Salmo 138:8
El Señor
cumplirá Su propósito en mí;
Eterna, oh Señor, es Tu "hesed" - amor fiel (misericordia);
No abandones las obras de Tus manos.
¿Cómo va tu vida?
Observa la segunda palabra de este versículo – Señor. Cuanto más la entendemos,
más claro se vuelve nuestro propósito en esta vida. ¿Pediste nacer hombre o
mujer? ¿Solicitaste tu personalidad? ¿Tu intelecto? Nuestro Señor nos creó
exactamente en la forma que Él deseó. Él tiene un propósito en nuestras vidas.
Su propósito – no nuestro.
Su propósito es
mucho mayor y más profundo que "¿cuántas cosas puedo poseer?". La
mayoría, casi todos, de los "cristianos" que he conocido en Estados
Unidos y México se definen a sí mismos por la cantidad o calidad física de sus
"propias" vidas. Si leemos la Biblia - especialmente el Nuevo
Testamento - este propósito en la vida es completamente confuso. Mal guiado.
Egoísta. El Antiguo Testamento tiene algunas personas que fueron bendecidas
físicamente. También contiene a muchos de Sus escogidos (la mayoría de los
profetas) que NO lo fueron. El Nuevo
Testamento no demuestra que la llegada del Espíritu Santo haya resultado en que
alguien se enriqueciera financieramente en esta vida caída, egocéntrica y
controlada por Satanás. Al contrario, quienes fueron guiados por el Espíritu
Santo dieron lo que poseían para beneficio de los demás.
Así que, veamos
el Salmo 138:8 desde una perspectiva nueva – diferente. El Señor (y ÉL ES
Señor) cumplirá Su propósito en mí. Quizás (¿probablemente?) tenga que hacerlo
mientras nos quejamos, gritamos y lloramos todo el “tiempo” (nuestra vida)
porque necesitamos más y merecemos más cosas (según nuestra perspectiva egocentrica y orgullosa). Pero – el Señor cumplirá Su
propósito. Es bueno que aprendamos que el Señor merece nuestra confianza. Su
propósito no es lo que nuestros corazones egoístas y pecaminosos desean. Su
propósito es espiritual, eterno, más grande de lo que entendemos con nuestras
mentes finitas. Él sabe lo que nos espera (el cielo). Una eternidad
bendecidísima. Y Él tiene un propósito
en nuestras vidas aquí y ahora. Su propósito es Su gloria. A medida que
aprendemos a glorificarLO, descubriremos que la mayoría de las personas que nos
rodean no están de acuerdo con este propósito. Rechazarán a quien vive por fe,
porque no comprenden completamente el costo. Y eso también es parte de Su plan.
“El Señor cumplirá su propósito en mí”.
Esto se hace
mucho más eficazmente si Él lo hace con nuestro consentimiento y alineación con
Su propósito. Si concordamos y alineamos nuestras vidas con Su propósito, nos
volvemos más útiles, pacíficos, rendidos. Si dedicamos nuestra vida a pedir a
otros que oren con nosotros y por nosotros para que podamos tener una vida más
fácil y mejor (físicamente) en este planeta caído, nuestro Señor usará nuestras vidas como
ejemplo de lo que los demás debe evitar. Pero Él cumplirá Su propósito
en mí - con o sin mi permiso. Él es el Señor. Y nos creó para Su gloria y Su
propósito – no para el nuestro.
Su fiel amor / amorosa
fidelidad (hesed) es eterno. Incluso si no "elegimos" ceder a Sus
propósitos y malgastamos nuestras vidas en oraciones insensatas pidiéndole que
nos dé "más" mientras estamos en este planeta caído y maldito - Él no
puede negarse a sí mismo. Nos eligió para Su propósito. Y para muchos
cristianos hoy, Su propósito es demostrar Su paciencia – Su hesed – hacia un
pueblo que no quiere seguirLO ni comprenderLO. Quieren que el Señor les dé el
cielo y una "vida" cómoda en este planeta maldito. Y niegan cualquier
otro propósito que el Señor pueda tener. Estos elegidos irán al cielo – Su
"hesed" garantiza que esto sucederá. Pero sufrirán pérdida por su
egocentrismo. El Señor no nos salvó para convertirse en nuestro
"genio" en el cielo. Nos salvó para vivir Su propósito en nuestras
vidas. Y Su propósito específico es que LO conozcamos en Su palabra para que
podamos realizar Sus buenas obras divinamente inspiradas (Ef. 2:10). Debemos ser un pueblo
que da a los demás mientras estamos aquí. Punto. La idea de que debemos tener
nuestro futuro planeado y protegido es un plan "carnal" que no confía en el
Señor. Glorificamos al Señor cuando "caminamos por fe, no por vista" (2 Cor. 5:7). Y somos
lentos para vivir Su propósito.
Queridos hermanos
y hermanas, permítanme animarlos a reflexionar sobre cómo se definen
a sí mismos y a
su vida. No pidieron existir. No pidieron tener su
personalidad. Nuestro Señor los creó para glorificarLO dándose de
sí mismo. Todo el tiempo. Hasta que dejen esta
vida. Él soportará perspectivas confusas porque no puede negar Su hesed (fiel
amor) por nosotros. Prefiere que aprendamos a morir para que Él pueda ser
verdaderamente nuestro Señor.
El Señor
cumplirá Su propósito en mí;
Eterna, oh Señor, es Tu "hesed" - amor fiel (misericordia);
No abandones las obras de Tus manos.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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