Amor Fiel

Salmos 100:5 

Porque el Señor es bueno; 

Para siempre es Su misericordia, 

Y Su fidelidad por todas las generaciones.

El SEÑOR es bueno. ¡Y ÉL ES! ¡Por siempre – una eternidad – espera a SU pueblo elegido con ÉL en el cielo! Todo el dolor y la incomodidad de esta vida caída serán parte del pasado. Por siempre – sin sol ni luna – solo SU perfecta presencia como luz. ¡ÉL ES bueno!

SU hesed es para siempre. SU amor fiel / amorosa fidelidad – resulta en acción. El amor fiel de nuestro PADRE celestial no podía quedarse de brazos cruzados viendo cómo SUS elegidos iban a ser castigados. ÉL permitió la caída de la creación por SUS propósitos soberanos. Uno de estos propósitos fue demostrarnos SU amor fiel. ¡ÉL ES bueno! Y ÉL ES fiel a quienes ÉL eligió. SU hesed (amor fiel) es para siempre. ÉL es inmutable. ÉL no puede cambiar. 

Y SU fidelidad por todas las generaciones. Nuestro soberano SEÑOR SABE el fin desde el principio (Is. 46:10; Apocalipsis 21:6). SABE el nombre del último ser humano pecador que salvará de la condenación eterna. SABÍA ese nombre antes de crear a Adán y a Eva. SABE el fin desde el principio. Y ÉL ES fiel a SUS elegidos. ÉL ES DIOS que no puede cambiar. En ÉL no hay variación ni sombra cambiante (Santiago 1:17). Los científicos, en sus estudios orgullosos, olvidan un principio básico que les "permite" estudiar la "ciencia". ÉL ES constante. Si DIOS no fuera fiel a SUS "leyes naturales" de la física y la creación – los científicos no tendrían nada que estudiar ni medir. ÉL ES fiel. ÉL no cambia. SU fidelidad a SUS elegidos se extiende a través de todas las generaciones. Una vez que el último ser humano elegido, pecador – sea “salvado” – Dios procederá con SU plan soberano de “vestirnos a todos con cuerpos inmortales”. SU fidelidad se extenderá por todas las generaciones - desde Adán y Eva hasta el último pecador que “nazca de nuevo”. Y todos LO adoraremos con mayor intensidad. Porque “veremos” SU fidelidad con nuestros ojos inmortales. Comprenderemos SU eterna bondad con mayor claridad y profundidad. Y LO amaremos un poco más como ÉL siempre nos ha amado – eternamente.

Porque el Señor es bueno; Para siempre es Su misericordia, Y Su fidelidad por todas las generaciones.