Salmos
105:2
Cántenle, cántenle;
Hablen de todas Sus maravillas.
¡Amén y amén!
Este es un versículo sencillo. ¿Cómo NO cantarLE y hablar de nuestro SEÑOR? ÉL
creó todo lo que vemos y somos. TODO LE pertenece. Y ÉL ES bueno. (Bueno es un
adjetivo que no alcanza a describir quién es nuestro DIOS). No hay palabras
para expresar la bondad de un DIOS que salva a los pecadores de su justo
castigo.
Y hoy deberíamos chiflar
y cantar – todo el día – sin importar las cargas que llevemos en esta vida.
Porque nuestro “buen” SEÑOR ha hecho lo más “maravilloso” imaginable. ÉL salvó a algunos pecadores de una eternidad
de sufrimiento. Porque quiso que algunos – unos pocos elegidos – comprendieran
y conocieran SU amor. Y este acto es la mayor “maravilla” que ÉL ha realizado
en SU creación. Nuestro DIOS – el AUTOR de todo – pagó por los pecados de SUS
elegidos – con la vida de SU único HIJO – JESUCRISTO.
Y nosotros – SUS
hijos e hijas adoptivos – pasaremos la eternidad en un lugar donde las calles
son de un oro tan puro que son transparentes (Apocalipsis 21:21). ¡Tratas imaginarlo!
Para siempre. En un lugar perfecto donde no hay pecado – solo amor. ¡No hay admiración más profunda que la que brota del corazón de un pecador
perdonado y la comprensión de lo que nos espera!
Mientras “caminamos”
el día de hoy – podemos agradecer también las aves que vemos – arrendajos
azules, petirrojos naranjas (que llegaron recientemente del norte), cardenales
rojos – los pinos que nunca pierden sus agujas, los robles cuyas hojas caen al
suelo – nuestro SEÑOR está dando por terminado otro año. ¡Y ÉL ES BUENO!
Deberíamos “recordarlo” a ÉL y SU gloria en casi todas nuestras conversaciones
de hoy. No por exigencia SUYA. Sino por
el humilde reconocimiento de que cada conversación que tenemos hoy proviene de
ÉL. Y seríamos sabios en honrarLO en la mayoría (si no en todas) nuestras
conversaciones. ÉL debería estar “en nuestras frentes” (Apocalipsis 22:4) – tal
como lo estará en el cielo. ¡Debería resultarnos casi imposible olvidarLO!
¡Porque ÉL ES bueno! Ha hecho y HARÁ cosas asombrosas, maravillosas,
prodigiosas. Y deberíamos responder con nuestras palabras y alabanzas. CantémosLE.
ChiflémosLE. ¡Nuestro DIOS ES bueno!
Para la eternidad…
Cántenle, cántenle;
Hablen de todas Sus maravillas.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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