Eclesiastés
7:4
El corazón de los sabios
está en la casa del luto,
Mientras que el corazón
de los necios
está en la casa del placer.
Una persona sabia
“considerará” o “reflexionará” sobre el dolor y la pérdida que experimenta
cuando fallece un ser querido. “El tiempo” que pasamos en este planeta caído es
limitado. “No estamos en casa.” Cuando alguien a quien amamos deja esta vida –
podemos aprender mucho sobre nosotros mismos y nuestro papel en esta vida – SI
nos tomamos el tiempo para “aprender” de la experiencia. Somos sabios al
considerar nuestro “fin”.
Salomón contrasta la sabiduría de una persona reflexiva con la dureza y el cinismo que crea el egocentrismo. Como pecadores caídos, dedicamos muchísimo tiempo y
esfuerzo a crear momentos placenteros o memorables. Esta NO es la razón de
nuestra existencia. Quienes se centran en el próximo “momento placentero” son
necios. La incesante necesidad o deseo de “ser felices” es un ejercicio inútil.
Nunca tenemos “suficientes” momentos felices o placenteros. Nuestro egoísmo se
convierte en un hábito difícil de romper.
La Biblia nos
instruye a ser personas de "contentamiento". "Pero la piedad, en
realidad, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de
contentamiento" (1 Timoteo 6:6). Nuestras circunstancias siempre podrían
ser mejores. También podrían, con la misma facilidad, ser mucho peores. Debemos
considerar el "dolor y la pérdida" que sufrió Job. Él
"aprendió" de DIOS que nuestras circunstancias están bajo SU
soberanía. No somos tan importantes como "tratamos" de hacernos
creer. DIOS puede hacer con nosotros lo que LE plazca. No "pedimos"
estar aquí. Si ÉL soberanamente "elige" arrebatarnos a un ser querido
– comprenderemos más profundamente SU control sobre la vida que
"conocemos". Y sabiamente "aceptamos" y estamos
"contentos" con lo que tenemos hoy. No hay "necesidad" de
más. Podemos "querer" más. Pero estos "deseos" siempre nos
llevan al "placer" que buscan los necios.
Nos encontramos
en una posición mucho más sabia en la vida si reconocemos nuestra mortalidad y
debilidad ante ÉL. Pablo fue afligido en su corta vida por una "aguijón en
la carne". De esta constante fuente de incomodidad, aprendió un concepto
que sería prudente comprender – "Y me ha dicho: 'Te basta con mi gracia,
pues mi poder se perfecciona en la debilidad'. Por tanto, de buena gana me
gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de CRISTO more en
mí" (2 Corintios 12:9). Cuando confiamos en Dios para definir quiénes
somos y nuestras circunstancias – no "queremos" nada más. ÉL es
suficiente. ÉL es más que suficiente. Y estamos sencillamente, profundamente
agradecidos de que ÉL haya elegido compartir el día de hoy con nosotros. Independientemente
de las circunstancias "materiales" de nuestras vidas.
“No que hable por
necesidad, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé
vivir humildemente y sé tener prosperidad; en cualquier circunstancia he
aprendido tanto el secreto de estar saciado como el de tener hambre, tanto el
de tener abundancia como el de padecer necesidad” (Filipenses 4:11-12). Solo
aprendemos a estar contentos cuando sufrimos la pérdida o la falta de alguien o
de “algo”. Cuando pasamos por necesidades – poco a poco nos damos cuenta de que
nuestra existencia física no define QUIÉNES somos. Cuando perdemos a un ser
querido – empezamos a pensar de nuevo “por qué” estamos aquí en esta tierra. Y
dependemos MENOS de nuestro entorno físico para definirnos.
Nuestro SEÑOR NO
nos creó para que hiciéramos nuestro “hogar” aquí. No “aquí”. Este es un lugar
bajo SU maldición. NO estamos en casa. Al perder a nuestros seres queridos –
nuestro propósito se aclara. Al aclararse nuestro propósito – glorificamos a DIOS
con nuestra existencia con mayor eficacia. Y SU gloria es la razón de nuestra
existencia. Si nos esforzamos por ser “felices” aquí – en este polvo – solo logramos
confundir nuestro propósito. Y nos confundimos más espiritualmente. Mis
queridos hermanos y hermanas – ocupémonos de morir (a nosotros mismos)
para vivir mejor (por y para Él) en esta vida caída.
El corazón de los sabios
está en la casa del luto,
Mientras que el corazón de los necios
está en la casa del placer.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
ReplyDelete