Wednesday, January 3, 2024

La Lucha Por Crecer En El Conocimiento de La Palabra

Salmos 119:11
En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti.

“Nuestro” problema –un problema que luchamos por resolver a lo largo de nuestras vidas– es que confiamos en nuestra carne más que en Dios. Es un problema de fe.

Establecimos (en la devocional ayer) que nuestra carne (sarx) no tiene nada bueno. Nuestro único deseo es “pecar” cuando vivimos la vida “en la carne”. Elegimos hacer esto porque el Espíritu Santo en nosotros no quiere que pequemos. La Biblia dice que "somos sellados en Él con el Espíritu Santo de la promesa" cuando creemos. (Efesios 1:13) El Espíritu Santo anhela guiarnos. Nosotros (en la carne) no seguimos a nadie ni a nada. Nuestra “carne” quiere que creemos que “sabemos” cómo vivir esta vida

Es nuestro orgulloso deseo de insistir en que “sabemos” cómo vivir esta vida lo que inhibe e impide nuestro deseo de estudiar y conocer la forma verdadera y correcta de vivir la “vida”: estudiar la palabra de Dios.

Nuestro Creador, con amor y sabiduría, proporcionó un libro de instrucciones para Sus hijos. Se llama la Biblia. NO sabemos “cómo” vivir esta vida después de “nacer de nuevo”. Somos bebés en Cristo y necesitamos "la leche de la Palabra". (1 Pedro 2:2) Hay personas que han sido “cristianas” durante más de 20 años y todavía sobreviven con la “leche” de la Palabra de Dios. Es “leche” cuando otros te la dan. Al igual que una madre con su bebé recién nacido: la leche se proporciona en un biberón. Lo mismo ocurre hoy con la mayoría de los cristianos: prefieren la vida “fácil”. Aparecen los domingos y miércoles (en algunas iglesias) y esperan a que los alimenten. (Esta “leche” es mejor que morir de hambre espiritualmente, pero no conduce a la madurez).

Hebreos 5:13-6:1 dice – “Pues todo el que se alimenta de leche no es capaz de entender la palabra de la justicia, porque aún es niño. Pero el alimento sólido es para los maduros; para los que, por la práctica, tienen los sentidos entrenados para discernir entre el bien y el mal. Por tanto, dejando las doctrinas elementales de Cristo, sigamos adelante hasta la madurez sin poner de nuevo el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios"

En muchos versículos de la Biblia se nos exhorta y anima a estudiar, aprender y meditar en la Palabra de Dios. No lo hacemos porque la “carne” (sarx) es egoísta y egocéntrica. Es “fácil” dejar la Biblia sobre la mesa (o la aplicación del celular sin abrir) hasta la próxima semana. Este defecto afecta nuestra capacidad de crecer y servir a los demás. Preferimos la “facilidad y comodidad” del AHORA. (Al igual que Eva en el Jardín del Edén cuando vio el fruto prohibido y le dio una mordida. El pecado quiere ser satisfecho AHORA.) Es este impulso básico y egoísta (pecaminosa) el que nos inhibe / impide conocer a Dios en Su Palabra.

Juan 17:17 dice: “Santifícalos en la verdad; Tu palabra es verdad”. Esta es una oración de Jesucristo dirigida a Su Padre. Oró para que conociéramos Su verdad y seamos santificados en ella. Nuestra carne no quiere ser santa en absoluto. Lucha por el control de nuestras mentes y corazones. Nuestra “carne” sólo quiere pecar.

Romanos 8:5-8 dice: “Porque los que viven conforme a la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque la intención de la carne es muerte, pero la intención del Espíritu es vida y paz. Pues la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios ni tampoco puede. Así que los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.” Este pasaje se auto explica

Gálatas 5:17 dice: “Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente para que no hagan lo que quisieran.” Nuestro problema es grave y continuo. Necesitamos entenderlo claramente y buscar la ayuda de Dios. Él puede vencer nuestra carne, si Le pedimos ayuda y dejamos que Él nos guíe.

Oremos hoy y todos los días para que el Señor nos ayude a crecer en el conocimiento y comprensión de Su Palabra. Al obedecer (por fe), seremos como árboles plantados al lado de un río, estables, tranquilos y bendecidos (Salmo 1:2-3).  Debemos creer esta verdad mucho más que las mentiras que nuestra carne ofrece e implanta en nuestras mentes y corazones.

1 comment:

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