Salmos 34:8
Prueben y vean que el Señor es bueno.
¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia!
“Pruebe
y vea.” Tenemos tanta prisa por
"arreglar" las debilidades y "necesidades" (mal
identificadas y casi siempre falsas – por nuestro criterio confundido) en
nuestras vidas que no tenemos la paciencia para "probar y ver". No "esperamos en el Señor". Cuando hay un problema – corremos y agarramos
todos los recursos disponibles (y hay muchos en este país rico y confuso) – y
“solucionamos” el problema. No es
necesario "esperar en el Señor".
Él se mueve lentamente. Necesitamos que se solucionen los problemas y
los necesitamos ahora mismo. Y
“sentimos” que hemos logrado algo cuando “solucionamos” nuestros
problemas. Todo lo que hemos logrado es
el hecho de que el Señor permitirá que un problema muy similar “venga” a
nuestras vidas – una y otra vez – hasta que “probemos y veamos” que Él reparará
nuestros problemas permanentemente. Él
es paciente. Y seguirá colocándonos en
circunstancias incómodas. Porque Él
quiere que aprendamos a “probarlo”. Él
es un BUEN DIOS.
Y
después de muchas “pruebas” repetitivas aprenderemos a “esperar en el
Señor”. Nos volvemos más pacientes
“DENTRO” de nuestras dificultades.
Porque hemos aprendido que ÉL ES nuestro único refugio. Él es la única fuente de paz en esta vida
caída. Y la persona que aprende esto es
verdaderamente bendecido. Él nunca nos
fallará. Él no puede fallarnos. Él es nuestro refugio perfecto y eterno. La perfección es Su carácter. Y ÉL nos ha hecho eternamente perfectos. Aquí no.
Aún no. Pero Él completará lo que
ha comenzado en nosotros. ¡¡¡Y CUÁN BIENAVENTURADO
es la persona que tiene esta promesa desplegándose dentro de sí mismo!!!
Prueben y vean que el Señor es bueno.
¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia!
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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