2 Corintios 4:11,18
Porque nosotros que vivimos,
constantemente
estamos siendo entregados a muerte
por causa de Jesús,
para que también la vida
de Jesús
se manifieste en nuestro cuerpo mortal...
al no poner nuestra vista en las cosas que se ven,
sino en las que no se ven.
Porque las cosas que se ven son temporales,
pero las que no ven son eternas.
¿Quién disfruta más de
su “vida en esta tierra”? ¿Una persona
que se apresura a satisfacer sus propias exigencias (de la carne) o una persona
que continuamente “muere a sí misma”? Si
respondemos honestamente a la pregunta, una persona que se apresura a “obtener
comodidad y conveniencia” disfrutará MÁS de su “experiencia” inmediata (a nivel
“humano”) que alguien que “muere a sí mismo”.
Nuestra “carne” disfruta de comodidad y conveniencia – ya sea física o
emocional – buscamos constantemente placer para nosotros mismos. Y los placeres “momentáneos” que
experimentamos en nuestra “carne” nos confunden. Sabemos que nuestro Dios nos ama, por eso construimos “fortalezas
espirituales” en nuestra mente (2 Cor. 10) para que a Él le resulte aceptable
ser egoístas y egocéntricos. “Justificamos” gastar la mayor
parte de nuestro dinero y la mayor parte de nuestro tiempo buscando nuestro
propio beneficio.
Pero esta “fortaleza” en nuestras creencias NO es lo que Jesucristo
quiso decir cuando dijo: “Si alguien quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de Mí, ese la salvará. Pues, ¿de qué le sirve a un hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se destruye o se pierde?”
(Lu. 9:23-25)
El Espíritu Santo llevó a Pablo en 2 Corintios 4:11,18 (versículos
anteriores) a reafirmar lo que Jesucristo había dicho varios años antes cuando
estuvo aquí en esta tierra (y Lucas lo registró en capítulo 9). Debemos “tomar nuestra cruz cada día y morir”. La
comodidad y la conveniencia en esta vida – incluso (especialmente) en los
Estados Unidos – no tendrán sentido dentro de cien años. Estos “momentos” de comodidad y conveniencia
desaparecerán y serán olvidados por nosotros y por aquellos con quienes los
compartimos (tarde o temprano). Nuestro
placer y conveniencia en esta “vida” deben ser negados, para que podamos ayudar
a otros a saber acerca de Él. A medida
que morimos (a nosotros mismos), nos volvemos más claros en nuestro
propósito. Y nuestro propósito es
GLORIFICARLO. Porque Jesucristo nos ha
dado la eternidad con Él en el cielo.
Nuestra relación destruida con Dios ha sido “reconciliada” (2 Cor. 5)
por Su muerte en la cruz. Cuando “nos
entregamos a la muerte” y vivimos para Él, nos volvemos útiles para Su
reino. Evangelizamos, hacemos
discípulos, animamos a otros, vivimos para Él.
Y PORQUE entendemos que tenemos una eternidad con Él esperándonos,
tenemos ESPERANZA cuando morimos a nosotros mismos en “esta vida”. Podemos “negar” el placer de la comodidad y
la conveniencia aquí en esta vida. La
razón por la que “la negamos” y “tomamos
nuestra cruz” con alegría es porque confiamos en Él por fe. Y obedecemos a Jesucristo. Confía y obedece.
La MAYORÍA de los cristianos en los Estados Unidos hacen un trabajo
terrible al “ser entregados a muerte constantemente”. ¿Eso te sorprende? No debería.
Los Estados Unidos tiene
MUCHO dinero y MUCHAS cosas para disfrutar.
¿Es prudente participar de la “vida” que ofrece este país? Para absolutamente nada.
Nuestra carne no tiene fronteras (como los Estados Unidos hoy). No quiere dejar de ser codicioso. No quiere dejar de buscar comodidad y
conveniencia. Y nuestros hermanos y
hermanas en Cristo que “permiten” que su carne defina su perspectiva se vuelven
más egoístas a medida que adquieren más cosas.
Esto no es un accidente. La otra
cara de esta moneda es que los hermanos y hermanas que “continuamente se
entregan a la muerte” viven cada día más para Cristo. Se vuelven más como Él.
¿Entonces – quién eres? Basado en 2 Corintios 4:18 (al no poner
nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque las
cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas), tenemos que hacer una decisión. Podemos
basar nuestras decisiones en lo que vemos y comprar más cosas. (Realmente siento lástima por los niños cuyos
padres viven esto. Están siendo criados con la creencia de que las “cosas” y el
“placer momentáneo” definen la vida. Esta es una mentira promulgada por el
mundo y Satanás y totalmente apoyada por nuestra carne.) O – podemos “negar nosotros mismos” y vivir
para lo que no vemos. Podemos “vivir por
fe”. Y llegar a ser más como nuestro
Salvador.
Lo que “hacemos” hoy demuestra quiénes somos, no lo que “pensamos” al
leer estas palabras. Lo que “hacemos”
define nuestras creencias. Lee el libro
de Santiago (medio hermano de nuestro Señor Jesucristo) unas cuantas
veces. Entendió que lo que “hacemos”
demuestra claramente lo que creemos. Y
permítame animarle encarecidamente a "morir" hoy. Todo el día. No es
necesario correr y ganar más dinero para "comprar más cosas". Es mucho mejor “acumular nuestros tesoros en
el cielo” viviendo para Él a través de nuestra muerte a nosotros mismos.
Comentarios aquí, por favor. Gracias.
ReplyDeleteComentarios aquí, por favor. Gracias.
ReplyDelete