1 Pedro 2:9

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable.

Una raza escogida – en Compañerismo Cristiano– entendemos claramente estas palabras. Así como los judíos no “escogieron” nacer judíos, nosotros no escogimos ser una “raza escogida”. Dios escoge. Para Su gloria y nuestro bien. Somos una “raza” de cristianos. En este momento, existimos en la dispensación de la gracia. La iglesia – el Cuerpo de Cristo – existe para anunciar “Sus excelencias, quienes nos llamaron de las tinieblas a su luz admirable”. Él nos escogió, no para que pudiéramos seguir esforzándonos por comprar y poseer cosas. Jesús nos escogió para que pudiéramos proclamarlo a Él y a Sus excelentes misericordias y amor. Existimos para proclamar a Jesús en un mundo caído. Ese es nuestro propósito y es ser dónde y cómo encontramos nuestro significado – nuestro propósito en este mundo caído.

No sólo somos una “raza escogida”. Somos un “sacerdocio real”. A la iglesia católica no le gusta leer este versículo porque todos somos sacerdotes en Cristo. Cada uno de nosotros que somos eternamente salvos somos sacerdotes. Deberíamos comportarnos como ellos. Éticamente responsable. Moralmente claro. Debemos entender que Jesús no nos da simplemente un título. Él quiere que seamos santos como Él es santo. Esto requiere dependencia total del Espíritu Santo. No sólo somos sacerdotes: somos sacerdotes reales. Jesús nos llama Sus hermanos y hermanas. Hemos sido colocados en un estatus elevado en la creación de Dios. Somos más que importantes para Él porque Su único Hijo murió por nosotros. Somos un sacerdocio real.

Y somos una nación santa. (El sacerdocio es personal). El aspecto nacional de nuestra salvación es corporativo (parte de un cuerpo). La iglesia es la parte “corporal” del plan de Jesucristo de “brillar” con las buenas obras que realiza en un mundo caído. Visitar cárceles, donar sangre, ayudar en orfanatos, ayudar a los necesitados: Jesús mencionó todas estas cosas cuando nos animó a hacerlas. Y debemos hacerlas para glorificarLo.