Contar Nuestros Días

Salmo 90:12

Enséñanos a contar nuestros días

de tal manera que traigamos al corazón sabiduría.

Tenemos un Creador soberano, omnisciente, omnipresente y omnipotente. Nos dijo que Su nombre en hebreo es YHWH. El gran YO SOY. Existiendo por siempre, sabiendo por siempre, siendo santo por siempre y amando por siempre (amando a aquellos seres humanos que Él escogió soberanamente para demostrar Su amor).

YHWH nos instruye (en el Salmo 90 - escrito aparentemente por Moisés - convirtiéndolo en el Salmo más antiguo que tenemos) a "numerar" o "contar" nuestros días para que tengamos un corazón de sabiduría. Recibimos sabiduría cuando tenemos una comprensión más clara de que nuestra vida en esta tierra tiene un fin. Hay un momento en el tiempo en el que dejaremos de existir aquí. Nuestro Señor soberano y amoroso sabe el segundo exacto en el que nuestros corazones dejarán de latir. Él sabe exacta y específicamente cuántas veces más latirá nuestro corazón antes de partir.

No pedimos nacer. Llegamos - lloramos cuando queremos que nos alimenten - y no recordamos mucho, si es que recordamos alguno, de nuestros primeros cuatro años de vida. Asumimos, erróneamente, que “merecemos” estar aquí. Asumimos, erróneamente, que tenemos el derecho otorgado por Dios de ser "felices". Ambas suposiciones egocéntricas y orgullosas son el resultado directo de nuestra “naturaleza pecaminosa”. Exigimos ser el dios de nuestras circunstancias y aprendemos a discutir, quejarnos y luchar para conseguir lo que creemos que debemos poseer. En lugar de comprender, literalmente, no poseemos nada que podamos llamar nuestro. Nada. Nuestro Señor, YHWH, nos creó de la tierra. Estamos hechos de tierra y a la tierra volvemos. Mientras caminamos en estos cuerpos que mueren constantemente, nos volvemos sabios cuando nos damos cuenta de que nuestro tiempo aquí es finito. Tiene un límite fijo. Dejaremos esta vida como todas las demás que nos precedieron. Necesitamos pensar más en siempre y menos en lo que podemos hacer aquí. Debemos ser sabios - como nos instruye Moisés.