Vidas Escondidas

Colosenses 3:3

Porque ustedes han muerto, 

y su vida está escondida 

con Cristo en Dios.

En su carta a la iglesia de Colosas, Pablo hace lo que suele hacer, guiado por el Espíritu Santo. Toma la teología que explicó en los capítulos 1 y 2 y la “aplica” en el capítulo 3. El resultado de haber “recibido” la vida eterna del Creador de todo es que – “hemos muerto”. Nuestra “naturaleza pecaminosa” ha sido reemplazada por una “vida nueva”. Ya no debemos buscar la comodidad ni la conveniencia. Estos pequeños detalles no importan para quien está “muerto” a sí mismo.

La pregunta obvia – una que la mayoría de los cristianos en el mundo narcisista de hoy no se hacen – ¿cómo muero? Simple. Si quieres algo – no lo busques. Solo necesitamos comida, ropa y techo. No necesitamos "cosas" - como marcas o televisores. Solo "necesitamos" comida, ropa y techo. Una vez satisfechas esas necesidades, dediquémonos a honrar al Señor. Incluso mientras "trabajamos" para satisfacer esas necesidades básicas - "trabajamos" para honrar a Jesucristo. Cuando alguien te pregunta qué te gustaría tener – si "has muerto" – no deseas ni buscas nada – excepto servir y amar a los demás. Es un HONOR servir y amar a otros hermanos y hermanas en Cristo en esta vida. Un HONOR que nuestro SEÑOR se toma en serio. Él nos sirvió en Su muerte en la cruz. Y nosotros Lo honraremos por su servicio. Él nos instruye a honrar a Sus elegidos. Hoy. Mientras aún estemos en esta vida. Así que – muérete.  Hoy.  Ahora mismo. Y cada vez que tu "carne" salga a la superficie y quiera "recibir / obtener cosas", muérete de nuevo. Y sigue muriendo hasta que, por fin, abandones este cuerpo de "carne" egoísta.

Al “practicar” la muerte de uno mismo – tu “vida” nueva crece exponencialmente. Espiritualmente.  La Biblia cobra vida. El alimento que recibimos de la palabra de Dios se convierte en nuestra fuente de inspiración y aliento. No buscamos las cosas de este mundo. Buscamos las cosas de arriba – donde Cristo vive. Y Él se convierte en nuestra prioridad.

Y nuestras "vidas" están escondidas. No podemos percibir todo lo que Dios hace en SU ​​plan soberano para nuestras vidas. Solo "sabemos" que queremos honrarLo. Y el resultado de nuestra "muerte" es que no tenemos peticiones en esta vida. No "queremos" cosas. "Hemos muertos" a nosotros mismos. Solo queremos seguir participando en el HONOR de servir a Cristo y a SU cuerpo – la iglesia. Y "vivimos" para esas oportunidades. "Vivimos" para aprender más de ÉL (estudio bíblico) y amar a los demás como ÉL nos ama. Con todo lo que ÉL tiene. Con SU vida – voluntaria y abiertamente damos la nuestra. Es BUENO "morir" a uno mismo y "esconder" tu propia vida en Cristo. Llegará el "día" en que entenderemos más claramente "lo" que estaba escondido en Él y para nosotros. Cuando estemos en SU ​​presencia. Hasta entonces – "muérete" y "escondes" con Cristo en Dios.

Porque ustedes han muerto, 

y su vida está escondida 

con Cristo en Dios.