Tuesday, September 17, 2024

Imitadores de Dios Como Hijos Amados

Efesios 5:1

Por tanto, 

sean imitadores de Dios 

como hijos amados,

“Por tanto” – cuando vemos estas palabras en una carta escrita por Pablo, sabemos que es hora de pensar en retrospectiva y “recordar” lo que está argumentando.  Pablo era un pensador claro.  Presentó su teología y luego entró en una explicación detallada de “cómo” o “qué hacer” con la teología que presentó.  Su carta a los Efesios no es diferente.  En los capítulos 1 a 3 de su carta al pueblo de Éfeso, Pablo presenta una teología profunda sobre Dios y Sus propósitos.  En los capítulos 4 al 6, explica “cómo” responder a todo lo que Dios ha hecho.

El capítulo 5 comienza con “por tanto”.  Pablo explicó la elección misericordiosa y eficaz de Dios de cada uno de nosotros antes de la “creación del mundo” al comienzo de esta carta.  Aquí Pablo afirma que debido a que Dios ha hecho tanto por nosotros, debemos imitarLo como hijos amados.

Es interesante reflexionar sobre cómo Dios nos ha creado.  Como niños nacidos en familias pecadoras, desarrollamos “automáticamente” los rasgos de nuestra familia inmediata.  Adquirimos sus tendencias, habilidades y debilidades sin pensarlo.  Nuestra “crianza” (o la falta de ella) tiene un enorme impacto en “quiénes” somos.  Dios también nos da una “personalidad” cuando nos crea.  Nuestra “naturaleza” no es algo que podamos cambiar.  Debemos ser conscientes de qué tipo de personalidad tenemos y desarrollar sus fortalezas mientras somos cautelosamente conscientes de sus debilidades.  Estos dos aspectos de la humanidad – “naturaleza” y “crianza” son fuente de muchos debates psicológicos y estudios sociológicos.  Ambos tienen un gran impacto en “quiénes” somos.

Ahora, agreguemos a esta mezcla el hecho de que “nacimos de nuevo”.  Ya se nos pide que no "seamos" quienes "éramos" – se nos exige que vivamos una "nueva vida".  Como decimos cuando bautizamos a alguien, “sepultado con Jesucristo en semejanza de Su muerte, resucitado con Él en semejanza de Su resurrección para caminar en la vida nueva”.   Debemos imitar a nuestro Señor - caminar como Él.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí que han llegado cosas nuevas. (2 Cor. 5:17) El Espíritu Santo quiere “rehacer” como éramos “criados”.  Nuestra naturaleza (personalidad) seguirá siendo básicamente la misma, pero incluso este aspecto de “quiénes” somos debemos aprender a “ceder al Espíritu”.  “¿O no sabes que tu cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ti, el cual tienes de Dios, y que no eres tuyo? Porque has sido comprado por precio – glorificad, pues, a Dios en tu cuerpo”. (1 Corintios 6:19-20)

Dios tiene un plan. Él nos toma – en cualquier estado físico y emocional en lo que nos encontremos (espiritualmente – estábamos “muertos en nuestros delitos y pecados) – coloca una “nueva persona” dentro de nosotros (somos “nacidos de nuevo” Juan 3:1-16) – y dice: "Está bien, vive la vida como Yo". “Debes negarte a ti mismo, tomar tu cruz cada día y seguirMe”. (Lucas 9:23) Pablo repite este concepto en otro formato cuando anima a la gente de Éfeso a “ser imitadores de Dios como hijos amados."

Y la motivación que ofrece Pablo es digna de consideración.  Nosotros, aquellos de nosotros que hemos sido elegidos desde “desde antes de la creación del mundo” para ser Sus hijos eternamente (en el futuro) DEBEMOS responder con gratitud y deseo de agradar a Aquel que nos ha dado para siempre en perfección.  El cielo nuevo y la tierra nueva son nuestros.  Algún “día".  En realidad no será un “día” y no sabremos en qué “hora” lo recibiremos – porque en el “momento” que entremos al nuevo cielo y a la nueva tierra – ya no habrá necesidad de “tiempo".  Dios estará con nosotros y ÉL será nuestra luz.  Ni sol ni luna, sólo Su presencia.  ¡¡Y vaya lugar será!!  ¡¡Tendremos entonces experiencias que no podemos ni empezar a imaginar!!  Por esta razón, es razonable que Dios nos pida “ser más como Él en esta vida y menos como nosotros”.

Así que, hoy, mis queridos hermanos y hermanas, mientras las cosas van bien o mal, cuando suceden cosas buenas y malas, cuando el deseo de hacer el mal llama a la puerta de nuestros corazones, SEAN imitadores de DIOS.  Todo el día.  Hoy.  Y nuestro Señor conocerá y apreciará nuestros esfuerzos por honrarLo.
Por tanto, 
sean imitadores de Dios 
como hijos amados,

1 comment:

Jamás Me Olvidaré

Salmos 119:93  Jamás me olvidaré de Tus preceptos,  Porque por ellos me has vivificado. Es BUENO confiar en la palabra de DIOS. SU palabra e...