Romanos 5:10
Porque si cuando éramos enemigos
fuimos
reconciliados con Dios
por la muerte de Su Hijo,
mucho más,
habiendo sido
reconciliados,
seremos salvos por Su vida.
En el
capítulo 5 de Romanos, Pablo considera las bendiciones de “haber sido
justificados por la fe”. Dios nos hizo “creer”. Nuestra “creencia” en DIOS nos
reconcilia con ÉL. Es DIOS QUIEN ha hecho esto. La palabra “reconciliar” debe de
estar claramente entendido. En nuestra vida vieja - “elegimos” negar Dios. “Dañamos” nuestra relación.
Fuimos “separados” de nuestro Creador por nuestros pecados. Y DIOS, QUIEN ES
rico en misericordia, decidió enviar a SU único HIJO a morir por nosotros.
JESUCRISTO - hombre perfecto y DIOS perfecto – en una persona, ofreció SU sangre
(“la vida está en la sangre” Lv. 17:11) y SU vida en nuestro lugar. Somos
eternamente perdonados por el castigo y el sacrificio que JESUCRISTO ofreció en
la cruz. Habiendo sido eternamente perdonados, somos “reconciliados” con DIOS.
Nuestra relación con ÉL fue (y ES) restaurada. “Reconciliado” significa restablecer
una relación dañada o rota. Ahora somos “sacerdotes reales” (1 P. 2:9) del Dios
viviente. (Y debemos vivir como tales).
Dios
hizo esto por nosotros mientras éramos sus enemigos. Dios nos reconcilió conSIGO
MISMO mientras pecábamos contra ÉL. Dos versículos antes, en Romanos 5:8, Pablo
declara: “Mas Dios demuestra SU amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, CRISTO murió por nosotros”. Nos reconcilió con ÉL MISMO mientras LO
negamos. ÉL hizo esto porque eligió demostrar SU amor a una creación caída.
Así
que, ahora mismo, en este momento, somos reconciliados. Podemos hablar con
nuestro Papá, Papí (PADRE - un término que se nos dice que podemos usar para referirnos al
CREADOR omnipotente de todo). Él es nuestro PADRE celestial. Y nos escucha. JESUCRISTO,
SU único HIJO, reside en nuestro corazón junto con el ESPÍRITU SANTO. Tenemos
una relación eterna con ellos que comenzó en el momento en que nacimos de
nuevo. Somos seres reconciliados que pueden compartir con su Creador y
Salvador. Pablo toma este hecho y añade más bendiciones en este versículo.
No
solo hemos sido “reconciliados” – sino que somos “salvos”. “Salvos” de una
eternidad en un lago de fuego. “Salvos” del dolor eterno – llanto y crujir de
dientes. Nuestra "salvación" es una palabra que usamos – por ahora.
"Salvos" es un término que se escucha con frecuencia en la iglesia.
Se usa con ligereza. En este versículo – Pablo no toma el término a la ligera.
"Seremos salvos". Nuestra "salvación" no está completa. En
el instante en que nacemos de nuevo (somos salvos), comenzamos el proceso de
santificación. Comenzamos a aprender a morir a nosotros mismos. Comenzamos a
ser moldeados a SU imagen. Esta es una pequeña parte de nuestra
"salvación". Ser "salvos" en este mundo caído y maldito no
es "quiénes" somos.
Fuimos
reconciliados con Dios mientras éramos sus enemigos. Si Dios hizo esto por
nosotros – ¿cuánto más hará cuando “somos vestidos” de cuerpos sobrenaturales?
Aquí es donde Pablo señala con este versículo. Hemos sido salvos por un Dios
que transformó la creación en una cruz. Y no “sabemos” qué significa ser “salvos”.
Sabemos que lo somos. PERO – no comprendemos el significado de la palabra. Y
Pablo lo señala en este versículo. Hay una diferencia entre reconciliarse y
ser salvos. Es una bendición eterna ser “reconciliados” con nuestro PADRE
celestial. ÉL comparte con nosotros en conversaciones porque nuestra relación
fue “restaurada”. Ser “salvos” es mucho, mucho más. Ser “salvos” define quiénes
SEREMOS cuando somos vestidos de lo “sobrenatural”. Salvos define “quiénes” ÉL
nos ha hecho porque ÉL nos amó en la cruz. Y nos asombraremos. Nos sorprenderá
lo que nuestro SEÑOR ha hecho por nosotros. “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
ni han subido al corazón del hombre, son todas las que Dios ha preparado para
los que LE aman.” (1 Cor. 2:9) “Salvos” de la destrucción eterna se aclarará
cuando dejemos este mundo caído. Entenderemos de qué fuimos “salvos” y en
qué fuimos “salvos”.
Y LO alabaremos
por SU amor y SU gracia hacia nosotros. Y estaremos felices de haberLE servido
en esta vida. ÉL merece nuestras vidas mientras estemos aquí y no comprendamos
del todo lo que ÉL ha hecho. ÉL merece todo lo que somos – por lo que ya ha
hecho. Honra a JESUCRISTO con tu vida hoy. ¡Tu futuro es increíble! 😊
Porque si cuando éramos enemigos
fuimos reconciliados con Dios
por la muerte de Su Hijo,
mucho más,
habiendo sido reconciliados,
seremos salvos por Su vida.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
ReplyDelete