Friday, October 18, 2024

Recuérdalo.

Salmo 27:1
El Señor es mi luz y mi salvación; 
¿A quién temeré? 
El Señor es la fortaleza (refugio) de mi vida; 
¿De quién tendré temor?

Es fácil para nosotros, los seres “carnales” que somos, olvidar QUIENES somos.  Insistimos en nuestras orgullosas creencias de que podemos “manejar” esta vida.  Podemos “hacer” lo que sea necesario para seguir adelante.  Podemos “cuidarnos a nosotros mismos”.  Esto puede ser “en cierto modo” cierto.  Pero, al “vivir” la vida de esta manera, negamos a nuestro sustentador más importante y poderoso – DIOS.  Cuando nos tomamos un momento en la mañana y simplemente recordamos QUIENES SOMOS – “CRISTIANos”.  Personas QUE llevan el nombre de su SEÑOR y SALVADOR.  LE PERTENECEMOS.  Todos los demás que conocemos y vemos hoy – algún “día” – se arrollidarán ante ÉL.  TODOS.  Y cuando recordamos esto antes de salir por la puerta en otro día “ocupado” – SI sólo recordamos esto – nuestro día se llena de esperanza, de tranquilidad.

Porque ÉL está a cargo de todo lo que sucede.  (ÉL nos mantiene responsables de nuestros pecados.) Y ÉL nos ayudará y protegerá, SI sólo Lo buscamos a ÉL.  ÉL es luz.  ÉL proporciona claridad a lo que sucede a nuestro alrededor.  SU presencia nos ayuda a tener sabiduría.  Puede que no entendamos nuestras circunstancias, pero “sabemos” cómo “vivirlas” – confiamos en ÉL.

ÉL es mi salvación.  Cuando recuerdo mi “fin”, mi destino final, quiero seguir adelante y honrarLo por TODO lo que Él me ha dado.  Una eternidad en el cielo.  Inmerecido.  ÉL tiene control sobre la eternidad.

¿A quién temeré?  Nadie.  ÉL tiene la vida y la muerte en SU ​​mano.  ÉL es el Creador.  Puedo sonreír ante los días sombríos y oscuros – porque SÉ que pasarán.  No durarán para siempre.  Y cuando terminen – seguiré sonriendo.  Porque mi SEÑOR me ama y ÉL tiene el control de todo.  ÉL ES DIOS.  Y no me sucederá nada que ÉL no supiera antes de que el sol comenzó a brillar.  Sólo necesito recordármelo a mí mismo – y me siento alentado.

El Señor es mi refugio.  Me escondo en ÉL.  ÉL es mi lugar de consuelo y descanso porque ÉL me ama lo suficiente como para sufrir y morir en mi lugar.  Y puedo confiar en SU ​​amor por mí.  Independientemente de lo que me pase, puedo confiar en ÉL.  EL ES BUENO.  ÉL ES AMOR.  Y puedo encontrar significado y consuelo en SU ​​definición de quién soy – un hijo adoptivo de DIOS.  ÉL me dará una herencia que no merezco.  Porque mi SEÑOR me ama.

¿A quién temeré?  Nadie.  El CREADOR de todos y de todo ha declarado SU amor por mí en la cruz.  ÉL no “dijo” ÉL me amaba.  ÉL lo “vivió”.  DIOS murió en una cruz.  Por mis pecados y vergüenza.  ÉL dio SU vida por mí.  No hay nadie ni nada más que pueda amenazarme.  El SEÑOR vivo me llama SUYO.  Soy SU hijo para siempre.  Y anhelo estar con ÉL.  Para que puedo alabarLo por SU gracia hacia mí.  Y puedo decirLe – gracias por todo lo que ERES y todo lo que has hecho por mí.  Lo alabaré por siempre porque ÉL me escogió.  Y ÉL es un DIOS muy bueno.  Sólo necesito recordarLo.
El Señor es mi luz y mi salvación; 
¿A quién temeré? 
El Señor es la fortaleza de mi vida; 
¿De quién tendré temor?

1 comment:

Cambios Profundos

2 Corintios 7:1  Por tanto,  amados,  teniendo estas promesas,  limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la...