Proverbios
3:34  
Ciertamente Él se burla de los
burladores, 
Pero da gracia a los humildes (afligidos).
No debemos
enorgullecernos. No tenemos nada de qué enorgullecernos. Cualesquiera que sean
nuestras habilidades o dones – nos los dio nuestro CREADOR. Por esta sencilla
razón, DIOS se burla de quienes se burlan. Realmente LE desagrada el orgullo
por lo que “hacemos” o “somos”, porque no podemos atribuirnos ningún bien.
Es sabio
reflexionar en nuestro SEÑOR. “Recordar” QUIÉNES SOMOS. Seres humanos.
Organismos biológicos increíblemente complejos que – un día – dejarán sus
cuerpos mortales y conocerán personalmente a JESUCRISTO. TODO esto es porque DIOS
así lo decidió. ÉL ES DIOS.
Y ÉL es muy claro
en cuanto a su aversión por quienes lo toman a la ligera. LE desagradan quienes
se burlan de ÉL o de SU creación. Y todos ellos responderán ante ÉL. ÉL ES
santo. ÉL ES omnisciente. ÉL ES DIOS.
Como resultado de
haber nacido de nuevo – nuestro SEÑOR quiere que seamos humildes. El ESPÍRITU SANTO
“en” nosotros es humilde. No se fija en SÍ MISMO. El ESPÍRITU SANTO nos anima
constantemente a recordar y vivir para JESUCRISTO. ÉL quiere que aprendamos a
confiar / depender en ÉL – no en nosotros mismos. 
Nuestra “carne”
quiere enorgullecerse de su existencia. Nuestra carne quiere negar a DIOS. Esta
constante batalla interior es una “aflicción”. Una guerra diaria. Según
Agustín, “DIOS da lo que exige”. En este caso, DIOS nos da suficiente poder y
autoridad mediante el ESPÍRITU SANTO para vencer nuestra carne – SI nos
sometemos a ÉL. SI permitimos que JESUCRISTO permanezca en nuestros corazones
(Apocalipsis 3:20) en el lugar que LE corresponde – nuestro SEÑOR.
ÉL da gracia a
los afligidos (humildes). Nuestras aflicciones son la constante “batalla” interior
que mantenemos para permanecer cerca de ÉL. O – nuestras aflicciones también
son externas. Nuestras aflicciones pueden ser personas, circunstancias, el
mundo o demonios. Hay muchas fuentes por las que los cristianos pueden ser
afligidos. PERO – nuestro DIOS es un DIOS misericordioso y amoroso. ÉL es mayor
que TODAS nuestras aflicciones (1 Corintios 10:13).
Simplemente
debemos recordar “humillarnos”. Debemos rendirnos a ÉL. Hoy – todo el día.
Cuando nos sintamos orgullosos y respondamos al “momento” con nuestro “yo”
natural – debemos detenernos. PedirLE perdón. Y volver a nuestra humilde
dependencia de ÉL. ÉL da gracia a los humildes. Así que – en las aflicciones de
hoy – seamos humildes y dependamos de ÉL. Todo el día.
Ciertamente Él se burla de los burladores, 
Pero da gracia a los humildes (afligidos).
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
ReplyDelete