Sunday, November 17, 2024

¡Cuán Bienaventurados!

Salmo 119:1
¡Cuán bienaventurados los íntegros de camino, 
los que andan según la ley del SEÑOR!

¡¡Cuán bienaventurado!!  Es interesante reflexionar sobre esta declaración.  “Corremos” de una actividad a otra buscando “placer, consuelo, diversión, entretenimiento” y el Señor nos dice muy clara y llanamente “cómo” podemos llenar esta profunda necesidad que todos tenemos en nuestros corazones y vidas.  Cuán bendita es la persona “completa, íntegra, e inocente”.  (Esto es lo que significa el término hebreo para íntegros.) ¡Cuán bendita es esta persona!  Cuando permitimos a Jesucristo Su lugar en nuestros corazones – cuando “nos sentamos y cenamos con Él” (Apocalipsis 3:20).  Cada mañana, cuando nos despertamos, LE permitimos “sentarse” en Su lugar preferido en nuestras vidas – nuestros corazones.  Y anhelamos “seguirLo”.  No insistimos en completar nuestra agenda “casera”.  Queremos rendirnos a Él.  Le pedimos Su aprobación para lo que “planeamos” hacer.  ¡¡Lo llamamos SEÑOR por una razón!!  ÉL ES SEÑOR de la creación – y de nosotros – cuando somos lo suficientemente sabios para permitirlo.  Y – la mayoría de las veces – ÉL nos permite completar los planes que tenemos para hoy en el orden en que los “planificamos”.  Mañana – ÉL prefiere que Le preguntemos antes de hacer planes.  Necesitamos “aprender” que ÉL conoce nuestras necesidades e inseguridades.  Y ÉL ES hesed. ÉL ES amor fiel y fidelidad amorosa.  ¡ÉL ES!  Podemos confiar en SUS planes para nuestras vidas, SI sólo aprendemos a depender de ÉL a medida que avanzamos.

Y a medida que mejoramos nuestra capacidad de permitirLe ocupar el trono en nuestros corazones, nuestro “camino” (vida) se vuelve más recto – más completo – más inocente.  Nos convertimos en una persona íntegra.  Estamos donde decimos que estaremos en el momento en que decimos que estaremos allí.  Nos volvemos consistentes.  Fieles.  Confiables.  NO porque "hagamos" esto por nuestra cuenta.  Pero – porque Jesucristo ES estas cosas.  Y el Espíritu Santo nos guía a SER más como ÉL.
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EXCURSO
Para aquellos de ustedes que estudian hermenéutica (“cómo” interpretar la Biblia) – hice un salto rápido de la ley del Antiguo Testamento – “los que caminan en la ley del Señor” – al Nuevo Testamento – Jesucristo sentado en Su trono en nuestros corazones.  Estos devocionales no son estrictamente precisos en su explicación exegética.  [No explico “cómo” paso de los requisitos del Antiguo Testamento a la aplicación del Nuevo Testamento cada vez.  En esta ocasión – este excurso se proporciona para que podamos “comprender” el proceso.] No somos judíos.  No se nos pide “caminar según la Ley”.  Somos los “escogidos” en Efesios 1. En el Nuevo Testamento, desde la llegada del Espíritu Santo, no caminamos “conforme a la Ley sino por gracia”.  (Rom. 6:14) La gracia en realidad eleva la norma de la santidad de Dios a un requisito de pureza y santidad más alto que la “ley”.  La Ley era externa – el comportamiento se medía – la “gracia” requiere que tomemos cautivo cada “pensamiento”. (2 Cor. 10:5) Es una transformación interna. (Mt. 5 – Sermón del Monte) No sólo lo que “hacemos” se mide según el estándar de la santidad de Dios, sino que también se requiere que nuestros “pensamientos” sean santos.
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El versículo 1 del Salmo 119 termina con – “los que andan en la ley del Señor”.  El pueblo de Israel intentó cumplir la ley por la fe.  Su fe en YHWH y su deseo de honrarLo siguiendo la ley los hizo justos.  Hasta que Jesucristo nació, vivió una vida perfectamente sin pecado, cumplió todos los requisitos de la ley y murió en la cruz para redimirnos (pagar) por nosotros de nuestros pecados.  Pablo, en su profunda carta teológica a los Romanos explicó – “para que la exigencia de la Ley se cumpla en nosotros, que no andamos según la carne sino según el Espíritu.” (Ro. 8:4) Debemos “morir a nosotros mismos y andar según el Espíritu”.  Hoy.  Ahora mismo.  Y quédate ahí.  “Caminando con ÉL todo el día”.  Pablo explicó en su carta a los Efesios “cómo” caminar todo el día con el Espíritu.  Debemos ser "llenos de Él".  “Y no os embriaguéis con vino, porque eso es disipación, sino sed llenos del Espíritu” (Efesios 5:18). Mira lo que dice este versículo.  El vino nos emborracha.  Afecta nuestro pensamiento y nuestro comportamiento.  "Se apodera" de lo que pensamos y hacemos.  De la misma manera, debemos ser sensibles al Espíritu Santo. Debemos permitirLe influir en nuestras palabras y acciones.  Debemos estar “llenos” todo el tiempo – continuamente – activamente – ahora mismo.

Entonces, mis queridos hermanos y hermanas, es mi ferviente esperanza y oración que aprendan a estar “quietos y saber” que ÉL ES DIOS.  PermíteLe compartir esta vida caída contigo.  ÉL ES humilde.  ÉL no exigirá que nos rindamos ante ÉL.  Aún no.  Un “día” – ÉL exigirá SU lugar como SEÑOR.  De cada ser vivo.  ÉL exigirá que se reconozca Su autoridad.  Y nos irá mucho mejor en ese “día” SI le permitimos ser SEÑOR hoy.  ÉL nos ama.  ¡¡MUCHO!!  Entonces – pasemos el día de hoy tratando de disfrutar SU amor y SU presencia pidiéndoLe que se siente en el trono de nuestros corazones.  Y "hagamos" y "digamos" las cosas que ÉL quiere que hagamos y digamos.  Mejoraremos en esto – poco a poco.  ¡Necesitamos comenzar hoy – ahora mismo – disfrutando de SU gracia, amor y presencia en nuestras vidas mientras “caminamos” hoy con ÉL!  ¡Y cuán bienaventurados seremos!
¡Cuán bienaventurados los íntegros de camino, 
los que andan según la ley del SEÑOR!

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