El Cordero de DIOS

Juan 1:29

Al siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: 

"¡Éste es el Cordero de Dios, 

que quita el pecado del mundo!"

Juan el Bautista vivió una vida inusual. Fue elegido para “preparar el camino” para la llegada del Rey de reyes. Y DIOS “preparó” a Juan el Bautista de maneras inusuales. Salió del desierto gritando – “Arrepentíos, el reino de los cielos se ha acercado”. Y cientos de judíos caminaron hasta el río Jordán para ver a este hombre inusual con un mensaje “extraño”. Vinieron a escuchar y ver porque DIOS había ordenado que el mensaje de Juan hiciera que la gente respondiera. DIOS estaba obrando en la vida de los judíos una vez más. Después de 400 años de silencio, DIOS regresó a SU pueblo elegido, envuelto en carne.

Y este DIOS/hombre –Jesucristo– había pasado los últimos treinta años trabajando en el hogar de José y María. Jesucristo esperó pacientemente – haciendo SUS actividades diarias de manera perfecta - hasta que llegó el “momento” para que ÉL comenzara SU ministerio. Y SU bautismo fue una de las primeras cosas que ÉL hizo para iniciar tres años de realizar milagros y enseñar a las personas (y a nosotros) QUIÉN ES ÉL y lo que ÉL quiere que hagamos y seamos.

Mientras Jesucristo camina hacia Juan el Bautista para ser bautizado humildemente por él, Juan pronuncia estas palabras: “He aquí el Cordero de Dios”. Los judíos tenían grandes expectativas de un Mesías poderoso que vendría a rescatarlos. Su llegada estaba profetizada en varios libros del Antiguo Testamento. Israel tenía expectativas de un Mesías que vendría y haría de Jerusalén la ciudad más importante del mundo. ¡Israel iba a ser el hogar del Mesías!

Cuando este joven Dios/hombre poco atractivo se acercó a Juan, la gente se preguntó qué estaba pasando. Isaías 53:7 menciona un “cordero” que sería llevado al matadero. Nadie en Israel relacionó esta profecía con el Mesías. El Mesías era una figura poderosa que gobernaría el mundo desde Jerusalén. El mundo vendría a escucharLo enseñar (Is. 2). Sin embargo, aquí está Juan haciendo este extraño anuncio.

Los judíos entendieron que los corderos se utilizaban para el sacrificio. Entenderion que un cordero debía ser utilizado como ofrenda por el pecado. No entendieron que DIOS SE ENVOLVERÍA EN CARNE y SE CONVERTIRÍA EN UN CORDERO SACRIFICIAL. Nadie entendió esto. Este fue un mensaje muy extraño de un hombre extraño que vino del desierto (Juan el Bautista). DIOS no comenzó el ministerio de SU único HIJO de ninguna manera “normal”. Extraño no es una palabra lo suficientemente fuerte para describir lo que DIOS estaba haciendo.

Pero ahora, después de la cruz y la llegada del Espíritu Santo, “entendemos” lo que DIOS estaba haciendo. El “Cordero de DIOS” – JESUCRISTO MISMO – había venido a este mundo caído para “caminar con nosotros” y morir en nuestro lugar. Él ofrecería SU vida perfecta como el sacrificio perfecto. SU muerte en la cruz pagaría por los pecados de todos aquellos a quienes Él eligió salvar.

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EXCURSUS

DIOS tenía que SABER cuántas personas serían salvadas el día que JESUCRISTO murió en la cruz. ÉL pagó la deuda eterna por cada una de las personas que salvó. ÉL no pagó la deuda por nadie más. Si lo hubiera hecho, entonces no podría enviarlos a un infierno eterno. ÉL se contradeciría a SÍ MISMO si pagara una deuda por alguien y luego lo castigara eternamente. ÉL SABE todo. En SU gracia, ÉL pagó el precio de nuestra deuda – aquellos de nosotros que iremos al cielo – y nadie más. ÉL no abrió una “puerta” para que los pecadores “escojan” su salvación. ÉL no podría haber hecho esto. ÉL murió por aquellos que Él escogió antes de la fundación del mundo. (Ef. 1)

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Recuerden la sangre del cordero pascual en los postes de las puertas de los judíos en Egipto. DIOS siempre está enseñando a SU pueblo. Él los amaba (y a nosotros también). Él quiere que aprendamos de ÉL. Es BUENO ser enseñable. Un discípulo es enseñable. ¡Sigamos aprendiendo acerca de nuestro asombroso DIOS! ÉL SABE todo. Y en SU ​​inescrutable conocimiento, santidad y amor, ÉL tiene un plan. Un plan que es muy bueno para SU pueblo elegido (Los escogidos de Israel y nosotros – los gentiles). Sería sabio que nos incluyéramos en SU ​​plan. Podemos hacerlo negándonos a nosotros mismos y viviendo para ÉL. Hoy. Todo el día.

Al siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: 

"¡Éste es el Cordero de Dios, 

que quita el pecado del mundo!"