Salmo 37:4
Deléitate en el SEÑOR
y él te concederá los
anhelos de tu corazón.
¿Cómo
va tu relación con Jesucristo? ¿Te ríes
con Él de ti mismo por las tonterías que te pasan por tu mente? ¿Sonríes con Él ante la belleza de la
creación que Él ha hecho? ¿Has aprendido
a compartir tus pensamientos más íntimos con Él como una “corriente” (stream)
continua? Si no has experimentado estos
momentos en las últimas 24 horas, sigue estudiando y meditando en Él y Su
palabra. ¡¡Nuestro DIOS es un DIOS
BUENO!! Él nos ama verdadera y
profundamente.
Y a
medida que aprendemos a “deleitarnos” en Él, nuestra necesidad de “crear”
diversión”, “felicidad”, “placer” disminuye.
No queremos fiestas, excursiones (excepto para ver Su creación),
distracciones, toda la “confusión” que el “mundo” llama placer. No lo queremos. Porque hemos aprendido a “deleitarnos en
Él”. “La piedad con contentamiento es
una GRAN ganancia”. (1 Tim. 6:6) Y ES GRAN ganancia. Porque cuando “aprendemos” a deleitarnos en
ÉL y sólo en ÉL – estamos satisfechos dondequiera que vayamos. Hagamos lo que hagamos. Cualesquiera que sean las circunstancias que
traiga esta vida – estamos contentos.
Porque ¿quién puede necesitar algo cuando su refugio es el Creador de
todo? Somos más que bendecidos –
literalmente – MÁS que bendecidos – cuando Jesucristo es nuestro refugio
a través del Espíritu Santo.
¿Y
cuál es el resultado de “aprender a hacer de Jesucristo nuestro refugio”? Queremos / deseamos / anhelamos honrarLo. Ya no oramos para que ella sea sanada, él sea
restaurado, que él logre lo que sea – simplemente queremos Su voluntad y Su
gloria. Y si su sanidad, su
restauración, y los logros de otra persona pueden glorificarlo a ÉL, eso es lo
que queremos. Nuestros deseos ya no se
basan en nuestra perspectiva “pecaminosa, egocéntrica y pequeña”. Entendemos y SABEMOS que, por Su gracia –
tenemos un propósito y significado eternos.
Queremos mostrarLe a Jesucristo – con nuestra vida, con todo lo que
tenemos y somos, que “entendamos” un poco – lo que ÉL ha HECHO. Somos eterna, perfecta y justamente –
PERDONADOS. Y pasaremos SIEMPRE con
ÉL. No porque hayamos hecho o haremos –
cualquier cosa. SINO porque ÉL ES UN
DIOS BUENO. Y queremos / deseamos /
anhelamos honrarLo. Y este deseo
profundo se convierte en fuente de agua viva que brota de nuestro corazón. Nuestros deseos son Sus deseos. Empezamos a amarLo de alguna manera como ÉL
nos ama a nosotros. Y participamos en el
humilde, constante y hermoso deseo de servirle a ÉL y a los demás como ÉL se
sirve a Sí mismo (dentro de la Trinidad) y a nosotros – en amor ágape. Y entendemos – un poco – el ambiente que nos
espera en el cielo. Amor perfecto para
todos – enfocado en Jesucristo y Sus cicatrices eternas.
Deléitate en el SEÑOR
y él te concederá los anhelos de tu corazón.
No comments:
Post a Comment