Seamos Sabios

                                         Proverbios 28 
                                               Por favor lea Capítulo 28 de Proverbios

2  Por la rebelión del país, sus gobernantes son muchos;

pero por el hombre inteligente y sabio permanece estable.

Mire cuán precisas son las palabras de Salomón 3.000 años después de que las escribió (y Dios las inspiró). 

Estados Unidos y México son excelentes ejemplos de este versículo. Ninguno de los países quiere honrar al Dios vivo.  ¿Y cuáles son los resultados de no honrar a Dios? Discusiones, confusión, cada región de ambos países tiene líderes diferentes. Gobernadores, narcos, pandillas, personas inmorales: no hay "sentido común". Pero la persona que tiene conocimiento, que conoce la palabra de Dios, es estable. Mira alrededor. ¿Conoces gente "estable"? ¿Cómo logran la "estabilidad"?  Si son "verdaderamente" estables por dentro - en sus corazones - habrán aprendido a confiar en Jesús y a hacer lo que Él les pide. Todos necesitamos adquirir más conocimiento y aprender a confiar más en Él.  
Sería prudente reflexionar sobre cuán precisa es la palabra de Dios. Qué ciertos son estos proverbios.  

14  Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios,

pero el que endurece su corazón caerá en el mal.

En general, a medida que la vida se vuelve más dura, la gente responde con un corazón más duro. Incluso los jóvenes han aprendido a ser cínicos y duros. Se ven obligados a pensar en temas que no les convienen. Tienen pocas opciones. Por lo general, se vuelven más duros de corazón.  
Peor aún, a medida que envejecemos, los resultados de un corazón duro se vuelven más evidentes. La amargura se nota en su comportamiento. Respuestas breves y tajantes a preguntas inocentes, actitudes defensivas hacia personas que sólo quieren cuidar de ellos.
Es bueno para nosotros temer a Dios. Nuestro miedo nos mantiene destrozados. En nuestro quebrantamiento, nos mantenemos jóvenes y frescos de corazón.

26  El que confía en su propio corazón es un necio,

pero el que camina con sabiduría será librado.

El tonto confía en su propio corazón. Pregunta: ¿cómo sabemos cuándo no confiamos en nuestro propio corazón? Esta es una pregunta difícil. Hasta podemos citarnos las Escrituras cuando decidimos hacer lo que queremos.  Es muy fácil confiar en nuestro propio corazón sin darnos cuenta.
Necesitamos estar preparados y disponibles para hacer lo inusual, lo inesperado.  Deberíamos "comprender" que no sabemos cómo afrontar correctamente el siguiente segundo de nuestra existencia.  Vivimos como un verdadero "discípulo".  Alguien a quien se le puede enseñar todo el tiempo.  Así es como se "camina por fe y no por vista" (2 Cor. 5:7).  Un acto de fe, muchas veces, requiere hacer cosas que no tienen sentido en esta vida.  Y cuando vivimos por fe, somos verdaderamente libres.