Génesis 2:24
Por tanto el hombre dejará a su padre y a su
madre
y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Si
Dios permite, mi hijo se casa hoy. Él y
su nueva esposa “lucharán” con Génesis 2:24. Como el resto de nosotros. Es interesante observar cómo nosotros, como
cristianos, decimos muchas palabras sobre fe, creencia, santificación… Y no
permitimos que el significado de las palabras que “hablamos” nos transforme
profundamente. “El
Espíritu está dispuesto, pero la carne es débil”. (Mt. 26:41; Mar. 14:38) Este pensamiento es
cierto para todos nosotros. El Espíritu
Santo quiere transformarnos si se lo permitimos (Rom. 12:1-2). Preferimos “confiar” en lo que hemos
aprendido de nuestros padres y madres.
No tomamos en cuenta el hecho de que nuestros padres y madres, por el
daño del pecado en la Creación, tampoco supieron “cómo” formar una
familia. Anhelamos apoyo para “quiénes”
somos y nuestras familias brindan ese apoyo, sin importar cuán equivocado y
pecaminoso sea. Es BUENO que recordemos;
TODAS las familias cristianas desarrollan hábitos pecaminosos. No queremos admitir esto, pero es
verdad. Esta es exactamente la razón por
la que DIOS, en Génesis 2:24, instruyó a todas las familias futuras a
"dejar a sus padres y a sus madres". ÉL prefiere hacer borrón y
cuenta nueva para escribir SUS caminos en una nueva familia. Mi hijo y su nueva esposa deben “confiar en
el Señor con todos sus corazones y no apoyan en su propio entendimiento” (Pro.
3:5) de “cómo” SER una familia. Ambos
“entienden” estas Escrituras. La
pregunta diaria y constante sigue siendo: ¿cuánto creen / confían ellos (o usted) "en" Jesucristo hoy?
Y este
hecho es cierto para todas las familias cristianas, sin importar cuánto tiempo
lleven casados. ¿Estamos usted y yo
dispuestos a admitir que no sabemos cómo “hacer” hoy? La fe es – un caminar momento a momento con
Dios. En cuanto confías en tus hábitos y
decisiones anteriores, comienzas a alejarte de nuestro “Señor”. Incluso SU nombre, Señor, define “cómo”
debemos vivir. Dependiente de (y
sometido a) ÉL. Todo el día. Hoy.
Este
versículo también define el plan de Dios para una familia. Un hombre, una mujer – para toda su
vida. Un compromiso santo ante nuestro
Creador para honrarLo.
Intentemos
todos “vivir” el día de hoy un poco más por la fe. Y dejar a nuestros padres y madres en el
pasado. Tuvieron su oportunidad de
instruir e influir. Hoy, el Espíritu
Santo quiere guiar. Especialmente si
estás a punto de formar una “nueva” familia.
Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre
y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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