Salmo 119:60
Me apresuré y no me tardé
En guardar Tus mandamientos.
Me apresuré y no
me tardé en guardar TUS mandamientos. El autor del Salmo 119 vivió bajo la Ley.
Dios había escrito SUS mandamientos en piedra. Y exigió a SU pueblo elegido
responsabilidad por su obediencia.
La instrucción
que da este Salmo es útil para observar “cómo” interpretamos la Biblia. La
palabra de DIOS es verdadera a lo largo de los siglos de la existencia humana. “Cómo”
se aplica la verdad varía según la información que se proporciona a SU
audiencia – los creyentes de cada dispensación. Aquí hay una breve lista de
versículos que explican que los cristianos (creyentes en la dispensación de la
iglesia) ya no están bajo la ley (o los mandamientos): Romanos 6:15; 1
Corintios 9:20; Gálatas 3:10; 4:21; 5:18; 1 Timoteo 1:7. Hoy, se nos instruye a
ser guiados por el ESPÍRITU. Debemos aprender a morir a nosotros mismos (Lucas
9:23) y a ser llenos del ESPÍRITU SANTO (Efesios 5:18). La ley de Cristo está
escrita en nuestros corazones – no en tablas de piedra como los Diez
Mandamientos. (Jeremías 31:33; 2 Corintios 3:3)
Así, la urgencia
que sentía el salmista por “guardar SUS mandamientos” ha cambiado para los
creyentes de la era de la iglesia. Debemos sentir la insistencia (ligera) y constante del
ESPÍRITU SANTO para que nos rindamos a ÉL. El ESPÍRITU SANTO es DIOS. ÉL SABE
mucho mejor que nosotros cómo saldrá el día de hoy. Y ÉL quiere guiarnos a SU
justicia / rectitud. ÉL quiere que conozcamos a JESUCRISTO. Íntimamente. Y lo
logramos al morir. “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más
vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del HIJO
de DIOS, el cual me amó y se entregó a SÍ MISMO por mí” (Gálatas 2:20). Al
morir, ÉL se convierte en nuestro Guía, nuestro Pastor. Y nos volvemos aún
mejores que los fariseos en “guardar SUS mandamientos”. Nuestra integridad y
ética se perfeccionan. Y ni siquiera tenemos que esforzarnos. ÉL nos guía a SU
perfección al ponernos SU yugo (Matthew 11:28-30). SUS cargas son “ligeras”.
Simplemente necesitamos desearLO con urgencia. Y “descansar en ÉL”. ÉL nos enseñará “cómo vivir”
esta vida complicada, confusa y caída. ÉL nos ama – muchísimo – a cada uno de
nosotros.
Así que – SÉ un
BUEN CRISTIANO hoy – y muere. Muere a las ideas y conceptos que "tú" pensaste
que necesitabas "hacer" y "ser" hoy. "Si alguien viene
a Mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y
hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser MI discípulo" (Lucas
14:26). Tu familia NO supo (y no sabe) cómo HACER hoy. Tú y yo tampoco.
Necesitamos convertirnos en discípulos de JESUCRISTO y sentir la urgencia de
seguirLO a ÉL – no a nuestros hábitos diarios creados por otros pecadores
confundidos. Poco a poco, a medida que aprendemos a vivir nuestras
"nuevas" vidas, nos damos cuenta de cuánto tiempo pasamos en las
"prisiones" de nuestros hábitos – sin otra razón que nuestro orgullo.
Y pedimos SU perdón. ¡Nuestro SEÑOR es asombroso! SU amor y SU gracia son muy
profundos. A medida que "morimos" con urgencia – vivimos
profundamente el Salmo 119:60. Nos volvemos más como nuestro SEÑOR (y guardamos SUS mandamientos mejor) cuando nos
rendimos al ESPÍRITU SANTO.
Me apresuré y no me tardé
En guardar Tus mandamientos.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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