Salmo 121:1-2
Levantaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi ayuda?
Mi ayuda viene del Señor,
Que hizo los cielos y la tierra.
Tenemos una batalla
continua dentro de nosotros mismos (Romanos 8:5-11). Nuestra carne quiere
definir todo según nuestra comprensión egoísta y egocéntrica de la vida. Y la
vida en los últimos diez años se ha vuelto MUCHO más egoísta y egocéntrica. Las
personas hoy en día tienen fuertes reacciones emocionales ante cualquier
pregunta o comentario que perciben como “ofensivo”. La vida se trata de MÍ y MI
definición de vida. Eso es la verdad relativa en acción.
Pablo, con inspiración profética proporcionada por Dios en su última carta a Timoteo escribió:
.
Pero
debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán
amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores,
desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos,
amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; teniendo apariencia de piedad, pero
habiendo negado su poder. A los tales evita. (2Ti. 3:1-5)
¿Qué hacemos cuando todos, en todas partes, se vuelven más egoístas? Es
difícil. Porque reaccionamos cuando todos los que nos rodean quieren más de
nosotros mientras dan menos. Y ahí es donde nos encontramos hoy. En los
“últimos días” – la gente sólo pensará en sí misma. Y luego Pablo da una lista
de lo que podemos esperar. Egoísmo. Gente difícil. Personas que quieren
discutir por cualquier cosa que les cueste. Nadie quiere que lo moleste.
Incluso en la iglesia. El cuerpo de Cristo se ve afectado por los tiempos
egoístas en los que vivimos. Pablo escribió su última carta a Timoteo para que
pudiéramos anticipar estos problemas. Y –habiéndolo pensado– podemos dar. Da a
aquellos que no lo apreciarán. No lo reconocerán.
¿Y cómo podemos lograr la actitud correcta hacia el dar cuando quienes
nos rodean (incluso en la iglesia) solo quieren recibir? Aquí es donde David,
escribiendo unos 1.000 años antes del nacimiento de Jesucristo, nos da la
respuesta a tiempos extremadamente egoístas. “Miraré hacia los cerros”.
Necesitamos mirar hacia arriba y vivir nuestras vidas para Jesucristo. La
humanidad está siendo consumida por la codicia. Los cristianos no quieren dar.
Quieren recibir. Necesitamos dar un paso al frente y ser los “dadores”. Es
cuando damos que honramos a Jesucristo. Entonces, mira hacia arriba. Levanta la
vista hacia donde viene tu ayuda. Honra a Cristo.
Especialmente hoy. Cuando es más difícil de hacer. Es más difícil dar
cuando todos a nuestro alrededor quieren recibir. Se siente abusivo. Es
abusivo. Pero recuerda lo que Jesucristo hizo por nosotros. Él murió por
nosotros cuando aún éramos pecadores (Ro. 5:8). Jesucristo es más honrado
cuando damos en circunstancias en las que pocos quieren hacerlo. Dad, hermanos
y hermanas. Da aún más cuando te duela hacerlo. Jesucristo permitió estos
“tiempos” para poder ser honrado aún más por quienes Lo siguen. Es BUENO honrar
a Jesucristo y dar cuando cada día son menos los que lo hacen. “Nuestra ayuda
viene del Señor”. Amén.
Favor de escribir tus comentarios o preguntas aquí. Gracias.
ReplyDelete