Vidas Distintas

Gálatas 1:10

¿Acaso busco ahora la aprobación de los hombres 

o la de Dios? 

¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? 

Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, 

no sería siervo de Cristo.

Pablo dirige esta pregunta a los miembros de la iglesia en Galacia.  La iglesia era joven.  Se estaba formando “hábitos” y tradiciones.  La iglesia en Galacia estaba siendo manipulada por algunos "miembros".  Querían traer el “legalismo” a la iglesia.  Muchos de los miembros de la iglesia eran judíos.  Querían incluir requisitos legales en su doctrina. Y Pablo se opuso apasionadamente a sus instrucciones.

Pablo entendió profundamente la gracia.  Había buscado y matado a cristianos antes de ser salvo.  Nuestro Dios soberano permitió esto para “usar” a Pablo poderosamente.  Pablo fue perdonado por perseguir el cuerpo de Cristo.  Y Pablo entendió profundamente todas estas cosas.  Su corta vida estuvo enfocada en honrar a Dios.  Este increíble Dios que actúa en nuestro mundo todavía hoy.

¿Y cómo actúa Dios en el mundo hoy?  Él quiere usarnos a ti y a mí.  ¡¡Increíble!!  Él quiere usar a los débiles, los confundidos, los desorientados – para SU gloria.  ¿Y cómo sucede esto?  Cuando Lo honramos con nuestras vidas.  Cuando decimos y hacemos cosas que hacen que los demás se pregunten qué nos motiva.  Cuando dejemos de intentar imitar al mundo.  Cuando no buscamos “comprar” más cosas.  Cuando no hacemos del dinero el centro de nuestra existencia.

En cambio, nos levantamos por la mañana y estudiamos Su palabra.  Durante 30 minutos o una hora.  Cada día.  Porque queremos saber CÓMO ser útiles al DIOS de la creación QUIEN nos rescató del infierno.  Queremos CONOCERLO.  Entonces, estudiamos.  Cuando llegamos a casa del trabajo (u otras personas regresan a casa), compartimos con ellos lo que aprendimos hoy sobre Jesucristo.  Y lo vivimos con pasión.  Nadie tiene que decirnos que vivamos esto.  Nadie lo exige.  Queremos HONRAR A JESUCRISTO.  Y queremos CONOCERLO.

A medida que llegamos a CONOCERLO, hacemos cosas que otros no hacen.  Visitamos a personas en el hospital.  Compartimos el evangelio dondequiera que estemos.  Alentamos a los derrotados.  Reprendemos a los orgullosos.  Queremos que la vida que conocemos honre a nuestro Creador.  Y nuestra manera de vivir no es apreciada por el mundo.  El mundo quiere abusar de cualquiera y de todos.  Cuando pedimos al mundo que respete a nuestros hermanos y hermanas, el mundo responde con ira.  Y estamos más que dispuestos a enfrentar la ira del mundo para proteger SU nombre y SU pueblo.  Ya no hacemos cosas que maximicen nuestra comodidad personal.  Hacemos cosas que nos causan más malestar porque SU honor es una prioridad.  La vida se vive por y para JESUCRISTO.

Entonces, mis queridos hermanos y hermanas, algunas preguntas… ¿Cómo va el estudio bíblico?  ¿Estás cada vez más cerca de JESUCRISTO?  ¿Quieres ser más como ÉL y menos como tú mismo?  ¿La diferencia se está volviendo más clara?  ¿Sigues buscando más y mejores formas de “ganar más dinero”?  (Esto no es bíblico y no lo honra a ÉL.) Independientemente de dónde viva hoy – Estados Unidos, México, Honduras, Guatemala, El Salvador – el mundo que conocemos está completamente y totalmente confundido.  No debemos vivir como las personas que nos rodean.  La mayoría de los cristianos todavía buscan vivir "como el mundo".  Este es un grave error.  Deberíamos ser diferentes.  Cada día.  Diferente.  No porque queramos atención o seamos rebeldes.  Diferente en que buscamos honrar a JESUCRISTO.

¿Acaso busco ahora la aprobación de los hombres 

o la de Dios? 

¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? 

Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, 

no sería siervo de Cristo.