YO SOY el Pan de la Vida

Juan 6:35

Jesús les dijo: 

“Yo Soy el pan de la vida; 

el que viene a Mí no tendrá hambre, 

y el que cree en Mí nunca tendrá sed.”

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EXCURSO

El amado apóstol Juan, el “mejor amigo” (la interpretación de Randy del papel del apóstol Juan como el “discípulo amado”) de nuestro Señor mientras que caminó en esta tierra, proporciona humildemente una idea clara de “QUIÉN” ES Jesucristo.  En el evangelio de Juan, Jesucristo hace varias declaraciones de “YO SOY”.  Éste es el primero.  Cuando Él afirma “YO SOY” debemos recordar “cómo” los judíos (Juan y los apóstoles eran judíos) conectarían este pensamiento con Éxodo 3:14 - Y dijo Dios a Moisés: “YO SOY EL QUE SOY”, y añadió: “Así dirás a los israelitas: “YO SOY me ha enviado a ustedes”.   Cuando Dios le dio Su nombre a Moisés – Él simplemente dijo YO SOY – la primera persona, tiempo presente de la existencia – “SER”.  Dios es eterno.  ÉL existe fuera del “tiempo”.  ÉL ES el YO SOY que creó el tiempo.  ÉL siempre existió.  Antes de que el tiempo fuera creado – Dios proclamó – “¡YO SOY!”  ÉL no tiene principio ni fin.  Si simplemente nos tomamos el “tiempo” para reflexionar sobre este hecho, aprenderemos a apreciar MÁS nuestra existencia.  ÉL nos creó como parte de SU plan eterno.  Viviremos para siempre con ÉL en un cielo nuevo y una tierra nueva, después de que esta creación haya sido disuelta.  (Esto ocurrirá “después” del reino milenial).  Estos eventos sucederán.  “YO SOY” así lo declaró.  Y nosotros, los eternamente bendecidos y escogidos, tendremos una eternidad para servir a Dios y demostrar nuestro agradecimiento por incluirnos en SU ​​plan.  Entonces, con estos “pensamientos eternos” en el “trasfondo” de nuestras mentes (“tratemos” de pensar como pensaron los judíos cuando escucharon estas palabras por primera vez) – “miremos” Juan 6:35.

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“YO SOY el pan de la vida”.  El pan era esencial para la vida en tiempos de Jesús.  No había supermercados ni paquetes envueltos en plástico.  La gente vivía su vida diaria con el deseo de poner “comida en la mesa”.  El pan era una necesidad básica.  Es significativo que Jesús use esta metáfora justo después de alimentar milagrosamente a los 5,000.  El pan y el pescado que Él proporcionó en este gran “picnic” fueron temporales.  No duró.  SU cuerpo ES el “pan de vida”.  Celebramos la eternidad que ÉL nos ha dado con Él cuando compartimos la cena del Señor.  Celebramos lo que ÉL hizo por nosotros en la cruz, hace poco menos de 2,000 años.  Es SU cuerpo el que es el “pan de vida”.  Su sangre alivia la sed eterna que tendríamos si ÉL no nos hubiera “redimido” en la cruz.  (Recuerde a Lázaro y la sed eterna del hombre rico en Lucas 16:19-31.)

Juan 6:53-58  Entonces Jesús les dijo: “En verdad les digo, que si no comen la carne del Hijo del Hombre y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come Mi carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final.  Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida.  El que come Mi carne y bebe Mi sangre, permanece en Mí y Yo en él. Como el Padre que vive me envió, y Yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por Mí.  Este es el pan que descendió del cielo; no como el que los padres de ustedes comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre”.

La Biblia termina con una descripción clara y detallada del cielo nuevo y la tierra nueva. Esta descripción detallada incluye estas palabras que se encuentran en Apocalipsis 22:1-5, “Después el ángel me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la calle de la ciudad. Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce clases de fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones.  Ya no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará allí, y Sus siervos le servirán.  Ellos verán Su rostro y Su nombre estará en sus frentes.  Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos."

Entonces, mis queridos hermanos y hermanas, mientras caminamos “a través” de este día – “hoy” – traten de recordar que no experimentarán nada que nuestro Creador no SABÍA.  ÉL anhela compartir las alegrías y los dolores de hoy con nosotros.  Simplemente necesitamos “recordar” a YO SOY.  ÉL siempre ha sido y será.  Y ÉL conoce TODOS nuestros sentimientos y pensamientos.  ÉL quiere que confiemos en ÉL.  Especialmente cuando esta vida no tiene sentido.  Nuestra confianza EN ÉL y SU plan se llama fe – la certeza de lo que no podemos ver.  ÉL ES el “pan” de nuestra vida eterna y el “agua viva” que quita nuestra sed eterna.  Él CONOCE nuestro fin – desde el principio.  Y se puede confiar en ÉL.  ÉL ES un DIOS muy bueno, misericordioso y amoroso.

Jesús les dijo: 

“Yo Soy el pan de la vida; 

el que viene a Mí no tendrá hambre, 

y el que cree en Mí nunca tendrá sed.”