Salmos 33:11
El consejo del Señor permanece para
siempre,
Los designios de Su corazón de generación en generación.
Lo que
el SEÑOR aconseja (decreta) ha ocurrido – ocurre – y ocurrirá. SU consejo
permanece para siempre. No podemos explicar la existencia del mal. Sabemos que
existe. También sabemos que DIOS no tienta a nadie. “Porque DIOS no puede ser
tentado por el mal, ni ÉL tienta a nadie” (Santiago 1:13). Aquí es donde “vemos oscuramente por medio de un espejo”. (1 Cor. 13:12) El mal existe. DIOS no tienta a
nadie. Podemos crear muchos obstáculos filosóficos pero al final – debemos
admitirlo – DIOS ha decidido no revelar cómo surgió el mal.
Solo
podemos SABER que SU consejo – SU decreto – permanece para siempre. No hay nada
que haya sucedido o sucederá que ÉL no supiera de antemano. Y en SU "conocimiento"
previo del evento – ÉL es
la "causa" última.
Debe quedar claro que nadie debe sugerir jamás que DIOS es malo. ÉL no es malo. (Es blasfemia pensar que ÉL es malo). ÉL es
perfectamente y eternamente SANTO. La santidad no puede ser mala. Nunca. Hay
conversaciones profundas que se han mantenido a lo largo de los siglos que
explican la diferencia entre "causa" y realidad. Hay sutiles
distinciones entre ambos. Debemos SABER que nada puede existir jamás que DIOS
no "causara" o "permitiera" que existiera. Sin embargo, ÉL
es perfectamente SANTO. Y ÉL decidió a no explicarnos a nosotros – SUS
criaturas – "cómo" sucedió esto. Solo podemos observar – confiar en
Él – y obedecer.
Así
que – por ahora – permanecemos en estos cuerpos de carne, débiles y
pecaminosos, con la cabeza inclinada, avergonzados por el mal que cada uno de
nosotros ha cometido. DIOS es soberano. ÉL sabe todo para siempre. ÉL sabe lo
que haremos y diremos dentro de un millón de años. ÉL sabe que ha bendecido
eternamente a quienes ÉL ha elegido. No porque hayamos hecho algo para merecer SU
amor y gracia, sino porque quiso demostrar SU poder y amor a quienes ÉL eligió.
(Romanos 9:23)
Y, en
la medida de lo posible, debemos esforzarnos por honrar a nuestro santo y
omnisciente DIOS con nuestras vidas. ÉL pudo haber enviado a todos los humanos
al infierno eterno. Todos merecemos ricamente SU justo castigo eterno. Pero DIOS – en SU
gracia – decidió enviar a SU único HIJO a morir para que pudiéramos estar con ÉL
para siempre. Y el amor eterno mostrado
en la cruz merece una respuesta sincera de nuestro parte – constreñidos por el
amor de Cristo – vivimos por y para ÉL.
Este
es SU consejo. SU decreto. El plan (singular).
Los designios (detalles) de SU corazón. (Esto es un antropomorfismo – DIOS no tiene un
"corazón" como los humanos – usa términos humanos para describir lo
que ES y HACE para que podamos entenderLO un poco mejor). DIOS tiene un plan.
Solo hay UN plan. Los humanos no pueden alterar SU plan, ni lo hacen. Lo vemos
desarrollarse todos los días. Somos parte de SU plan eterno. La pregunta para
nosotros es – ¿participaremos activamente en el desarrollo positivo de SU plan
o lo desvirtuemos y perturbemos con nuestros deseos egoístas? Las
contribuciones positivas que hagamos hoy a SU plan para SU gloria serán tesoros
en el cielo. Las peticiones y acciones negativas y egoístas que tomemos hoy se
"derretirá" – al igual que la creación maldita en la que vivimos
actualmente (2 Pe. 3:12). La decisión es nuestra – todo el día – hoy. Porque observaremos
SU plan desarrollarse hoy. Y ÉL LO SABE.
El consejo del Señor permanece para siempre,
Los designios de Su corazón de generación en generación.
Favor de escribir tus comentarios aquí. Gracias.
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