Bendiciones Por Venir

Efesios 2:5-7

aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, 

nos dio vida juntamente con Cristo 

(por gracia ustedes han sido salvados), 

y con Él nos resucitó 

y con Él nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús, 

a fin de poder mostrar en los siglos venideros las sobreabundantes riquezas de Su gracia 

por Su bondad para con nosotros 

en Cristo Jesús.

Es muy importante seguir el tiempo de los verbos en el perícopa (pasaje / extracto) anterior. Definen actos históricos “antiguos” que tienen resultados proféticos futuros (realidad para nosotros) de una manera que sólo Dios puede proporcionar.

El versículo 5 comienza en tiempo pasado, “aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos.”  Estábamos muertos. Nos dio vida junto con Jesucristo. Y por gracia fuimos salvos. No “hicimos” ni “elegimos” nada para que se nos proveyera nuestra salvación eterna. Tiempo pasado otra vez. Nuestra salvación se completó en el pasado. Dios actuó en la muerte y resurrección de Jesucristo de manera eterna. La creación misma (el sol, los árboles, Su creación) no entiende y no ha visto lo que Jesucristo ha hecho. Pero este acto se realizó “antes” de que cualquier cristiano hoy estuviera vivo. Se realizó para todos los que murieron en el Antiguo Testamento con “fe” en Dios. Jesucristo, Su muerte y resurrección, cambió la realidad y la creación. Aún no hemos entendido lo que Dios ha hecho. Lo entenderemos, como lo identifica el final de esta perícopa (pasaje).

Y con Él (Jesucristo) fuimos resucitados. Pasado. Nuestra resurrección aún no ha ocurrido. Ninguna de las personas que han muerto en Jesucristo (Adán, Moisés, Pablo, Juan) ha resucitado todavía su cuerpo físico (rapto y resurrecciones después la tribulación). Pablo, guiado por el Espíritu Santo, escribió el hecho de que resucitaremos en tiempo pasado. Cuando Jesucristo resucitó de la tumba, nuestra resurrección se completó con Él. Dios no existe en el tiempo como nosotros. La resurrección de Jesucristo nos hace resucitar con Él hace cerca de 2,000 años. Dios es paciente. Él espera mientras observa que los detalles que Él ha declarado desde la eternidad pasada continúan desarrollándose. No hay nada que vaya a suceder, en ningún lugar, en ningún “momento” que Él no supiera durante una eternidad antes de que ocurriera. A esto se le llama omnisciencia. Un Dios omnisciente no espera a que la gente “elija” ser salva. Todas las personas que fueron resucitadas en tiempo pasado, fueron resucitadas con la resurrección de Jesucristo de la tumba.  Eran conocidos desde antes que la creación. (Recuerda a David en el Salmo 139:13, 16, tú me conociste antes de que estuviera en el vientre).

Y como si esto no fuera suficiente, se vuelve aún más emocionante y bendecido para nosotros, Sus elegidos.

Dios nos ha sentado con Él en los lugares celestiales. EN Jesucristo. Luchamos, dudamos y asustamos, enojamos, sentimos solos y angustiados como cristianos. Si mantenemos nuestra mente en “NUESTRA” realidad eterna, nuestras dificultades disminuyen proporcionalmente a la cantidad que creemos y consideramos las verdades que estamos reflexionando en este momento. La persona que lee este devocional – si usted es “elegido” y cree que Jesucristo fue y es Dios y que vino a morir para proporcionar expiación sustitutiva (Su castigo pagó por nuestros pecados) – entonces su eternidad será maravillosa para siempre. Para siempre. “Vivir” y respirar la perfección. Tendrás una conversación con Jesucristo (o probablemente varias conversaciones). Te encontrarás con Moisés, Jonás, David, Salomón, Pablo, Juan (el discípulo y el bautista – los dos). Esto no es un quizá ni un tal vez. Esto es más seguro que la silla de polvo en la que estas sentado. Estaremos sentados con Él en los lugares celestiales. Y será “más” que una experiencia agradable de lo que podemos imaginar “EN” Jesucristo. No estoy seguro de todo lo que esta preposición trae consigo, pero esto se hará EN Él. Lo entenderemos más claramente mientras nos sucede a nosotros. Y nuestra anticipación ahora, así como lo que “sentiremos” y “pensaremos” cuando nos suceda – ¡son Su placer y gozo! ¡Él sabe que no sepamos lo que pensaremos y sentiremos cuando Él nos siente en los lugares celestiales! Y nuestro Creador disfruta compartiendo la experiencia con nosotros. Y cuanto mejor compartamos la experiencia con Él ahora (orar sin cesar / Jesucristo sentado en nuestros corazones), más agradable y “compartida” será esta experiencia de nueva creación. Nuestro Creador tiene un plan. Un plan eternamente bueno y amoroso. Ése es QUIÉN ES ÉL.

Y ahora – la última y mejor parte de este pasaje...

Nadie ha visto o comprendido completamente las inconmensurables riquezas de Su gracia todavía. Nadie. Dios Trinidad lo sabe. Nadie más (ángeles, humanos) ha visto esto todavía. Y nuestro amoroso Papá, realmente nos ama. Esta vida “caída” es una oportunidad para enseñar a Sus hijos a confiar en Él. Para que cuando estén con Él, puedan disfrutar aún más de Su presencia. Y en los siglos venideros, Él nos mostrará QUIÉN ES ÉL y nos permitirá comprender lo que logró en la muerte y resurrección de Su Hijo. En las edades venideras. (No estoy seguro de por qué la palabra “edades” está en plural…)  Una de las “edades” venideras podría ser la tribulación que ocurrirá después del rapto. Podría ser el reino milenario donde Jesucristo gobierna el mundo durante 1,000 años. Otra época puede ser la llegada del cielo nuevo y la tierra nueva. No está claro qué “edades” (plural) define este pasaje. Pero durante estos períodos de “tiempo” continuos y en desarrollo, Dios demostrará Su amor hacia nosotros. Y Su amor incluye riquezas inconmensurables.

Hermanos y hermanas, es importante que reflexionemos sobre lo que “hacemos” aquí. Nuestro deseo de poseer “polvo” es una locura cuando reflexionamos sobre lo que nos espera. Anímate a hacer más y gastar más (literalmente gastar tu dinero) por Jesucristo y Su reino. Somos tan tontos. Quedamos atrapados en el polvo y corremos tratando de acumular polvo como si valiera la pena hacerlo. Considera lo que Dios ha hecho e inviértete más en Su reino hoy. Hará que su “experiencia” en esta tierra y su “experiencia” en los siglos venideros sean más profundas y significativas.

Dios nos bendiga (y lo ha hecho y lo hizo), a todos.