Deuteronomio
6:5
Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, con toda tu alma y
con toda tu fuerza.
Deuteronomio
6:4-5 es conocido por los judíos como el "Shemá". Repiten estos
versículos dos veces al día, incluso hoy. El Shemá es una condensación de los
Diez Mandamientos. Los Diez Mandamientos condensan todos los requisitos que
Dios impuso a los judíos para mantener Su relación de pacto con ellos. Este
pasaje se repite en los Evangelios en diferentes contextos y con ligeros
cambios en las palabras: Mateo 22:34-29; Marcos 12:28-31; Lucas 10:25-28. En
Mateo y Marcos, Jesucristo menciona el Shemá. En el pasaje de Lucas, un experto
en ley religiosa cita el Shemá a Jesús. Las diferentes circunstancias y
personas que citan el Shemá demuestran la importancia de este pasaje en la
historia de los judíos, así como en el ministerio de nuestro Señor Jesucristo.
Las
palabras de Deuteronomio 6:5 exigen un enfoque completo en nuestro Creador. El
Catecismo de Westminster basa gran parte de su respuesta a la pregunta crucial –
¿Cuál es el propósito principal de la humanidad? – en este versículo. La
respuesta a la primera pregunta del Catecismo de Westminster es – Los seres
humanos fueron creados para glorificar a Dios. Y esto es cierto.
Las
palabras de Deuteronomio 6:5 son claras y fáciles de entender. Debemos amar al
Señor nuestro Dios con todo que somos y con todo que tenemos. Él debe ser el
centro de nuestra existencia. No hay nada "bueno" que tengamos,
pensemos o hagamos que pueda atribuirse a nadie más que a Él. Nada. Somos
responsables de nuestra contribución a lo "malo" en esta vida. Él
recibirá TODO el crédito por TODO lo bueno. Y así debe ser. Él es santo. Nos
creó para glorificarLO.
Así
que – veamos la aplicación de este poderoso versículo. ¿Cómo te va demostrando
tu amor por Dios? ¿VIVES este versículo? ¿Es ÉL el centro de tu existencia? ¿Te
das cuenta y recuerdas CONSTANTEMENTE que TODO lo bueno que tienes y eres –
proviene de Dios?
Obviamente,
tropezamos. Aún con Dios, el ESPÍRITU SANTO, quien mora en nosotros –
tropezamos. Sin embargo, debemos recordar la meta. Fuimos creados para glorificarlo a DIOS – no a
nosotros mismos. Y debemos esforzarnos por ser más como Él y menos como
nosotros mismos – cada día. A medida que “crecemos” en nuestra comprensión de
QUIÉNES SOMOS en Jesucristo – aprendemos que estas “tiendas” (2 Corintios 5)
son temporales. Estos cuerpos de polvo que tan fácilmente nos distraen serán
removidos. VIVIREMOS Deuteronomio 6:5 a la perfección – un “día”. Honraremos a
Dios por QUIÉN ÉL ES y por todo lo que ÉL ha hecho por nosotros.
Recuerden
– este pasaje se aplica principalmente a los judíos. Ellos recibieron los Diez
Mandamientos y el Shemá. Vivirán estas pautas en la Tierra Prometida algún día.
Nosotros participaremos en segundo lugar. También amaremos (nosotros - los gentiles) al
SEÑOR con perfección. Una de las razones por las que Jesucristo mencionó este
pasaje en los Evangelios fue para traer su relevancia al NUEVO Testamento. El
NUEVO pacto (Jer. 31:31-33) escrito en nuestros corazones después de que Él
murió por nuestros pecados en la cruz.
Los
judíos ocuparán la Tierra Prometida en el Milenio. Durante mil años vivirán el
Shemá. También vivirán según Deuteronomio 6:10-11, donde Dios declara que
ocuparán ciudades y casas que no construyeron.
Y creo
(tentativamente) que también ocuparemos casas y ciudades que no construimos
durante el Milenio. Isaías 2:2 dice, “La casa del Señor será establecida como
la cabeza de los montes, y será exaltada sobre los collados, y correrán a ella
todas las naciones...”. Entiendo que el reinado de 1000 años de Jesucristo en
Jerusalén nos sitúa a los gentiles viviendo en ciudades y casas que no
construimos. Igual que los judíos. Sin embargo, los judíos ocuparán la Tierra
Prometida. La tierra que nunca ocuparon por completo, aunque la fue prometida a
Abraham hace más de 3500 años. DIOS cumplirá Sus promesas a Israel. Y “veremos”
que esto se hace realidad.
Cuando
"vemos" al SEÑOR cumplir SUS promesas, nuestro respeto y admiración
por SU hesed, SU fidelidad, SU control sobre todo se profundizará. Y LO
adoraremos perfectamente. Tal como Deuteronomio 6:5 les dice a los judíos que
hagan. Los humanos, todos los humanos, amaremos al SEÑOR nuestro DIOS con TODO
lo que somos – algún día. Porque ÉL nos creó para esta razón. Y solo por esta
razón. Mientras tanto, busca a DIOS en los detalles que te rodean hoy. La
belleza de la naturaleza. El canto de los pájaros. Mira TODO lo bueno que nos
rodea. Disfruta de SU creación con ÉL. Y agradéceLE que puedes
"percibirla". AgradéceLE que tienes un cuerpo, cerebro y corazón que
puede sentir y entender estas cosas. AdóraLO, lo mejor que puedas, en la
"tienda" que llevas. Un día, ÉL quitará nuestras "tiendas"
y demostrará aún más de SU poder sobre nosotros – SUS elegidos. Y LO alabaremos
por siempre.
Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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