Génesis 1:1
En el principio Dios creó los cielos y
la tierra.
Se han
escrito libros sobre este versículo. Comienza con la simple preposición
"en". Pablo, en su discurso con los filósofos y religiosos de Atenas,
explicó la preposición "en" así: Porque "en" Él (DIOS)
vivimos, nos movemos y somos (existimos). (Hechos 17:8) "En" se
refiere a donde vivimos en el espacio-tiempo. "En" el principio –
"cuando" Dios comenzó la creación. ÉL existía antes del
espacio-tiempo. Eternamente. DIOS no tiene "en". ÉL siempre "ES".
ÉL es llamado "YO SOY" – el ETERNO “en” tiempo presente que siempre
ha existido.
Así
pues – nuestra frágil existencia se define en esta creación como “en”. Vivimos “en”
una creación formada por DIOS. En el principio de lo que los humanos “percibimos”
– era / estaba DIOS. (La percepción en sí misma es un campo de estudio. Hay
mucho que no entendemos sobre lo que “sabemos” y cómo lo “sabemos”.) DIOS
estaba allí “en” el principio. Y ÉL creó la creación con un plan.
La
idea arrogante de que la “ciencia” puede explicar la creación es errónea. Los
primeros seis días de la creación fueron seis días que no se repetirán en esta
creación caída. Jamás. Cada día tuvo un acto (o actos) sobrenatural. El hecho
de que la creación fuera sobrenatural requiere que fuera un acto que suspende (o creó) las leyes “naturales” que observamos. Dios creó la creación de la nada. En el
momento de la creación – Dios (en SU inmutabilidad) creó las "leyes de la
naturaleza" que usamos para estudiar la creación. La creación no puede eliminar
ni añadir a su existencia. La materia puede cambiar de masa a energía o de
energía a masa, pero no puede ser creada ni eliminada. Ya no hay momentos de “creación”.
Las leyes de la biología y la física que observamos hoy no existían hasta que
existió la creación. No hay manera de explicar un acto sobrenatural. Y a Dios
no LE preocupa nuestra capacidad de comprender lo que ÉL ha hecho. Simplemente
afirma – En el principio DIOS. ÉL era / estaba
(y todavía ES / ESTÁ) allí. 😊
Y ÉL
creó el universo y todo lo que hay en él. El universo tiene billones de
galaxias y billones de estrellas en cada galaxia. El universo es
abrumadoramente grande. Nuestros cuerpos son fábricas químicas que requerirían
cinco manzanas de maquinaria y equipo para repetir todos los delicados procesos
químicos que utilizan a diario para mantenernos vivos. La creación es enorme y
muy complicada.
Nuestro
DIOS – el creador de todo lo que vemos y somos – hizo esto – en el principio. Y
ÉL lo hizo porque así LO eligió. ÉL es LIBRE (de una manera que las criaturas
creadas jamás podrían ser) para hacer lo que ÉL quiera. ÉL ES DIOS. ÉL no es
como nosotros. Lo hizo antes de que existiera el tiempo. No había sol ni luna.
No había ningún método para registrar “el tiempo”. DIOS ES eterno – atemporal. ÉL
existe antes y después de SU creación. ÉL existe fuera de la creación. ÉL ES
DIOS. ÉL puede disfrutar de SU existencia en los nuevos cielos y la nueva
tierra ahora mismo. ÉL ES / ESTÁ allí y también "aquí" con nosotros
mientras vemos pasar los segundos. ÉL es omnipresente. ÉL sabe todo, en todo “momento”
y en todo lugar porque ÉL lo creó todo. ÉL ES DIOS.
Él
creó los cielos (plural). Dios creó el cielo azul que vemos, el universo oscuro
donde cuelgan las estrellas, y el tercer cielo – donde JESUCRISTO está sentado
y los ángeles van y vienen (y Pablo lo visitó antes de morir – 2 Corintios
12:2). ÉL creó todo esto. El tercer cielo no existía hasta que DIOS lo creó.
Satanás y todos los ángeles son seres creados. DIOS existió por una eternidad
antes que los ángeles. ÉL siempre ha existido, existe, y existirá. ÉL ES DIOS.
ÉL
creó a los “seres” humanos a SU imagen. Como “seres” (sale de EL “ES” – el “ser”
humano) humanos, disfrutamos de tener un propósito. DIOS tiene un propósito en SU
creación. SU propósito es glorificarse a Sí Mismo. Como humanos, sentimos una
profunda satisfacción al cumplir SU propósito. Nuestra naturaleza pecaminosa
nos confunde. Queremos vivir nuestro propósito egoísta y negar la razón por la
que fuimos creados. Al aprender a morir a nosotros mismos, disfrutamos más de
nuestro propósito. Y la vida tiene sentido. Somos seres que disfrutamos de
significado. Descubrimos nuestro significado al aprender a honrarLO. SU gloria
es nuestro propósito en SU creación.
En el principio Dios creó los cielos y la tierra.
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