Por favor lea Capítulo 23 de Proverbios
Un proverbio que contradice directamente todo lo que el "mundo" y nuestra "carne" desea.
Jesús nos dijo que "no se puede servir a Dios y a las riquezas". Servirás a uno o al otro. No ambos. Hay cristianos en Estados Unidos y México que invierten su vida tratando de conseguir más dinero. Más. Nunca hay suficiente.
Esto es lo que Salomón intentaba evitar en este proverbio. No te desgastes en la búsqueda de más dinero. No nos llevaremos nada con nosotros. Nada. Dedica tiempo a tu relación con el Señor, tu familia y tu iglesia. Esto es mucho más sabio que "más dinero".
La Biblia nos instruye a "adquirir sabiduría". Hemos sido elegidos por el Dios vivo para vivir una vida eterna con Él. Para siempre. En el cielo.
Una de las cosas que nuestro Salvador nos pide es que aprendamos. Nos pide estudiar. Pensar. Para que podamos volvernos sabios. Para que podamos honrarlo mejor. A Dios no le impresiona nuestra capacidad de comprar o adquirir "cosas". Todas las cosas pertenecen a Él. Todo ello. Todo. Lo que Él aprecia y respeta es cuando lo buscamos a Él y a Su sabiduría estudiando y meditando en Su palabra. Él nos dice que hagamos esto. Con esfuerzo. Con diligencia. 2 Ti. 2:15 (Con el sudor de nuestra frente).
No es casualidad que los profesores de este país no enseñen a los niños a pensar. Los propios profesores no saben pensar. No pueden instruir lo que no saben. La Biblia nos dice - en el Antiguo y el Nuevo Testamento- que seamos seres humanos reflexivos, inteligentes y disciplinados. Esto requiere esfuerzo de nuestra parte. Estudiar. Aprender. Jesucristo lo aprecia.
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