1 Crónicas 16:34
Den gracias al Señor,
porque Él es bueno;
Porque para siempre es Su misericordia (amor fiel–hesed).
¡Dad
gracias al Señor! Tenemos el honor, el
privilegio de CONOCER al Señor único, verdadero y vivo. ¡¡Por Su gracia, LO CONOCEMOS!! No está en nosotros “desear” buscar la
santidad. Por el contrario,
“naturalmente” queremos evitarlo. Y así
estábamos: “Pero Dios, siendo rico en misericordia, por su gran amor con que
nos amó, aun estando nosotros muertos en transgresiones, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”. (Efesios 2:4-5) El SEÑOR de la creación actuó
con amor hacia nosotros – y ahora – ¡¡LO CONOCEMOS!!
David,
el rey de Israel (el pueblo escogido del Señor viviente en esa “dispensación”),
escribió estas palabras en 1 Crónicas 16:8-36, y entendió que el Señor es un
Dios vivo, eterno, omnisciente y omnipotente.
David llevó el arca a Jerusalén.
Él SABÍA que el arca era el arca de Dios. Honró al Señor con danzas y alabanza cuando
el arca fue llevada a Jerusalén (1 Cr. 15).
David entendió que el Señor es Señor de todo. Entendió su victoria sobre Goliat, el hecho
de que a pesar de que era el hijo menor – fue hecho rey sobre Israel – David
SABÍA que el Señor era el Señor de la creación.
Y David quería que el pueblo escogido de Dios se uniera a él para alabar
al Señor de todo.
¡Dad
gracias al Señor! Él es digno de nuestra
gratitud. Si no hubiera actuado, no lo
conoceríamos. ¡Dad gracias al Señor! ¡Ha sido más que bueno con nosotros! Tenemos ropa sobre nuestras espaldas, tenemos
comida para comer. ¡¡Den gracias al
Señor!! ¡Él es el Señor vivo de todo lo
que vemos! Si Dios está por nosotros,
¿quién está contra nosotros? (Ro. 8:31)
Y ÉL
ES bueno. Más que bueno. Él es lleno de gracia. Él da de maneras que nunca podremos
pagar. Él demuestra Su poder sobre la
historia humana. “Observamos” cómo
Israel, el país secular de hoy, lucha por su existencia. Porque ella decidió no honrar al Señor cuando
Él caminaba entre ella. Cuando
Jesucristo estaba vivo aquí en la tierra.
Pero el Señor de Israel no ha terminado con Su pueblo escogido – los
judíos. Él “salvará” a Su pueblo y a Su
nación escogida en el momento apropiado en el futuro. No ha olvidado Su promesa a Abraham. Les dará toda la “tierra prometida”. En Su tiempo, en Su dispensación, Él
demostrará Su fidelidad a Sus promesas.
Porque Él es Dios perfecto. Él
ama eternamente. Y Sus promesas se
cumplirán.
Y
nosotros – aquellos de nosotros que fuimos “salvados” (rescatados) en la
“dispensación” de la iglesia – tendremos la oportunidad de “ver y contemplar”
al Señor soberano de la humanidad obrando Sus maravillosos actos de salvación
para Su pueblo escogido – Israel. Al
Señor de la creación le encanta demostrar Su poder y Su amor a Su pueblo. Nosotros los gentiles, por Su gracia, también
Le pertenecemos. Él nos eligió mientras
nosotros lo odiábamos. Y Él merece
nuestra alabanza eterna. Porque ÉL ES
bueno. Su “hesed” (fidelidad amorosa / amor
fiel) hace que Él haga cosas increíblemente bondadosas y buenas con nosotros,
quienes nunca mereceremos lo que Él ha hecho.
Murió en la cruz para “salvar” a los perdidos que escogió soberanamente
antes de que el mundo comenzó. La
“salvación” que Él proporcionó es eterna.
Estaremos con Él, en el cielo nuevo y en la tierra nueva – un
“día”. Después de que esta creación pase
la tribulación y el milenio, entraremos en una “nueva” creación. Y entenderemos – aún más profundamente – que
nuestro Señor es bueno – Su “hesed” es eterno.
Y LE AGRADECEREMOS más profundamente – más apasionadamente – por SU
amorosa fidelidad hacia nosotros.
Den gracias al Señor,
porque Él es bueno;
Porque para siempre es Su misericordia (amor fiel–hesed).
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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