EL ESPÍRITU SANTO Nos Ama

Juan 16:13  

Pero cuando Él, 

el Espíritu de verdad 

venga, 

los guiará a toda la verdad, 

porque no hablará por Su propia cuenta, 

sino que hablará todo lo que oiga, 

y les hará saber lo que habrá de venir.

El ESPÍRITU SANTO ES DIOS. ÉL es la “Tercera” PERSONA de la TRINIDAD. ÉL ES santo. ÉL ES DIOS. ¿Con qué frecuencia piensas en el ESPÍRITU SANTO? ¿Un par de veces al día? ¿Una vez a la semana? ¿Solo cuando alguien en la iglesia lo menciona? ¡Pero ÉL ES DIOS! ¡Y ÉL vive / reside / queda en ti y en mí! Piénsalo un segundo… DIOS está “en” ti. DIOS está “en” mí. 

Mira las descripciones que JESUCRISTO, la “Segunda” PERSONA de la TRINIDAD, usa para describir esta porción “parentela” de SÍ MISMO, pero ÉL ES una PERSONA distinta – el ESPÍRITU SANTO. “ÉL, el ESPÍRITU”… ÉL ES “espíritu”. ÉL no tiene un cuerpo físico / sobrenatural como JESUCRISTO. ÉL ES el ESPÍRITU de verdad… En SU santidad – el ESPÍRITU SANTO no puede mentir. ÉL siempre será veraz. “Cuando… ÉL venga”… - estas palabras siempre deberían recordarnos Hechos 2. Cuando ÉL vino – el fuego danzó sobre las cabezas de las personas, las personas hablaron en diferentes idiomas – sucedieron cosas extrañas porque no podemos “ver” a un ESPÍRITU y DIOS quería que supiéramos que ÉL había venido. JESUCRISTO pronunció las palabras de Juan 16:13 unos cincuenta días antes de que llegara el ESPÍRITU SANTO. El ESPÍRITU SANTO vino. Y ÉL todavía ESTÁ aquí.  Morando…  Esperando…  Guiando aquellos que lo permiten…

Él todavía dirige la iglesia – el “Cuerpo” de CRISTO. Somos SU Cuerpo. Debemos hacer y ser la boca y las manos de JESUCRISTO en este mundo caído. Estamos edificando sobre SU fundamento (1 Corintios 3:11-15). Somos piedras vivas (1 Pedro 2:4-5). Nuestras vidas deben “contar” para SU gloria. Y el ESPÍRITU SANTO anhela guiarnos. DIOS QUIEN reside en nosotros, quiere hacernos útiles para SÍ MISMO. Y ÉL es tan humilde que ni siquiera LO recordamos. No reconocemos al ESPÍRITU SANTO. Y ÉL está de acuerdo con eso, SI honramos a JESUCRISTO. El ESPÍRITU SANTO – DIOS – es humilde. No LE interesa que se LE reconozca como DIOS. ÉL quiere / desea / anhela que honremos a JESUCRISTO. Y nosotros – los seres orgullosos y egoístas que somos – LE faltamos el respeto a JESUCRISTO y al ESPÍRITU SANTO. Porque no LOS consideramos. No LOS honramos. Nuestro orgullo causa mucho daño. Mucho más daño del que somos conscientes – la mayoría de las veces… El ESPÍRITU SANTO mora / reside / vive en nosotros porque quiere ayudarnos a aprender a honrar a nuestro SEÑOR y SALVADOR – JESUCRISTO. ÉL – en SU santidad – quiere santificarnos (hacernos “santos”). Debemos mejorar continuamente nuestra santidad – nuestra piedad. Ese es el propósito del ESPÍRITU SANTO con nosotros por ahora…  El amor es paciente. El amor es bondadoso. Y DIOS ES amor. El ESPÍRITU SANTO nos ama – al igual que el PADRE y JESUCRISTO. Y ellos aguantan mucho – incluso hoy – mientras que nos aman.

