Sea la Luz.

Genésis 1:3 

Entonces dijo Dios, “Sea la luz”; 

y hubo luz.

DIOS "dijo". ÉL habló. No hay fábulas ni dudas en el relato bíblico de la creación. DIOS habló (actuó) y la creación se hizo realidad. Porque ÉL quiso que existiera.  Es impresionante – a medida que avanzamos en nuestros "experimentos" humanos de física y biología (las matemáticas y la ciencia se entrelazan en “nuestros” niveles más avanzados – nuestro DIOS es un DIOS de orden) – el impacto que los seres humanos tienen en la creación. Nuestra presencia altera SU creación de maneras que apenas comenzamos a comprender. La física cuántica toca un área de SU creación que los seres humanos apenas comenzamos a comprender. Cuando “observamos” cualquier actividad – la luz que brilla, por ejemplo – nuestra “observación” de la luz brillando organiza los fotones (las partes más pequeñas de la luz que medimos) de una manera que no se organizan cuando la luz brilla sola (cuando nadie la observe – brillan aleatoriamente). Increíble. Nuestro CREADOR nos ha puesto en un lugar mucho más respetado de lo que entendemos o nos damos cuenta. Somos SUS criaturas especiales – hechos a SU imagen. Tenemos autoridad en SU creación. Y debemos admirarLO y alabarLO por todo lo que “vemos” – por la LUZ que ÉL ES y por lo que ÉL ha creado.  

Cuando Dios dijo: “Sea la luz” – la luz era luz natural, física. SU creación fue una victoria inmediata porque disipó la oscuridad. En la Biblia, la luz y la oscuridad también simbolizan el bien y el mal. Aquí comenzó la obra de DIOS, que culminará en la era venidera, cuando ya no habrá oscuridad (Apocalipsis 22:5). Israel sabría que Dios es Luz – y que la Verdad y el Camino están con ÉL. En la oscuridad de Egipto (Éxodo 10:21-24) tuvieron luz; y en la liberación siguieron SU luz (Éxodo 13:21).  Comentario del Conocimiento Biblico

La palabra divina rompe el silencio cósmico primigenio y señala el nacimiento de un nuevo orden cósmico. Esta primera de tres separaciones disminuye eficazmente la oscuridad envolvente, pero deja un remanente cada “noche” de la oscuridad primigenia de la tierra. G. von Rad sugiere que esto sirve como recordatorio de lo que era la tierra antes de la palabra vivificante de DIOS; pero la nueva luz de cada mañana, que conquista nuestras noches de ansiedad, representa la primera creación de DIOS. Las incesantes “mañanas” son evidencia de la bondad y fidelidad de DIOS (p. ej., Génesis 8:22; Salmo 30:5; Lamentaciones 3:23).  Comentario Nueva Americana

La fuente de la primera “luz” de la creación no se especifica. Dado que no está ligada a un cuerpo luminoso como el sol (vv. 15-16), el texto implica que la “luz” tiene su fuente en DIOS mismo. Esta es la idea del poeta que describe al CREADOR envuelto en luz como un manto (Sal 104:2) y la luz presenciada por el profeta en la epifanía del SEÑOR (Hab 3:3b-4). Los profetas y apocalípticos atribuyeron al venidero “día del SEÑOR” transformaciones terrestres y cósmicas, cuando la luz escatológica tendrá su fuente en el SEÑOR, no en el sol ni en la luna. Al igual que la nube luminosa de DIOS, presenciada por Israel en el desierto y en el tabernáculo (cf. Éx 24:15-18 y 40:38), esta luz primordial indicaba la presencia divina.  Comentario Nueva Americana

Es BUENO para nosotros recordar a nuestro Creador cuando "vemos" algo. Solo "vemos" algo gracias a los ojos que ÉL nos dio y a la luz que ÉL nos ha provisto (y ES). Los biólogos entienden "cómo" funciona el cristalino de nuestros ojos. Entienden cómo la "luz" pasa a través de las células transparentes (el cristalino) que DIOS colocó en medio de nuestros ojos. El cristalino claro (transparente) permite que la "luz" "brille" a través de él hacia la pared oscura de células en la parte posterior de nuestros ojos que llamamos la retina. Los mejores biólogos, filósofos, físicos y matemáticos no tienen ni la menor idea de cómo la "luz" que pasa a través de nuestros ojos se convierte en una "imagen" que podemos ver. Aún más profundo (y ni remotamente comprendido) es "cómo" estas imágenes "visibles" son "entendidas" en nuestros cerebros. Nuestro CREADOR ha hecho algo maravilloso al crearnos a SU imagen. ÉL ES DIOS. Y nosotros (los elegidos) somos SU pueblo. Maravillémonos hoy ante SUS obras maravillosas.  GlorifiquémosLO por la LUZ que ES y la luz que vemos.

Entonces dijo Dios, “Sea la luz”; 

y hubo luz.