Salmos 119:114
Mi refugio
y mi escudo eres tú;
En tu palabra espero.
Fuimos creados
por el Señor de la creación. Nuestros
cuerpos increíblemente complejos no pudieron "evolucionar". La teoría de la evolución de Darwin es una
imposibilidad estadística. Ninguna
“especie” se ha “transformado” en una “especie” mejor. Y los colegios y universidades lo
entienden. Las exigencias del orgullo
humano prefieren las creencias absurdas a la verdad obvia – somos seres "creados" y tenemos Su imagen. Todos los seres humanos llevan la "imagen" de Dios. Y nosotros los cristianos SABEMOS esto. Tenemos a Dios, el Espíritu Santo y a Jesucristo morando dentro nosotros. Y también entendemos esta verdad.
Pero
no queremos hacer de Dios nuestro refugio.
No confiamos en Él. Porque
nuestra “carne” es mucho más influyente de lo que entendemos. Se necesita tiempo para aprender a hacer del
Dios de toda la creación nuestro refugio.
Es un poco tonto no hacer esto.
¿Dónde hay mejor lugar para buscar “refugio” que Aquel que permitió
todos y cada uno de los obstáculos que ofrece esta vida? El pecado y la muerte serán arrojados al
lago de fuego. Un día". Mientras tanto, tenemos la oportunidad de
encontrar “refugio” en Aquel que tiene la autoridad de arrojar el pecado y la
muerte a este lago eterno de castigo. Y
lo SABEMOS.
Sin
embargo, todavía no Lo buscamos como nuestro refugio. Oramos.
Pero no “confiamos” en Él. Si
realmente confiamos en Él como nuestro “refugio”, no hay necesidad de estrés,
preocupación ni urgencia. Él creó todas
y cada una de las cosas y proclamó Su amor por nosotros. Cuando verdaderamente llamamos a nuestro
Señor nuestro “refugio”, debemos “descansar” en Él. “Confía en el Señor con TODO tu corazón y no
te apoyes en tu propia prudencia.” Pro.
3:5. “Camina (vive) por fe, no por
vista”. 2 Cor. 5:7 Y NO creemos en
estas verdades. Hacemos nuestros planes
e insistimos en que el Señor bendiga lo que hemos decidido hacer.
Es
BUENO aprender a confiar en el Señor.
Confía verdaderamente en Él. Él
ES el único refugio verdadero que tenemos.
Nuestras decisiones pecaminosas no son dignas de confianza. Los pecadores que nos aman y nos rodean
fracasarán – aunque nos amen. Nuestro
ÚNICO refugio verdadero es AQUEL que dio Su vida para salvarnos de la
condenación eterna. Podemos y debemos
confiar en Él. Pero no con palabras
falsas que hablamos el domingo. Debemos
confiar en que Él compartirá todo lo que hacemos de lunes a domingo. Cada día.
Búscalo a Él y a Su sabiduría.
A
medida que aprendemos lentamente a “vivir” esta confianza, llegamos a aprender
que Él es un escudo. Él nos protegerá de
las cosas de las que quiere protegernos.
Y las cosas que nos pasan y que nos hacen “incómodos” también son para
nuestro bien. PODEMOS confiar en Él con todo
lo que sucede. A medida que “vivimos”
nuestras vidas pecaminosas y CONFIAMOS en ÉL, la protección que ÉL brinda se
vuelve más clara, si tan solo confiamos en Él.
Y Su
palabra nos instruye sobre “cómo” vivir una vida confiada. Él no nos dice muchas veces que estudiemos y
aprendamos Su palabra porque le gusta asignar tareas. El Señor nos dice que aprendamos Su palabra
para que nuestra confianza en Él pueda profundizarse / mejorarse. A medida que llenamos nuestra mente y corazón
con Su palabra, nuestra carne se vuelve correspondientemente más débil (SI
confiamos en ÉL y Su palabra).
Estas verdades se entrelazan tanto en la Biblia como
en las palabras en español - espere
y "tenga" esperanza. Bíblicamente,
debemos aprender a tener esperanza en un futuro mejor mientras esperamos que
llegue. En Su palabra esperamos (“wait”
[inglés] - aguantar con paciencia) y esperamos (hope [inglés]
- para un futuro mejor). (La palabra en hebreo - yhl - incluye los dos conceptos.) El amor es
paciente. Nuestro Señor es
paciente. Y necesitamos aprender lo
mismo. Nuestras vidas, la mayoría de las
veces, no tendrán sus problemas “solucionados” rápidamente. Necesitamos aprender a tener esperanza y
esperar en nuestro Refugio y Escudo para terminar lo que Él ha comenzado en
nosotros. Y ÉL completará lo que ÉL ha
comenzado. En Su tiempo". Mientras seguimos aprendiendo a confiar más
en ÉL. ÉL ES BUENO. Podemos y debemos confiar más en Él y menos
en nosotros mismos.
Mi refugio y mi escudo eres tú;
En tu palabra espero.
Favor de compartir tus ideas o comentarios aquí. ¡Gracias!
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