Consejos Sabios

Romanos 12:12

gozosos en la esperanza, 

pacientes en la tribulación, 

constantes en la oración;

Gozosos en la esperanza. ¿Y qué esperanza tenemos? Esta “esperanza”, mis queridos hermanos y hermanas, es donde nuestro estudio de la palabra de Dios nos ayuda. Nuestra “esperanza” está en el futuro. El estudio de los eventos futuros (profecías) se llama Escatología. Es BUENO conocer (saber) Escatología. Porque nuestro SEÑOR, el DIOS soberano de toda la creación, ha hecho muchas proclamaciones y promesas detalladas concernientes al futuro. Y para nosotros, SUS hijos escogidos y adoptados – nuestro futuro no tiene nada más que promesas eternas (fueran del tiempo). Eternas (fueran del tiempo). Nuestra eternidad es seguro. DIOS hizo esto porque ÉL quiso. Un “día”, después de que DIOS juzgue a este planeta caído y a la gente que lo habita con un sufrimiento que nunca antes se ha visto, caminaremos por calles de oro. Y ÉL ESTARÁ con nosotros. Para siempre. Y seremos eternamente bendecidos en formas que no podemos imaginar. Ésta es la ESPERANZA que ÉL escogió para todos nosotros.

Pacientes en la tribulación. Cuando las cosas van mal, “corremos” para evitarlas o arreglarlas. Nos estresamos, nos ponemos ansiosos, nos enojamos, nos sentimos heridos, incómodos, desorientados, tristes; MUCHAS emociones e ideas negativas recorren nuestras mentes depravadas y egocéntricas. Y DIOS nos instruye a ser “pacientes en la tribulación”. La tribulación no es una incomodidad pasajera. La tribulación es una conmoción que cambia la vida. La tribulación amenaza, destruye, derriba lo que hemos conocido y entendido. Y DIOS nos instruye a ser pacientes. ÉL SABE lo que ESTÁ haciendo. ÉL ES DIOS. Todos los eventos que suceden en esta vida están bajo SU control soberano. ÉL CONOCE el fin desde el principio. ÉL LO SABE. Sean pacientes. Tengan fe en ÉL. ÉL nos está moldeando a nosotros y a los que nos rodean en la incomodidad que encontramos en la tribulación. Sean pacientes.

Y finalmente en este versículo corto – sé constante en la oración. Comparte tu dolor y malestar con DIOS. ÉL SABE que somos débiles y dados a exagerar nuestros problemas. ÉL SABE que Lo necesitamos como refugio. Y ÉL disfruta ser nuestro refugio en la tormenta de esta vida. ÉL disfruta protegiéndonos de la confusión, la ira, la rabia, el peligro que nos envuelve cada día más. Sigue compartiendo tu corazón con ÉL. Deja que JESUCRISTO permanezca en tu corazón cada día más. No Lo olvides. Recuerda que ÉL siempre está de pie respetuosamente a la puerta, deseoso de compartir tu tribulación contigo. Si tan solo dejamos de quejarnos y exagerar nuestro problema – y Lo “escuchamos” – podemos tener paz en medio de la tribulación. Sigue compartiendo con ÉL. ÉL SABE que estás incómodo. ÉL SABE que estás herido. Y ÉL ESTÁ allí – contigo. Simplemente necesitamos reconocer este hecho en silencio delante de ÉL. Nuestro SEÑOR nos ama. Y Él llevará la carga – SI nos ponemos SU yugo – y confiamos en ÉL y SUS promesas para el futuro.

gozosos en la esperanza, 

pacientes en la tribulación, 

constantes en la oración;