensativamente.  En caso de duda, NO hable.  Considere sus palabras.  Pesarlas.

Y a medida que “consideramos” nuestras palabras, comenzamos a darnos cuenta de que valemos más de lo que “pensábamos”.  Es interesante observar cómo se desarrolla esta verdad en nuestras vidas.  Al obedecer a nuestro Señor, Él nos enseña que somos mucho más valiosos de lo que creíamos o entendíamos.  Mientras “consideramos nuestras palabras” y “pesamos” cuáles hablaremos, nos damos cuenta de que es importante que otros consideren nuestra voz, nuestros pensamientos.  Y nuestra propia autoestima mejora.  Nuestro Señor nos instruye sobre cómo “vivir” para nuestro propio beneficio – SI sólo OBEDECEMOS.  “Considera” tus palabras – piensa en ellas – ANTES de hablar.

Y a medida que consideramos / meditamos sobre nuestras palabras, aprendemos más autocontrol.  El Espíritu Santo quiere que aprendamos autodisciplina.  Él es DIOS.  Y Él es más que capaz de ayudarnos a tener Su fruto – amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, AUTOCONTROL (Gálatas 5:22).  Simplemente necesitamos pedirLe ayuda.  PídaLe a ÉL que nos ayude a “pensar primero – hablar despacio”.  Santiago 1:19 – “cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira”.

Mejoramos la capacidad del Espíritu Santo para “ayudarnos” mientras estudiamos la palabra de Dios.  "Llenamos" nuestros corazones y mentes con Sus pensamientos.  La Biblia es la Palabra de Dios.  Él nos permite CONOCERLO mientras leemos y meditamos Su palabra.  Y a medida que LO CONOCEMOS, se vuelve más fácil para nuestro corazón meditar en ÉL.  (Sal. 1:2-3) Su palabra nos hace consistentes, estables, “fuertes” (mental y espiritualmente).  ÉL es un BUEN DIOS.  Y nuestra obediencia a SUS instrucciones mejora nuestra existencia de muchas, muchas maneras.

A medida que crecemos en la manera en que “meditamos” en Él y Su palabra, nos volvemos más como Él – más completos – ganamos “integridad” (plenitud).  Por lo tanto, es beneficioso para nosotros dejar que nuestro “corazón” medite en Él.  Y el Espíritu Santo – en nuestros corazones – toma nuestro “conocimiento” de la palabra de Dios y lo convierte en “entendimiento”.  Ya no “sabemos” acerca de Dios – Lo entendemos a Él y a Sus humildes caminos.  Nos volvemos más como ÉL y menos como nosotros.

David, el autor de este salmo, finaliza estas palabras de alabanza con una doxología.  “O YHWH” – el nombre inefable – el DIOS de todo.  Deja que “mis palabras y meditaciones (pensamientos)” Te glorifiquen.  Amén.  Y así debería ser.  Somos Su creación.  ÉL NO existe para servirnos.  Existimos para SERVIRLO.  Y necesitamos poner nuestras vidas en orden.  Él debería dictarnos lo que ÉL quiere.  ÉL ES nuestro YHWH.  Nuestro Señor.

Él es nuestra Roca.  Él es estable cuando todos y todo lo demás se mueve.  Él es nuestra Roca cuando la vida no tiene “sentido”.  Cuando no sabemos “qué” hacer ni “cómo” hacerlo.  Simplemente, humildemente tratamos de honrarLo.  Y Él está allí – esperando pacientemente y con amor para permitirnos confiar en Él.  Una Roca inamovible.

Y – ÉL es nuestro Redentor.  Alabado sea SU santo nombre.  ÉL no tuvo que “redimir” a nadie.  Podría habernos dejado en nuestro estado pecaminoso y enviarnos a todos al infierno eterno que con razón merecemos.  Tú y yo merecemos una eternidad de castigo.  Porque ÉL es eternamente santo y nosotros nunca podremos serlo.  Sin SU redención.  Él nos “compró”.  Él nos “redimió” de nuestra esclavitud al pecado.  Y nos “salvó” para que podamos SERVIRLE.  Él no nos “salvó” para que podamos “disfrutar” activamente esta vida.  La idea de que debemos disfrutar esta vida es resultado de la orientación secular del cristianismo en los Estados Unidos de América.  Dietrich Bonhoeffer “vio” este problema en la década de 1930 cuando visitó los Estados Unidos.  Les dijo a los líderes de la iglesia en aquellos días que la iglesia cristiana en los Estados Unidos se encaminaba hacia una perspectiva secular si no cambiaban sus costumbres.  Y no escucharon.  La mayoría de las iglesias “cristianas” hoy en día se sienten bastante cómodas con una reunión semanal, algunas conversaciones sobre “Jesús” durante la semana – sin malas palabras – y tienes cubiertos los “aspectos” espirituales de la vida.  ESTO NO ES “cristianismo”.  Jesucristo nos redimió para servirLe.  ÉL es nuestro “Redentor”.  Como tal, Él nos instruye sobre qué hacer, dónde hacerlo y cuándo hacerlo.  Debemos honrarLo a medida que las palabras de nuestra boca y las meditaciones de nuestro corazón aprenden a ser más como Él.
Sean gratas las palabras de mi boca 
y la meditación de mi corazón delante de Ti, 
Oh Señor, 
roca mía y Redentor mío.

No comments:

Post a Comment

Cambios Profundos

2 Corintios 7:1  Por tanto,  amados,  teniendo estas promesas,  limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la...