Thursday, September 4, 2025

Un Tesoro Verdadero

1 Timoteo 1:14 
Guarda, mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros, el tesoro que te ha sido encomendado.

“Guarda el tesoro”. Somos muy buenos guardando tesoros. A veces, todos los cristianos no entendemos el valor de una “nueva vida” – la importancia de la existencia eterna en el cielo. Nuestra “carne” nos llena la mente y nos enfocamos en cosas que no valen. Las instrucciones de Pablo a su hijo espiritual, Timoteo, son sabias. Guarda el tesoro. Lo que JESUCRISTO hizo por nosotros en la cruz cambió nuestra eternidad. El hecho de que fuéramos “escogidos antes de la fundación del mundo” no disminuye en absoluto nuestra responsabilidad de “guardar el tesoro que nos ha sido encomendado”. Al contrario, debemos apreciar aún más profundamente que DIOS eligió depositar este tesoro — la vida eterna con ÉL — en nosotros antes de que brillara el sol. Y tenemos la responsabilidad de “guardarlo”. Protegerlo. SER SANTOS.

¿Y “cómo” instruye Pablo a Timoteo a “guardar el tesoro”? No le dice que memorice los diez mandamientos (lo cual es un buen ejercicio). No le dice que sirva al cuerpo de CRISTO todos los días (lo cual también es una buena idea). Pablo le dice a Timoteo que “guarde el tesoro en él por el ESPÍRITU SANTO que vive / mora / reside en nosotros”. Nuestros corazones engañosos nos confunden.  Incluso en el servicio espiritual. Podemos “hacer cosas buenas” por las razones equivocadas. El ESPÍRITU SANTO nos motiva correctamente para “hacer” las obras de DIOS. No nuestras mentes depravadas. No nuestros corazones engañosos. Incluso en las personas salvadas – nuestros cuerpos corruptos y pecaminosos quieren intervenir y confundir a quienes nos rodean, así como a nosotros mismos. Por lo tanto – necesitamos aprender “cómo” a “hacer” la vida A TRAVÉS del ESPÍRITU SANTO que vive / habita/ mora en nosotros.

Al estudiar y escudriñar la palabra de DIOS – con el deseo de honrar a AQUEL que se entregó EL MISMO por nosotros – nos volvemos más sensibles al ESPÍRITU SANTO. Y nos volvemos más humildes. Ya no importa "quién" sea visto en esta vida – simplemente queremos que JESUCRISTO sea honrado. "Morimos" a medida que ÉL se convierte más en "quienes" somos. ÉL vive "a través" de nosotros mientras vivimos "a través" de ÉL. En la iglesia – somos SU CUERPO. El CUERPO de CRISTO. Y "decimos" y "hacemos" cosas que traen honor y gloria a JESUCRISTO. Porque "a través" de SU cuerpo quebrantado en la cruz – tenemos la eternidad en el cielo esperándonos. Y SU "vida" – que ÉL nos ha encomendado en estos cuerpos débiles – es un verdadero "tesoro". 
Guarda, mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros, el tesoro que te ha sido encomendado.

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