Thursday, February 1, 2024

Pasa Tu Vida Sabiamente

1 Pedro 2:5
también ustedes, como piedras vivas, 
sean edificados como casa espiritual 
para un sacerdocio santo
para ofrecer sacrificios espirituales 
aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

Miremos este versículo exegéticamente... (literalmente leyendo las palabras como se encuentran).

“también ustedes” – el versículo se aplica a los cristianos (contexto del argumento de Pedro en su carta - vease 1:2 ... etc.…). Esto nos incluye a “nosotros” hoy

“Como piedras vivas...” Cuando leemos la Biblia, desde Adán y Eva hasta el final de la creación como la conocemos en Apocalipsis 21, Dios está "escribiendo Su historia". Los humanos son creados por Dios. Él tiene un plan para demostrar Su amor y honrarse a Sí Mismo. Los seres humanos que han vivido a lo largo de Su historia han sido parte de Su plan – por bueno o malo – parte de Su plan.

Los “cristianos” (aquellos elegidos por Dios para ser “salvos”) construyen Su plan con sus vidas. Esto debería recordarnos inmediatamente 1 Corintios 3:11-15. Jesucristo es el fundamento (1 Cor. 3:11). Nos basamos en la obra fundamental de Jesús con nuestras vidas. Jesucristo planea “honrarnos” por las “obras” que hacemos y que Él planeó de antemano (Efesios 2:10). En otras palabras, la ÚNICA manera en que “construiremos sobre Su fundamento” es confiando en el Espíritu Santo para completar el plan de Dios para nuestras vidas.

Dios está construyendo una “casa espiritual”. Nuestras vidas son las “piedras vivas”. Si dependemos del Espíritu Santo para que nos guíe, lograremos las obras que Dios nos ha ordenado. Cuando confiamos en el Espíritu Santo, somos santificados. Su nombre es Espíritu “Santo”. Él habita en nosotros. A medida que aprendemos a estar “llenos” (Efesios 5:18) de Él, “actuamos” de acuerdo con lo que Él desea. Nos convertimos en el “santo sacerdocio” del que habla Pedro en el versículo 5 de 1ª Pedro.

1 Pedro 2:9 (4 versículos después) nos dice que somos una “nación escogida, un sacerdocio santo”. Dios hizo esto porque quería hacerlo. Él quiere que “respondamos” a ser “elegidos” “negándonos a nosotros mismos” y “siguiéndolo” (Luc. 9:23). Al “vivir” esto, realizamos los actos de un “santo sacerdocio” y nuestras vidas adquieren un significado eterno.

Lo que hacemos en esta vida importa. NO para que podamos “comprar” cosas y “vivir mejor” aquí. Eso es vanidad (Ecl. 1:1-3). No ganamos nada trabajando por cosas “debajo del sol”. Cero. Es orgullo. Entonces, necesitamos aprender a hacer TODO con una total confianza en el Espíritu Santo. Y todo lo que hagáis, de palabra o de obra, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él (Col. 3:17). Cuando HACEMOS esto, cuando honramos a Cristo confiando en el Espíritu Santo, nuestras vidas tienen un significado eterno. Cuando nos ponemos los zapatos, lavamos los platos, vamos a trabajar, trabajamos todo el día, compartimos con nuestras familias, cualquier cosa que hagamos –SI lo hacemos buscándoLo con todo nuestro corazón– nos volvemos más como Él. (Pero - tenemos que estar disponibles para hacer lo que Él quiere - no lo que hemos decidido.)

El problema para nosotros es que hemos decidido que queremos “una vida mejor” o “más cosas” o simplemente decidimos ignorarlo. En todos estos casos, estamos separados de la vid (Juan 15:5) y no hacemos nada. Todo es vanidad. Trabaja bajo el sol. Esfuerzo malgastado.

Pero –si nos negamos a nosotros mismos (lo cual no es divertido ni fácil)– ofrecemos sacrificios espirituales. Jesucristo sabe que estamos hechos de carne débil. Él sabe que queremos “una vida mejor” y “más cosas”. Cuando negamos estos deseos egoístas, ofrecemos un sacrificio espiritual. Y Jesucristo sabe que esto nos duele. Él sabe que nuestra carne no se siente cómoda cuando Lo honramos. Y Él nos recompensará (1 Cor. 3:12) en Su tiempo. Aquí no. Ahora no. Las cosas que “hacemos” –guiados por el Espíritu Santo– para honrar a Jesucristo – dan significado eterno a nuestras vidas. Ya no nos esforzamos por obtener cosas hechas de polvo. No son importantes. Sólo queremos honrar a Jesucristo porque Él lo merece. Él era (y es) Dios y dio Su vida para salvarnos para siempre. Al responder a Su eterno sacrificio de amor con el deseo de honrarlo, nos convertimos en “piedras vivas” que Le son aceptables.

Entonces, hermanos y hermanas, sed “piedras vivas”. Dios continúa escribiendo Su historia con nuestras vidas.

3 comments:

  1. Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.

    ReplyDelete
  2. Amen hermano Randy que Dios siga escribiendo su historia con nuestras vidas a pesar de lo que somos que Dios nos siga moldeando

    ReplyDelete

Útiles Para ÉL y SU CUERPO

Romanos 12:4  Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, Tú y yo no "pedim...