ÉL nos guiará “a toda la verdad”. Nuestros corazones engañosos y egoístas no quieren conocer la “verdad”. ¿Cuánto tiempo pasas estudiando la palabra de Dios cada día? ¿Cuánto tiempo has escuchado en la “iglesia” – el “CUERPO de CRISTO” – la importancia de estudiar SU palabra? ¿Crees que esto es un accidente? Nuestros corazones NO quieren ser guiados “a la verdad”. Nosotros – los pecadores que somos – despreciamos la verdad hasta este momento. O la estudiaríamos más sin incomodidad. La verdad nos duele – en nuestro estado “caído”. La verdad me obliga a darme cuenta y entender que debo morir - que no hay nada “bueno” en mí. Es por eso que JESUCRISTO habló Juan 17:17 – “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad”. El ESPÍRITU SANTO quiere “santificarnos” (hacernos santos). Y la palabra de DIOS – hecha “viva” por y a través del ESPÍRITU SANTO – nos santifica. Sin el ESPÍRITU SANTO, la palabra de Dios es locura (1 Corintios 1:18). A los que somos salvos - ÉL nos guía a toda la verdad.

DIOS – es humilde. Este aspecto de SU carácter se comprende fácilmente al observar cómo nos trata. Pero no dejes que SU humildad te confunda. ÉL ES DIOS. ÉL ES TODOPODEROSO. ÉL no ha mostrado SU autoridad de forma personal y física en casi 2000 años. Cuando JESUCRISTO anduvo en SU cuerpo resucitado – DIOS mostró algo de SU poder. La iglesia se ha dejado engañar pensando que la humildad de DIOS lo debilita. ¡ÉL no es débil! ÉL es humilde. Cuando finalmente demuestre SU autoridad – y lo hará – nos impresionaremos aún más porque ÉL dedicó mucho tiempo a SER humilde. ¡Y a nuestro DIOS LE encanta enseñar! SU humildad disfrutará aún más al mostrar SU poder cuando lo haga. Reflexiona sobre esta idea y ten cuidado. ÉL ES SANTO y ÉL ES DIOS. 

Sin embargo – por ahora – el ESPÍRITU SANTO – DIOS – solo habla lo que ÉL oye. ÉL es manso. Como lo fue JESUCRISTO la primera vez que vino. ÉL no habla por iniciativa propia. Se somete al PADRE y al HIJO. Y disfruta de SU humildad. Disfruta de SER siervo nuestro y de las otras dos PERSONAS. Porque nuestro DIOS es humilde en SÍ MISMO. “Los primeros serán los últimos...”. Sé considerado. Aprende. Sirve a los demás.

  Y cuando ÉL hable – ÉL revelará lo que está por venir… Y aquí estamos en 2025. Dudosos… Inseguros… Inciertos… El mal que nos rodea… Niños que no conocen su género… Padres que no protegen a sus hijos… La iglesia con pastores homosexuales… Otros pastores que dividen la iglesia por posesiones… La confusión espiritual creciendo por todas partes… ÉL ha “guiado” al CUERPO de CRISTO hasta aquí… Durante casi 2000 años – SU CUERPO ha sido guiado por el ESPÍRITU SANTO. Y la iglesia ha estado confundida, desorientada… La iglesia “Católica” engañó a SU CUERPO por un poco más de 1000 años de la existencia del CUERPO… Sin embargo – aquí estamos… “Tratando” de ser claros… “Tratando” de entender… Y el ESPÍRITU SANTO – en SU ​​mansedumbre… En SU humildad… Quiere ayudar… SI tan solo escuchamos y SEREMOS enseñables. SI tan solo reconocemos la profundidad de nuestro propio orgullo e intenciones equivocadas. ÉL revelará “lo que está por venir” y “quiénes” ÉL quiere que “seamos” – SI nos humillamos y LE permitimos hacerlo.  Nuestro DIOS es bueno – y paciente con nosotros – SUS hijos escogidos. 

Pero cuando Él, 

el Espíritu de verdad 

venga, 

los guiará a toda la verdad, 

porque no hablará por Su propia cuenta, 

sino que hablará todo lo que oiga, 

y les hará saber lo que habrá de venir.