Ester 4:14
Porque si permaneces callada en este tiempo,
alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos,
pero tú y la casa de
tu padre perecerán.
¿Y quién sabe si
para una ocasión como ésta has llegado al reino?
Ester
era una mujer hermosa, creada por Dios para Sus propósitos. Vivió una vida de
fe. En el momento en que vivió su fe, tuvo que caminar por “el valle de sombra
de muerte” con mucha incertidumbre. No podía saber qué hacía Dios con ella. No
podía saber si el rey la mataría por entrar en la cámara sin su permiso. Pero
ella “caminó por fe – no por vista”. Y Dios usó su vida como ejemplo para Sus
elegidos durante miles de años.
Y
ahora, tomemos la pregunta de Mardoqueo y la apliquemos a nuestra realidad.
¿Quién sabe si tu no has alcanzado la realeza para un tiempo como este?
Pedro llama a los elegidos de Dios un "sacerdocio real". Tú y yo
somos realeza. Hemos sido realeza desde el día en que "nacimos de
nuevo". Sacerdocio real. ¿Cuántas personas pasarán a tu lado hoy? Deberían
saber "quién" está en su presencia. No con arrogancia jactanciosa.
Sino con un reconocimiento humilde, pero sincero, de lo que Dios ha hecho. Hemos
alcanzado la realeza para un tiempo como este. Nuestro Dios no ha
terminado de escribir su asombrosa historia. Él es un Dios que disfruta
usando a personas pequeñas y débiles (los judíos en tiempos de Ester eran una
pequeña tribu en un mundo cruel). Y Él nos usará, para Su gloria, si caminamos
cada día con Él. Si hablamos de Él y de la realeza que Él nos ha dado
libremente. Si reconocemos a todos y cada uno Su gracia, Su amor, Su soberanía
sobre todo. Debemos “ocupar nuestra salvación con temor y temblor” (Fil. 2:12).
Ester
entró en la cámara del rey con temor y temblor. No sabía qué le sucedería. Tú y
yo no sabemos si moriremos hoy. Debemos entrar en nuestra vida diaria con el
conocimiento de que nuestro SEÑOR puede sacarnos de esta vida en cualquier
momento. Debemos ocupar cada momento con la incertidumbre de lo que sucederá
después. No lo sabemos. Y a medida que “ocupamos” nuestra salvación, momento a
momento, LO honramos con mayor claridad. Nuestras vidas no son nuestras.
No pedimos estar aquí. Dios nos creó para Su gloria. Y porque Él disfruta de
las historias. Él continúa escribiendo Su historia con nuestras vidas.
Permíteme animarte a comprender que Dios está escribiendo Su historia. No la
tuya ni la mía. Esta creación LE pertenece. LO honrará. O se derretirá. No hay
otra opción. Es sabio que presentemos quiénes somos -Sus elegidos - a cualquier
persona que conozcamos hoy. Él aún busca la fe de Ester. Cada día. ¿Y quién
sabe si has alcanzado la realeza para un momento como este? Hoy. Todo el día.
Mientras Él escribe Su historia con nuestras vidas. Camina (ocupa) hoy por fe –
no por vista. Y tú día contará para siempre en Su historia.
Porque si permaneces callada en este tiempo,
alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos,
pero tú y la casa de tu padre perecerán.
¿Y quién sabe si para una ocasión como ésta has llegado al reino?
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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