Nuestro DIOS

Exodo 34:6

Entonces pasó el Señor por delante de él y proclamó: "El Señor, el Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en amor fiel (hesed - misericordia) y verdad (ʾemeth / eh·meth - fidelidad, fiabilidad, confianza)";

YHWH, YHWH él – SEÑOR, SEÑOR DIOS… Esta es la manera en que Dios le recalca a Moisés que ÉL es el autor de todo lo que conocemos / sabemos. Moisés regresó para encontrarse con DIOS en el Monte Sinaí para obtener otra copia de los Diez Mandamientos – escrito en piedra. Dios mismo escribiría los mandamientos. Moisés rompió las primeras tablas al ver el becerro de oro y la rebelión del pueblo contra Dios. Y en este importante versículo 6, Moisés aprendió más sobre DIOS – YHWH. 

Observe cómo el Autor de la vida se describe a Sí Mismo ante Moisés.

Él es compasivo. Dios permitió que esta creación cayera. Él tiene un plan. Su plan incluye demostrar compasión hacia Su pueblo elegido. Israel rechazó a Dios. Merecían ser destruidos por adorar a un becerro de oro. Pero Dios es compasivo. Él comprende y sabe que eran (somos) débiles. Él ama a Sus elegidos. Él es santo, pero es compasivo. Estos atributos de Dios crean tensión en la creación. Santo – pero compasión.

Dios es clemente (gracia). La gracia es un favor inmerecido. Dios mostró gracia a su pueblo después de que adoraran al becerro de oro. Mostró gracia a la creación en la cruz. Nadie merece ir al cielo. Ningún ser humano que ha vivido, excepto Jesucristo Mismo, merece ir al cielo. ÉL ES clemente (de gracia).

Dios es lento para la ira. Su perfecta santidad merece una respuesta inmediata. Su amor refrena su ira. Moisés no tuvo el ejemplo de la cruz que tenemos hoy. Moisés estaba aprendiendo sobre Dios a través de las experiencias que él y su pueblo experimentaron, mientras Dios se explicaba a Sus elegidos. Nuestro Dios quiere ser conocido por su pueblo (nosotros). Tenemos Su palabra para aprender acerca de (y de) ÉL. ÉL ES lento para la ira.

Dios es abundante en hesed – amor fiel. Abundante. El amor de Dios es como una fuente que fluye del cerro. Brota de la tierra y nunca se detiene. Esta es una buena metáfora del amor de Dios por Su pueblo. Su amor “brota”. Es abundante. Su amor es fiel.

Dios es “verdadero” (ʾemeth - verdadero, verdad, fiel, confiable, digno de confianza). Él es todo lo que Moisés tenía. Él es todo lo que tenemos. Sin Su verdad, fidelidad, confiabilidad y fiabilidad – no tenemos nada que esperar. Porque Él es ʾemeth – tenemos un futuro eterno que anhelar. Él no puede cambiar. Él es Dios. Y nos prometió a nosotros – Sus elegidos – una eternidad con Él.

El SEÑOR es compasivo, clemente, lento para la ira, abundante en hesed y ʾemeth. Nuestro Dios es santo y amor. ÉL es ambas cosas. Y lo tenemos a Él y nada más que esperar. HónraLO hoy. Por el futuro que Él nos prometió. EntrégaLE tu vida y disfruta de la libertad que solo ÉL ofrece. 

Entonces pasó el Señor por delante de él y proclamó: "El Señor, el Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en amor fiel (hesed - misericordia) y verdad (ʾemeth / eh·meth - fidelidad, fiabilidad, confianza)";