Wednesday, October 2, 2024

Claridad En La Verdad

Proverbios 29:25
El temor al hombre pone trampas, 
Pero el que confía en el Señor estará seguro.

¿Quién eres?  Ahora mismo.  Sentado o de pie estés donde estés.  ¿Quién es esta persona que lee este devocional?  Porque ESTA persona – ahora mismo – es un reflejo mucho más honesto de “quién” eres que cuando estás en la “iglesia”.  Nos ponemos nuestras sonrisas (o nuestras lágrimas) y buscamos la afirmación de los “hermanos y hermanas”.  Pero – repito – ¿QUIÉN eres?

Proverbios 29:25 nos ayuda a definir “quiénes” somos.  Si el “trabajo” impone más exigencias a nuestras vidas que el Señor – amamos el dinero.  Si el “mundo” (las aplicaciones sociales – Facebook, Snapchat, TikTok, YouTube, Netflix, Twitter, etc…) son más atractivos y más capaces de definirnos que la Biblia – amamos el “mundo”.

¿Está eso claro?  Jesucristo nos instruye en diferentes pasajes del Nuevo Testamento y (los primeros cuatro mandamientos de los Diez Mandamientos y muchos otros pasajes) en el Antiguo Testamento a no poner a nadie ni a nada delante de Él.  No hay confusión.  Introducimos confusión porque queremos justificar nuestros pecados.

Entonces – si estamos de acuerdo en que el amor al dinero y el amor al mundo sólo causan daño y dolor – veamos cómo el autor de esta verdad “embarazada” (llena de conceptos verdaderos) – Proverbios 29:25 – expresó esta idea.  Si alguien busca "pertenecer" al "mundo", si su perspectiva se basa en conceptos "carnales", trabajará muchas horas para ganar más dinero y poder "parecerse" más al "mundo".  Cuando una persona respeta y teme las opiniones de otras personas, "vive" su vida como el mundo.  El dinero y las cosas son más importantes que estar en la iglesia.  El dinero y las “cosas de este mundo” tienen la prioridad.

No hay nada de malo en trabajar hasta tarde de vez en cuando (como una vez cada 3 o 4 meses).  Hay un problema – un problema grave – cuando el trabajo dicta nuestras vidas.  Una vez que el “trabajo” comienza a decirnos “cuándo” y “cómo” vivir, nos resultará muy, muy difícil permitir que el reino de Dios mantenga el lugar que le corresponde.  Tenemos miembros de iglesia que incluso ahora faltan regularmente a las reuniones de la iglesia debido al “trabajo”.  Esta es una actitud muy peligrosa hacia el cuerpo de Cristo.  Las exigencias del “trabajo” y del “mundo” no harán más que aumentar.  Si no entendemos hoy – ahora mismo – que Jesucristo nos instruyó a “buscar Su reino primero”.  Si no “vivimos” esto hoy, será más difícil de entender y vivir en 2025. Esta vida no se está volviendo más fácil, hermanos y hermanas.  Nuestro egoísmo y orgullo nos “llevarán” a la confusión plena aún más rápido ahora que hace veinte años.

El “mundo” dicta nuestras vidas cuando faltamos a la iglesia regularmente por fiestas, distracciones, “diversiones”, o cuando queremos “pasar el rato” con amigos en lugar de servir y ser parte de Su cuerpo.  Es interesante cómo aquellos que tienen poco conocimiento bíblico anhelan ser “felices” en esta vida.  Ellos “intentan” llenar el “hueco” en sus corazones con fiestas y actividades.  Y los “huecos” simplemente no se llenan.  No podemos llenar estos “huecos” con pecado.

Entonces, si tememos a los “hombres”, si permitimos que el “trabajo” y el “mundo” dicten nuestras vidas, estamos en peligro real.  La “confusión” espiritual en esta vida continúa aumentando. 

Es mucho mejor para nosotros leer este proverbio de forma sencilla y respetuosa.  Necesitamos confiar en Jesucristo.  Hoy.  Si Él no aprueba que vayamos a “trabajar” - ​​no vayas.  Pide ajustar el horario.  Recupera el tiempo antes o después de la actividad de la iglesia.  Pero no dejes de encontrarte en Su cuerpo.  Especialmente cuando vemos que “el día se acerca” (Heb. 10:25).  Y planifique más actividades (tiempo personal) para hacer cosas que sirvan a Su cuerpo.  Deja de hacer del “trabajo” y del “mundo” el centro de tu vida.  HAGA cosas por Su cuerpo.  Obedece al Señor.  Ámalo a Él y a la gente de tu iglesia.  No con palabras – con actos de amor.  HAGA cosas por ellos.  Llena tu vida con más respeto por Jesucristo y Su cuerpo – y sentirás más paz en tu alma.  Los “huecos” comienzan a disminuir.  Si “confiamos” en Él – mantenemos a Jesucristo en primer lugar – la vida tiene sentido.  Y juntos podemos avanzar hacia este peligroso futuro.  Buscando Su reino y confiando en Su guía.  Nuestro Señor es un Dios muy bueno.  Necesitamos confiar en Él para poder disfrutar verdaderamente de Su bondad.
El temor al hombre pone trampas, 
Pero el que confía en el Señor estará seguro.

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